La peregrinación de este año a París y Lisieux

Los días 11, 12 y 13 de mayo una treintena de fieles y amigos de la Iglesia de Santa María de Montalegre estuvimos de peregrinación en dos lugares muy especiales para nosotros: en la Capilla de la Medalla Milagrosa de París y en la Basílica y en el Carmelo, en Lisieux, lugar donde vivió y murió Santa Teresita del Niño Jesús. A lo largo de los tres días no solo rezamos mucho, sino que visitamos muchos lugares y nos lo pasamos muy bien. Gracias a Dios, nos acompañaron muchos ángeles del Señor que nos protegieron de todo percance. Iniciamos nuestro viaje en avión muy temprano para llegar muy pronto a París, y poder visitar la Capilla, rezar con calma, y ¡cómo no! adquirir objetos religiosos para obsequiar a la familia y amigos.

 En la Capilla de la Medalla Milagrosa

El sacerdote que nos acompañó, Mn. Francesc Perarnau, celebró la misa en la misma Capilla de la Medalla Milagrosa, presidida por la Virgen, teniendo en el lado izquierdo del presbiterio a los restos mortales de la santa Catalina Lebouré. Es curioso contemplar como, año tras año, la butaca dónde se sentó la Virgen en una de sus apariciones sigue allí, en aquel lugar santo, y del que se explica que cuando las hermanas paules se trasladaron del lugar donde vivían hasta la Rue du Bac 140 de París, en la confusión del traslado,  no se sabía después cual de las butacas era la buena. La Virgen resolvió la duda: llevaron a aquel lugar una niña enferma y desahuciada y la fueron sentando de butaca en butaca, al sentarla en la butaca que definitivamente se conserva, la niña curó milagrosamente y al momento.

Así que en aquel entorno lleno de fe y belleza, los peregrinos se arrodillan lo más cerca del altar, en actitud de piedad e incluso de total prosternación. Esta actitud de humildad sobrecoge y te invita a orar con más intensidad. Poco antes de iniciar la santa misa, una hermana de la congregación, con extrema delicadez, pide a cada peregrino, no solo de París, sino de todas partes del mundo, sin distinción de sexo, condición o color que se retire, y así todo el día desde que se abre la Capilla hasta su cierre. Mn. Francesc Perarnau nos explicó la maravilla del encargo que le hizo la Virgen Santísima a la santa, y describió la mayoría de los datos que conforman el contenido de la medalla, que ha de escamparse por todo el mundo, destacando que la medalla no es un amuleto pero nos sirve para acordarnos de María, nuestra Madre del cielo, en cualquier momento. Es una medalla que con el tiempo se hizo muy popular y que con su uso devoto obtuvo tantos favores y bendiciones de Dios que la gente la acabó llamando la “Medalla Milagrosa”. Se trata de una medalla ovalada que tiene en el anverso una imagen de la Inmaculada con unos rayos de luz que salen de sus manos. Ella está aplastando la cabeza de una serpiente, que rastrea por encima de la bola del mundo. Alrededor de ella, se leen estas palabras: “Oh! María sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a vos”. En el reverso de la medalla, hay una gran “M”, anagrama de María, coronada por una Cruz, debajo se ven los dos corazones de Jesús y de María.

De turismo por París

Habíamos cumplido una parte importante de la peregrinación: rezar y estar con la Virgen Santísima en el mismo lugar donde se apareció, en París. Todos los desplazamientos desde que aterrizamos en París se iban a efectuar en autocar. Fuimos a almorzar a un restaurante. Seguidamente empezaría la parte cultural y turística de la jornada. Nos dirigimos a la colina de Montmatre, allí paseamos por las callejuelas donde vivieron y trabajaron en sus talleres los pintores impresionistas de final del siglo XIX y principios del siglo XX; algunos de ellos, como se sabe, vivieron o murieron con pocos recursos, sin embargo en la actualidad sus cuadros son millonarios y aquella colina tiene un precio por metro cuadrado de los más caros de París. Sea como fuere, aquel barrio parisino tiene un encanto cultural e histórico muy interesante. En lo alto de la colina, la cual fuimos ascendiendo paso a paso y sin prisa, se encuentra la Basílica del Sacre Coeur. En el rato de nuestra visita al templo, estaba expuesto el Santísimo Sacramento, en un custodia muy grande en lo más alto del presbiterio, soportada por dos ángeles. Aquella visita cultural se convirtió en un rato de oración muy cerca del cielo.

 

Seguimos nuestro plan. La siguiente actividad (a parte de recorrer París en el autocar sin parar de decir oh!  Ah!!) fue un largo paseo por el Sena, en uno de los grandes Bateau Mouche. Duró más de una hora, disfrutamos mucho, lo fotografiamos todo, y nos emocionamos contemplando París a nuestros pies. De vuelta al hotel, rezamos un rosario en agradecimiento a la Virgen Santísima por la jornada tan estupenda que habíamos pasado.

De camino de Lisieux y a la Basílica

El sábado 12 de mayo, nos levantamos pronto (como ya viene siendo habitual en todas las peregrinaciones) pues nuestro destino estaba a 216 Km. de distancia. Después de salir de París, nos dirigimos hacia el Atlántico, aunque no llegaríamos a verlo. El chofer François Castro, el cual nos proporcionó un agradable viaje gracias a su buen hacer de buen conductor, nos llevó por la autopista A28 y después por una carretera hasta Lisieux. El paisaje que contemplamos pronto nos iba a sucumbir: los inmensos campos y campos verdes y amarillos, combinados casi caprichosamente, se perdían en el horizonte. El cultivo de la colza, así como las vacas, veteadas de marrón y blanco, nos ofrecían la belleza de la naturaleza propia de aquella región, la Baja Normandía.

Al llegar a Lisieux fuimos directamente a la Basílica de Santa Teresita, en la espera a la celebración de la misa se pudo visitar la exposición y rezar en la cálida capilla del Santísimo. En la homilía Mn. Francesc Perarnau destacó los nombres de grandes santos que hemos conocido por su labores misioneras y por su espiritualidad: “y hay muchísimos más, a pesar de todo solo han sido nombrados doctores unos treinta tres, y uno de ellos Santa Teresita de Lisieux, la cual apenas había salido de allí, pues solo fue a Roma a pedirle expresamente al santo padre que la permitiera entrar en el Carmelo antes de cumplir la edad permitida, y no lo consiguió. Sin embargo, y habiendo muerto muy joven, es doctora de la Iglesia. Tampoco escribió grandes obras, básicamente escribió dos narraciones que conocemos con el nombre de Historia de un Alma, al final de la cual explica aquel periodo de su vida de oscuridad total de Dios. Pero sin embargo en las biografías que de ella se escriben, se describe una vida interior extraordinaria; el mensaje que transmitió y su espiritualidad es lo que la incorporó como doctora de la Iglesia. No vive apariciones, ni revelaciones, es decir, nada extraordinario. Su deseo enorme era estar en la primera línia de misión pero no la dejaron marchar nunca; el pequeño camino que ella proponía lo trasmitió mientras fue maestra de novicias, ella enseñaba lo que ella vivía. Decía: Dios está en lo pequeño. Para la inmensa mayoría de nosotros lo pequeño son las cosas diarias, viviéndolas  para dar gloria a Dios, ofrecer las mortificaciones y los esfuerzos diarios: la santidad de las cosas grandes es hacer santamente las cosas pequeñas.”

Al acabar la misa subimos la escalinata y accedimos a la Basílica, consagrada hace 57 años. Si nos habíamos emocionado en la cripta, aquel templo tan magnífico con aquellos mosaicos, los colores, los peregrinos venidos de todas partes del mundo, pues no en vano es el segundo santuario (después de Lourdes) más visitado de Francia, nos hizo sentir algo importante dentro de nuestro corazón sensible y humano de cada uno. Como llegó la hora del almuerzo la visita resultó un relámpago, así que decidimos volver por la tarde. Almorzamos en la residencia L’Ermitatge que es el centro de acogida de peregrinos del Carmelo. Por la tarde visitamos la casa familiar de Santa Teresita del Niño Jesús, llamada Les Buissonnets,  situada en el mismo Lisieux. Se conservan los muebles, recuerdos de la familia Martin y muchos objetos personales de la santa (juguetes, vestidos, estampas), todo expuesto de una manera delicada, austera y sobria.

Nuevamente, y con el autocar atravesamos la bella población de Lisieux para llegar a la Basílica, dónde nos quedamos durante una hora, rezamos muy bien y mucho, encomendándonos a la santa para que supiéramos vivir ese camino de espiritualidad que ella había propuesto, sobre la santidad de cada día en lo pequeño. Los que quisieron adquirieron objetos religiosos, y todos nos fotografiamos un montón. La reportera del grupo no paró de filmar en todo momento, sin perder detalle. Al caer la tarde aún nos quedó tiempo libre para descansar en el hotel o seguir visitando todo el entorno.  Nos alojamos en un hotel antiguo, con historia, pero totalmente rehabilitado, y del que se explica que se salvó de los graves bombardeos que sufrió la Normandía en el año 1944. La cena y la tertulia posterior dieron lugar a momentos de auténtica amistad y fraternidad, pues muchas personas del grupo nos conocíamos de anteriores peregrinaciones de la Iglesia de Santa María de Montalegre.

 

Del Carmelo a Désir de Lisieux

Llegó el domingo, el tercer día de peregrinación y el último, el día 13 de mayo. A las nueve de la mañana la maleta ya estaba en el maletero del autocar. Teníamos mucho que hacer antes de emprender el viaje de regreso al aeropuerto de Orly-París. El hotel donde nos alojábamos está muy cerquita del Carmelo. Allí el sacerdote que nos acompañó había de celebrar la misa sobre las 10 horas; como llegamos con tiempo, pudimos mantenernos en silencio muy cerca de los restos (o parte de ellos) de Santa Teresita que allí reposan en un cofre debajo de una urna que contiene en madera y mármol una figura en semblanza a Santa Teresita. Preside aquella urna de cristal una imagen de la Virgen de la Sonrisa, pues la santa así la llamó el día que la curó milagrosamente de una grave enfermedad, y que coincidió que también era un 13 de mayo.

En la homilía, el rector de Montalegre, compartió con nosotros la emoción de poder celebrar en el mismo lugar donde profesó, vivió y murió la santa. Y al filo del evangelio del día, nos enseño algo más sobre el mandamiento de la caridad: No tenemos un origen animal, hemos sido creados a imagen y semblanza de Dios, tenemos una herencia ancestral que arrastramos a lo largo de los siglos, rasgos de egoísmos muy marcados y que son el origen de muchos pecados, de discusiones, de contiendas, de guerras. Todo ello no es debido al origen animal en el que se insiste que tenemos, es debido al pecado original. Jesús se hace hombre por amor. Nuestro modelo a seguir es Él, sin embargo encontramos dificultades pues estamos estropeados. Jesús para ayudarnos crea la Iglesia, instituye los sacramentos, y así con todo ello, podemos seguir un camino recto. En cuanto al mandamiento de la caridad podemos recordar ahora las obras de misericordia que podemos repasar en el Catecismo de la Iglesia Católica. Son siete espirituales, enseñar y aconsejar, consolar al triste, confortar al que sufre, perdonar las ofensas, sufrir con paciencia y rezar por los enemigos; y las siete materiales, éstas últimas quizá serían las más fáciles de llevar a cabo pues son dar de comer y beber, vestir al desnudo, visitar a enfermos y a los que están en la cárcel, enterrar a los muertos; en definitiva hay que ser capaces de amar a quien no nos ama y a quien nos molesta. Mn Francesc Perarnau, por último, se refirió a una inscripción que se repetía en los templos de Lisieux, pues la había escrito la santa, refiriéndose a la Virgen Santísima: “Es más Madre que Reina”, y nos invitó a pedirle a la Virgen que nos ayude a arrancar los defectos que nos apartan de Dios.

Una vez acabada la santa misa, en aquel lugar tan especial para la vida interior de cada, nos quedamos en la entrada o atrio del recinto del Carmelo pues una hermana franciscana nos había explicado que se editaba una revista sobre Santa Teresita y nuestra peregrinación iba a ser noticia. Nos sorprendió vivamente. Aquella periodista tan peculiar, agradable y simpática, se interesó por los motivos de nuestra peregrinación y el rector de la Iglesia de Santa María de Montalegre respondió  a todas las preguntas que con tanto cariño e interés le formularon. Otro tanto hizo la reportera del grupo pues no perdió un ápice para el video que estaba haciendo de todo el viaje.

En una volada atravesamos Lisieux a pie, a gran velocidad, para visitar la Catedral del Sant Pierre, cuyo entorno y jardín en esas fechas estaba en obras de rehabilitación. A continuación, subimos al autocar pues íbamos hacer una salida cultural fuera de programa y que había propuesto uno de los peregrinos la noche anterior y que fue apoyada por aclamación. Como hemos dicho estábamos en la Baja Normadía. En toda aquella región en el año 1944 se habían producido crueles contiendas y bombardeos, de los que no escapó Lisieux. Por ese motivo cerca de la población se encuentra un cementerio militar, en Sant Desir de Lisieux: 3735 tumbas alemana y 469 tumbas británicas dan testimonio de ese trágico episodio de su historia. Allí en el libro de firmas dejamos unas palabras de recuerdo.

A París-Orly

Se acabó el tiempo, debíamos regresar al hotel. Tomamos el almuerzo, muy francés y muy bueno. A los postres los peregrinos tuvieron gestos muy generosos con la organización de la peregrinación, cosa que desde aquí nuevamente agradecemos. Salimos puntualmente de regreso a París, con toda la previsión del mundo ante los esperados a tascos que finalmente no se produjeron. Más de la mitad del viaje de vuelta parecía que el autocar estaba vacío, los peregrinos descansaron plácidamente, tanto es así que los últimos cincuenta kilómetros se llenaron los pulmones de canciones y cantos populares hasta que se acabó el repertorio. Realmente todos estábamos muy contentos pues gracias a Dios todo había salido muy bien. Llegamos de noche al aeropuerto de Barcelona, allí nos despedimos pero para reencontrarnos en una nueva peregrinación.

Los peregrinos

El ritmo de la peregrinación fue ágil y activo gracias a la exquisita colaboración y puntualidad de los peregrinos. Y muchos colaboraron en diversas actividades que lo hicieron más agradable: Álvaro y Josep Ma en la sacristía; Mireya en los cantos de la misa; Maria del Mar e Ignacio en la filmación del video; Carmen, Beatriz y Mari Luz en la animación del autocar; José María, Guillem y Joan como asesores históricos sobre la Segunda Guerra Mundial; Maria Teresa en el rezo del santo rosario cada día de la peregrinación en el autocar; Francois, haciendo una buena conducción; y todos y  todas con la paciencia y el cariño expresados a lo largo de todo el viaje.

 

Isabel Hernández Esteban

 

Toda la semana es domingo

Y al tercer día estaba escrito que resucitaría, y así fue, y así se repite cada año en la noche llamada Vigilia Pascual, unas horas previas al amanecer del domingo. Cada gesto, cada cosa que se hace en la celebración de la Luz tiene un significado muy importante, de un gran compacto litúrgico. Se inicia siempre con las luces del templo apagadas. Jesús murió, pero su alma aún no ha entrado en su cuerpo glorioso. En cada iglesia se hace el fuego en el lugar más lejano del presbiterio, a ser posible en el exterior, pero en Montalegre se hace al fondo de la nave central justo detrás de las puertas que dan al Patio Manning ya que por la noche siempre permanecen cerradas. Todos los utensilios para la ceremonia del fuego estaban a punto. Los sacerdotes celebrantes salieron de la sacristía y se dirigieron al final del templo, casi a oscuras pues solo entraba por los vitrales un resto de luz natural. La oración se recitó, el Cirio se bendijo y se encendió, y de su luz se encendieron todas las velas que los fieles manteníamos en la mano, todos queríamos aquella luz, que representa la luz del mundo, Nuestro Señor Jesucristo: Alfa y Omega.
Se trasladó el Cirio encendido y se situó en un lugar visible para el pueblo reunido. En la celebración de la misa solemne tiene lugar también la ceremonia del agua, bendiciéndola y aspergiendo a todos los fieles. Se leen lecturas del Antiguo Testamento y las propias de la misa; se purifica el altar, los celebrantes, los ministros y todos los asistentes con el incienso, en definitiva, una celebración magnífica y de gran belleza.
En la homilía el Rector, Mn. Francesc Perarnau, que nos había hecho una catequesis de todo el significado de la Pasión a lo largo de toda la Semana Santa, ahora cambia el tono y nos invita a  la alegría y la esperanza de la Resurrección:

El mundo había perdido la luz que lo había iluminado durante más de 30 años. Esto es lo que hemos querido representar con la oscuridad con la que hemos empezado hoy nuestra celebración. Oscuridad total. Lo habían matado, había aceptado aquella muerte terrible, pero su lugar no estaba entre los muertos, y volvió a la vida. Su alma volvió a animar un cuerpo, esta vez ya glorioso. Jesús resucitó. Esto si que era una noticia. Y se presenta entre los suyos, y se disipan las nubes, las oscuridades que les habían invadido, y nace la euforia. Ha resucitado el Señor. Corre la voz. Al principio hay desconcierto, no aparece el cadáver. Esto no significa resurrección.

Pero empiezan los rumores, algunos lo han visto, primero unas mujeres, después Pedro, y unos discípulos camino de Emaus, y los once reunidos. El rumor deja de serlo, la resurrección real de Jesús es un hecho. Y la noticia se extiende como un reguero de pólvora. Esto es muy importante. Con su resurrección la confirmación: lo que había dicho era la verdad. El camino que enseña es el que hay que seguir.

Él es el camino, la verdad y la vida. De repente aquel mundo que hace un día estaba a oscuras, que era amenazador, lleno de negros nubarrones,  ahora se presenta luminoso, brillante, emocionante incluso. Esa resurrección significa que el príncipe de este mundo ha sido vencido, que ha sido abolido el castigo del pecado, que se han abierto las puertas del cielo, que hemos sido salvados, y que nos espera LA VIDA.

 

Es la mayor noticia de la historia. Por esto la Iglesia lo celebra con un domingo que dura siete días: toda la semana de Pascua es domingo, y con un a alegría desbordante y contagiosa: que exclama miles de veces Aleluya, Aleluya, Aleluya.

¡Felices Pascuas! de parte de los colaboradores de los Servicios Informativos Montalegre.

 Isabel Hernández Esteban

Del día Ramos al Viernes Santo

Al hilo del editorial de Montalegre, en la iglesia se ha celebrado la Semana Santa con toda la solemnidad y sobriedad según está escrito en la liturgia de la Iglesia Católica.

Domingo de Ramos

El pórtico de la Semana fue el Domingo de Ramos. Antes de la Misa de las 12, los fieles se situaron en el Patio Mannig, bajo un sol brillante y luminoso como merecía la fiesta, el Rector leyó el Evangelio, bendijo los ramos, las palmas y palmones y a continuación, cantando la victoria de Nuestro Señor Jesucristo, se hizo la procesión en todo el alrededor hasta adentrarnos en la iglesia.

Mn. Francesc Perarnau predicó en su homilía: La celebración pone de manifiesto que se unen en ella dos tradiciones distintas que la Iglesia no ha querido perder. Por una parte la tradición que venía de la Iglesia de Jerusalén, donde se celebraba en este día, sobre todo  la entrada triunfal de Jesús en la ciudad, celebración que mantiene su recuerdo en la procesión de las palmas y la procesión con la que hemos iniciado hoy la misa, y la tradición que viene de la Iglesia Romana, donde el acento se ponía sobre todo en el comienzo de la Semana Santa que se recordaba  con la lectura entera y solemne de la Pasión del Señor. Esto le da a esta fiesta de hoy un carácter peculiar, agridulce: empezamos celebrando un triunfo, pero en el horizonte queda aparece en toda su crudeza la Pasión del Señor.

Aunque los días santos no son de precepto, la devoción de los fieles cristianos llena los templos. La iglesia también en Jueves Santo se ocupó hasta las gradas; a pesar del número de fieles la celebración se siguió con mucha piedad, todos esperábamos el momento culminante de la procesión del Santísimo hasta el Monumento el cual estaba adornado de flores rojas y de palmones, y el altar cubierto y engalanado. La celebración de la Misa en Coena Domini fue concelebrada por el Rector y los sacerdotes habituales de la iglesia. Había mucho que celebrar: la institución de la Eucaristía, la institución del Sacramento del Orden y el Mandamiento de la Caridad. La homilía del Rector se centró en este Mandamiento:

Jesús se arrodilló delante de cada uno de los apóstoles para lavarles los pies. En este gesto vemos reflejado el amor de Jesús, que es el amor de Dios por cada uno, Dios que se arrodilla delante de las pobres criaturas, unas criaturas débiles, que dentro de poco y Jesús lo sabe, uno le entregará, otro le negará y casi todos le abandonarán. Es Dios arrodillado delante del hombre.

Pedro no se deja. No se considera digno, no le parece bien que el maestro este allí delante de él arrodillado, humillado: “no me lavarás los pies!”

Y Jesús le dice una cosa que da que pensar: te tienes que dejar lavar, te tienes que dejar amar, sino no tendrás parte conmigo… Se ve en este gesto que es el amor de Dios el que se ha volcado en el rescate del hombre, el que lo viene a rescatar, y se ve que es Dios el que lava, el que limpia, al hombre le toca ser humilde, dejar hacer a Dios, dejarse lavar, purificar…

Pero la lección va mucho mas allá: así debéis hacer unos con otros, lavaros los pies, que es serviros unos a otros, daros unos a otros, amaros de verdad…Y muy poco después les dirá: Un nuevo mandamiento os doy, que os améis los unos a los otros como yo os he amado, en esto conocerán todos que sois mis discípulos. Este será el distintivo de los cristianos. Como manifestación de ese amor extremo del que San Juan nos dice que es la clave para entender todo lo que sucedió hasta el final, encontramos también la institución de los Sacramentos de la Eucaristía y del Orden sacerdotal. Dos grandes dones que harán posible que la Redención se perpetúe de generación en generación a lo largo de los siglos, dos grandes dones del amor de Dios que debemos agradecer.

Se incensó el altar, los ministros, los celebrantes y todos los fieles. El incienso como símbolo de elevación hacia Dios nos situó muy cerca del cielo. La oración de los fieles ante el Monumento se mantuvo hasta el cierre de la iglesia.

Viernes Santo

Y llegó el día santo más triste, el día más triste del año para todos los cristianos del planeta, el Viernes Santo. Al entrar en la iglesia el Crucifijo del presbiterio estaba cubierto con un lienzo morado, el color de la liturgia de la Semana Santa. Al comienzo del memorial de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo los tres sacerdotes celebrantes se postran en el suelo en señal de entrega total a Dios, y los fieles arrodillados intentamos sentir lo mismo. El relato de las lecturas y especialmente de la Pasión nos sobrecoge, vemos en todo aquel dolor nuestra Redención. La homilía del Rector nos explica la participación del príncipe de las tinieblas, su plan, su aparente triunfo, pero gracias a Dios su derrota, hay esperanza, al tercer día la Resurrección del Señor, su victoria:

La última Cena se celebró en el cenáculo, Y allí empezó propiamente la pasión que acabamos de leer. Son los momentos culminantes de la misión redentora de Cristo, de los que ha hablado muchas veces Jesús y en los que realizará la Redención de la humanidad. Es evidente que Jesús la sufrió porque quiso. En todo el relato de la pasión hay ciertamente una presencia diabólica evidente. Hubo muchos encuentros de Jesús con el diablo, y Jesús siempre le obligó, siempre le venció, siempre…Satanás intuía quien era Jesús, pero sabía que era hombre de Dios, un gran profeta, alguien con poder muy superior al suyo… seguramente sospechaba que era el Mesías… En el relato de la última Cena el mismo San Juan nos dice que, cuando Jesús anunció que uno de ellos lo entregaría, él mismo le preguntó a Jesús: Señor, ¿quien es? Jesús contestó: Aquel a quien yo moje y diere un bocado. Y mojando un bocado, lo tomó y se lo dio a Judas, hijo de Simón Iscariote. Después del bocado, en el mismo instante, entró en él Satanás. Es esa presencia la que fue guiando los acontecimientos en aquella noche y la que desató aquella extrema violencia de la pasión del Señor y en el ensañamiento de los que la llevaron a cabo, y el odio que en él volcaron; el odio, no lo podemos olvidar es la negación del amor, la mas diabólica de todas las manifestaciones…Vista desde el final, la pasión de Jesús parece seguir un plan perfectamente trazado. Como si alguien hubiera diseñado aquello para la completa aniquilación de un ser humano tanto física como psíquicamente. Pero sabemos que no existía ese plan. Pero un plan se va desarrollando como con absoluta naturalidad… Detención, juicio nocturno, en casa de Anas, de Caifas, de Pilato, paso por el palacio de Herodes, ora vez a Pilato, flagelación romana, escarnio de los soldados, humillación delante del pueblo, el via crucis… clavado en la cruz. Se ve ese plan diabólico, en el que se Satanás descarga toda su ira y su capacidad de hacer mal sobre aquel hombre de Dios que le ha derrotado tantas veces, al que odia con todas las fuerzas de su ser.

Es el momento del príncipe de las tinieblas. Jesús ha cargado sobre sus hombros, sobre aquella naturaleza humana que ha asumido, nuestra naturaleza, todos los pecados de la humanidad, y los arrastra hasta la cruz. Aquella naturaleza humana es destruida por el odio y la violencia que se ha desatado sobre él por la fuerza del mal. Parece un triunfo del mal y ese sabor a derrota quedó en el ambiente .Pero no podemos olvidar que al mismo tiempo se percibe también otra presencia oculta que de alguna manera la contrarresta. Jesús no está solo. La tradición cristiana que se sintetiza en el Vía Crucis, habla de un encuentro de Jesús con María en el Camino de la Cruz:* “Apenas se ha levantado Jesús de su primera caída, cuando encuentra a su Madre Santísima, junto al camino por donde El pasa. Con inmenso amor mira María a Jesús, y Jesús mira a su Madre; sus ojos se encuentran, y cada corazón vierte en el otro su propio dolor”.

María suaviza con su inmenso amor el castigo brutal que el Señor está padeciendo fruto del odio desatado y lo comparte con el, le consuela y le acompaña. Y al participar así de la pasión se convierte en corredentora…Le agradecemos a María que estuviera allí. La tradición de la Iglesia ve en Maria la mujer de la que se habla en la Biblia. Es María la que aplasta la cabeza de la serpiente que es Satanás. Así la invocamos y confiamos en ella: Jamás se ha oído decir que ningunos de los que han acudido a vuestra protección haya sido abandonado de vos (Oración Acordaos).

A continuación con mucha devoción se hizo la Adoración a la Cruz, uno a uno todos los fieles de la iglesia, entre cantos y oraciones, llenamos de besos aquella cruz con el Cristo muerto; después comulgamos, se apagaron las luces de la Capilla del Santísimo, el Señor no estaba, la iglesia estaba vacía de aquella presencia que se percibe cuando el Señor está el Sagrario. En nuestro interior nos sentíamos tristes, pero deseando que llegara la Vigilia Pascual para sentir de nuevo a alegría de la Pascua de su Resurrección.

*Via Crucis. 4 estación. San Josemaría

Isabel Hernández Esteban

Desde este lugar santo os hemos encomendado

Altar Major de Montalegre

Un año más en la iglesia hemos celebrado la misa en sufragio por el alma de D. Álvaro del Portillo, el cual traspasó el 23 de marzo de 1994, a los dos días de regresar de una peregrinación a Tierra Santa, y de lo que estaba muy contento. Sin embargo, aquel día, con 80 años, llegó su hora. La misa fue concelebrada y presidida como siempre, por el vicario de la Delegación en Cataluña del Opus Dei, Dr. Antoni Pujals, el rector de Montalegre y otros sacerdotes de la iglesia.

En la homilía, el Dr. Pujals, nos situó en las lecturas que correspondían al cuarto viernes de Cuaresma: la esperanza en el Señor, Dios viene a salvarnos: Nuestra naturaleza es débil y necesitamos de la gracia de Dios. Recordando la sencillez de D. Álvaro nos dijo que San Josemaría decía de él: “Este hijo mío me descansa”. A continuación refirió cómo vivía D. Álvaro la fidelidad: Destacaba en él su paz, una inmensa bondad y mucha energía, comprensión ya la vez exigencia, fortaleza, decisión, muchas virtudes difíciles de encontrar en la misma persona; esta fe y esta seguridad le destacaban en su personalidad. También corregía para cambiar y mejorar y ayudar a los demás. El Dr. Pujals también nos leyó un fragmento del Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI para esta Cuaresma y nos hizo reflexionar: ¿Yo, como vivo mi fe? ¿Como ayudo a los demás en lo material y en lo espiritual? Al finalizar, el Dr. Pujals dio gracias a Dios por haber tenido entre nosotros a D. Álvaro, repitiendo aquellas palabras póstumas que había escrito en una postal que envió antes de salir de Tierra Santa, y que llegó a Roma cuando ya había muerto: “Queridísimos, desde este lugar santo os hemos encomendado”, desde el cielo tenemos una ayuda que intercede por nosotros.

Nau central de l'església

La iglesia desde el inicio de la celebración se había llenado hasta los topes; colaboró ​​un conjunto de voces masculinas, acompañado al órgano por Josep Masabeu.

Para más información sobre la causa de canonización de D. Álvaro del Portillo se puede consultar http://www.opusdei.es/

 

Isabel Hernández Esteban

¿Dios? una Introducción a la Teología para Universitarios

El día 5 de marzo se inicia el primer ciclo de conferencias de Teología para Universitarios en la Iglesia de Santa María de Montalegre. Este ciclo presenta el tema de la Teología, es decir, aquella disciplina universitaria que se ocupa del estudio de Dios, como una oportunidad para los universitarios de todas las ramas, con la finalidad de establecer un primer contacto con la teología cristiana, como disciplina científica, con expertos de primer nivel.

Podemos decir con certeza que la Teología actualmente en las universidades civiles españolas no se estudia como una disciplina del saber, otra cosa es lo que pasa en Europa en general, y a gran distancia con la universidad alemana, de la que han surgido grandes teólogos, y de los que con profusión el Santo Padre Benedicto XVI se hace eco. En España no sólo la enseñanza básica de la religión se ha suprimido durante varias generaciones de las escuelas, sino también de las universidades. Así que con este reto el folleto de presentación de las conferencias comienza con una pregunta: ¿Dios?.

En este contexto la Iglesia Santa María de Montalegre con colaboración con el Departamento de Filosofía Teorética y Práctica de la Universidad de Barcelona ha organizado el ciclo del que ahora informamos.

Los ponentes y conferencias:

Lunes 5 de marzo: De qué hablamos cuando hablamos de Teología, una visión desde la filosofía, a cargo del Dr.. Eudald Forment, catedrático de Metafísica por la Universidad de Barcelona.

Lunes 12 de marzo: Dios tiene algo que decir a los hombres? La Revelación, a cargo P. Ignacio M. Fossas, prior del Monasterio de Montserrat.

Lunes 19 de marzo: Jesús, el Dios hecho hombre a cargo de Prof.. Armand Puig, decano – presidente de la Facultad de Teología de Cataluña.

Lunes 26 de marzo: Y la Iglesia, qué pinta en todo esto?, A cargo de Dr.. Josep Ignasi Saranyana, miembro del Pontificio Comité de Ciencias Históricas (Ciudad del Vaticano).

Horario e inscripción:

Todas las conferencias serán de 19.30h a 21h, en el salón de actos de la iglesia. La inscripción es gratuita pero imprescindible, y se puede hacer a la dirección de correo: introduccioteologia@gmail.com y por teléfono 933 014 347.

Servicios Informativos Montalegre

Para evangelizar el Matrimonio y la Familia

En el año 1965 se iniciaron las Jornadas de Cuestiones Pastorales de Castelldaura, con la finalidad continuada de dar formación en el marco de la doctrina católica y siempre sobre temas que fueran de actualidad y de interés pastoral. Así este año se ha desarrollado la edición 47 con el tema central: Matrimonio y Familia para una nueva evangelización, los días 24 y 25 de enero en Premià de Dalt (Barcelona).

El Vicari de l'Opus Dei i l'Arquebisbe de Barcelona

Los temas en torno al matrimonio y la familia han tenido un carácter teológico, antropológico, filosófico y metafísico, doctrinal, humano y social, por lo tanto entendemos que muy completo.

En la presentación del Acto

El Vicario del Opus Dei, Dr. Antoni Pujals dio la bienvenida y agradecimientos a todos los presentes en especial al Cardenal Presidente del Consejo Pontificio Ennio Antonelli, al Cardenal Arzobispo de Barcelona Lluís Martínez Sistach, al Arzobispo de la Seu Enric Vives, a todo el clero (unos 150 sacerdotes) y también a los laicos allí presentes. Puso de manifiesto las preocupaciones pastorales en relación con una nueva manera de hacer la evangelización: hay que saber presentar a los jóvenes el matrimonio y la familia de modo que lo vean como un ideal que llena todas las expectativas. El Cardenal Arzobispo de Barcelona refirió las actividades que ya se están preparando para esta nueva evangelización en la diócesis de Barcelona, además destacó como importante (entre otras cosas) el hecho de que el Santo Padre Benedicto XVI haya creado un nuevo Dicasterio, y que el próximo sínodo de obispos en octubre tenga que ser sobre la evangelización. Dijo: Es urgente evangelizar…. el matrimonio y la familia deben ser evangelizados y deben evangelizar. También hizo referencia a la Basílica de la Sagrada Familia, diciendo que Antoni Gaudí dejó un proyecto único de forma providencial…., y será el icono de la Nueva Evangelización.
El programa de la 47 Jornadas

Primer día
La familia cristiana, primer camino para la evangelización
por el Emmo. y Rvdmo. Sr. Cardenal Ennio Antonelli, presidente del Consejo Pontificio para la Familia.

El amor matrimonial y la dignidad humana: claves para la comprensión de la paternidad responsable por el Dr. Joan Costa, profesor de la Facultad de Teología de Catalunya.

Aspectos positivos y problemáticos de la perspectiva de género por el Dr.. Enric Vidal, profesor de la Universidad Internacional de Catalunya.
Segundo día
Porque vale la pena casarse, por el Dr. Tomás Melendo, Catedrático de la Universidad de Málaga.

Reconciliaciones conyugales: experiencias sobre mediación y terapia familiar para Virginia Olano, Delegación de Pastoral Familiar del Arzobispado de Barcelona.

Herramientas para la felicidad en el matrimonio: la orientación familiar por Javier Vidal-Quadras, director del Fert y secretario general de la International Federation for Family Development.
Lo que destacamos

Cardenal Ennio Antonelli

El Cardenal Ennio Antonelli, en su larga e interesante intervención, inició su conferencia destacando el cambio histórico actual en todos los niveles (científico, teológico, económico, etc.) y se refirió constantemente a la encíclica Familiaris Consortio del Beato Juan Pablo II, así como a discursos y catequesis del referido Santo Padre, y también palabras y textos recientes de Benedicto XVI. Señaló como muy importante que “La finalidad del matrimonio no es únicamente el bien de los cónyuges, los hijos y de la sociedad, sino también una revelación en la historia de Dios y de su amor”. Enumeró una serie de temas candentes que la familia debe afrontar, y estimuló el crecimiento de un fenómeno nuevo y en expansión: las redes familiares, se trata de grupos de familias que se unen para desarrollar servicios, principalmente educativos y asistenciales.

Mn. Joan Costa propuso un tema muy importante cómo lo es la paternidad (y maternidad) responsables, y habló de la sexualidad y de las relaciones conyugales sin tapujos: La vida esponsal es algo que ha puesto Dios en los esposos, no es un tema de gustos, no se pueden poner condiciones, hay que ponerse de rodillas, rezar, comprometernos en el plan de Dios, y escucharlo…. No se trata de tomar una decisión sobre el número hijos a tener, se trata de escuchar a Dios en la generosidad…. ya que la corporalidad es como la luz que ha dejado Dios para entender qué hacemos aquí.

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Nos vamos a Francia!

La Iglesia de Santa María de Montalegre organiza una vez más una peregrinación, con actividades litúrgicas, formativas y turísticas. En esta ocasión, y por primera vez, nos vamos a París y a Lisieux en el próximo mes de mayo,  en concreto los días 11 (viernes), 12 (sábado) y 13 (domingo) de MAYO 2012.

En la peregrinación a París visitaremos la Capilla de la Virgen dela Medalla Milagrosa en Rue du Bac 140. Después de un almuerzo a la francesa, pasearemos por el río Sena en Bateaux Mouche, haremos una visita al templo del Sacre Coeur y al barrio de Montmartre. En Lisieux, visitaremos el lugar donde vivió y reposa Santa Teresita del Niño Jesús, el Carmelo, Les Buissonnets y la Catedral.

El viaje de ida y vuelta a París será en avión, y todos los demás traslados en autocar, la pensión completa los 3 días, y misa diaria en París y Lisieux. El precio por persona aproximado: 650 euros. El primer pago por persona ahora!: 200 euros.

Para más información e inscripciones:

VIAJES MAGISTER: teléfono: 934879423

Por mail: gef@montalegre.org

Servicios Informativos Montalegre

Concierto de música barroca de final de año

A pocas horas de acabar el año, a las 19:30 de la tarde del día 30 de diciembre, en la iglesia se celebró un concierto de música barroca y villancicos. Nuevamente la soprano Sra. Patricia Sendra, que canta en la mayoría de las misas solemnes que se celebran en Montalegre estuvo acompañada al teclado y también al órgano romántico que está en el coro por el pianista Sr. Lluís Avendaño. Este año la novedad fue la incorporación dela soprano Sra. María JoséRodríguez. El programa entre otras piezas fue el siguiente: Bist du Bei Mir (de Stözel); Te incarnatus este (de Mozart); How beautifu are the feet (Haendel); Laudamus te (de Vivaldi), el pianista añadió tres piezas de compositores ingleses de los siglos XVI-XVII, y los villancicos: O tannenbaum, El noi de la Mare, Noche de Paz y Adeste Fideles, en todas ellas el públic assistent participó.

Los solistas

Patricia Sendra, cantante soprano lírica, realizó los estudios de Piano y Solfeo en el Conservatorio del Liceo, obteniendo el Grado Medio de Piano. Inició Canto conla cantante Teresa Garrigosa, continuó con Francesca Roig, cantante mezzosoprano de trayectoria Internacional. Ha participado en cursos Internacionales de Canto, de técnica vocal e interpretación en Sant Cugat del Vallés, en Barcelona, ​​el Curso Internacional de música Isaac Albéniz en Camprodón y el Master-class impartidos por el Catedrático del Conservatorio de Basilea y cantante Kurt Widmer y Cindee Sanner. Ha realizado Conciertos líricos acompañada de pianistas en salas de audiciones, conservatorios, teatros, parques y jardines. Ha cantado como solista en el Monasterio de Sant Cugat, en la Catedral de Barcelona, Santa María del Mar, y la Iglesia de Santa María de Montalegre, entre otros.

María José Rodríguez estudió canto y piano en el Conservatorio profesional de Terrassa. Actualmente está cursando los estudios de Pedagogía en el Conservatorio Superior del Liceo. También es miembro del coro de cámara “Dyapason” con los que ha realizado varias grabaciones. Ha cantado como solista en España, Austria e Italia. Recibió una mención especial en el “Curso Internacional de la Camerata de Sant Cugat”. Compagina sus actuaciones con la docencia del piano enla Europa International School.

Lluís Avendaño estudió piano en el Conservatorio Superior Municipal de Barcelona con el catedrático Miquel Farré, obteniendo las más altas calificaciones en los grados elemental, medio y superior. Trabajó conla profesora María Curcio, en Londres, y los cursos de Barcelona y Torroella de Montgrí. Primer premio en los concursos de Vilafranca del Penedés “Juventudes musicales” de Sevilla (198O), “Ciudad de Manresa” (1989), y “Xavier Montsalvatge”, de Girona. Ha sido profesor de diferentes Conservatorios. Sus actuaciones le han llevado por territorio español y otros países, como Camboya y Canadá. Ha actuado como solista con las orquestas del Gran teatro del Liceo, Sinfónica de Barcelona, ​​Ferenc Liszt de Budapest, y orquesta mundial de Juventudes Musicales, dirigida por A. Ros-Marbà.

Isabel Hernández Esteban

Las obras en el rosetón

Los trabajos sobre el rosetón del crucero de la iglesia (de los que ya habíamos hablado anteriormente*) están a punto de acabar y podremos contemplar de nuevo como se expandirá la luz coloreada de los vitrales. A lo largo de la semana pasada se instaló la protección exterior que de entrada puede sorprender pero ya nos iremos acostumbrando, pues lo que interesa es proteger la obra única de los vitrales. Además, hoy hemos visto como colocaban los paneles que se habían sacado para hacer una restauración más  esmerada en los talleres de la vidriera Sra. Belén Requena. Por lo tanto creemos que muy pronto también se desmontará el andamio interior que había sido instalado en las gradas, y finalizará esta nueva remodelación de la iglesia.

*noticia en la web 14-12-11

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