Se celebró la misa de entrada del nuevo rector, Mn. Xavier Argelich Casals, el sábado 21 de noviembre de 2015 a las 12 del mediodía en la Iglesia de Santa María de Montalegre. A lo largo de la misa se leyeron varias moniciones por medio de las cuales se le entregó a Mn. Argelich la sede de la iglesia, el ambón, el altar, la Reserva y la llave del sagrario, una ceremonia de transmisión de la responsabilidad de la Iglesia de Santa María de Montalegre que realizaba el arzobispado de Barcelona a Mn. Argelich.
Como podemos recordar, hasta el 30 de septiembre de 2015, fue rector Mn. Francesc Perarnau. Así, a partir del 1 de octubre de 2015, Mn. Argelich ha asumido la responsabilidad de rector. Sin embargo, había que celebrar la santa misa para efectuar la transmisión y los signos.
La celebración la presidió el vicario episcopal del arzobispado de Barcelona, Mn. Joan Galtés, y concelebraron el vicario de la delegación territorial de Cataluña del Opus Dei, Dr. Antoni Pujals; Mn. Xavier Argelich; Mn. Francesc Perarnau; Mn. Joan Costa, párroco de Belén, parroquia a la que está adscrita la Iglesia de Santa María de Montalegre; Mn. Joan Cabot, arcipreste de la zona; y Mn. Carlos Palos. Al inicio de la misa el Dr. Pujals leyó el nombramiento, firmado por el cardenal arzobispo Lluís Martínez Sistach, mediante el cual se le entregó a Mn. Argelich la sede de la iglesia. Después de las lecturas, el vicario episcopal bendijo Mn. Argelich y con sus palabras le entregó el ambón con la significación del lugar donde se lee el Evangelio.
En su homilía, el vicario episcopal nos dijo que, en los sucesivos relevos de pastores de esta iglesia, debemos reconocer a Jesucristo, tanto en Montalegre con Mn. Argelich como en la diócesis con el nuevo obispo que tomará posesión próximamente. Confiamos nuestros pensamientos y deseos a la Virgen para que haga de nuestros pastores servidores de la Iglesia.
Seguidamente, y tras las oraciones, el vicario episcopal leyó la monición de la entrega del altar a Mn. Argelich para celebrar en ese lugar santo la Eucaristía. Una vez terminado el ofertorio, los siete sacerdotes subieron juntos alrededor del altar. Este fue un momento impactante dada la celebración solemne en la que estábamos participando.
Una vez terminado el rito de la Comunión, el vicario episcopal entregó la llave del sagrario de la Capilla del Santísimo a Mn. Argelich que llevó la Reserva con el manto humeral.
La parte final
Mn. Perarnau dirigió unas breves palabras diciendo que había dado gracias a Dios de forma reiterada por todo lo que había recibido y aprendido en los años que ha estado de rector en Montalegre. Y quiso destacar, entre las actividades y acciones desarrolladas más importantes, la del traslado del siervo de Dios José María Hernández Garnica, del cementerio de Montjuic de Barcelona en la Capilla del Santísimo de Montalegre, y, por supuesto, haber trabajado en bien de la Acción Social Montalegre. Finalmente deseó a Mn. Argelich que tengas mucho trabajo en esta casa que es la Casa de la Misericordia.
Mn. Argelich agradeció la presencia del vicario episcopal, del vicario de la delegación del Opus Dei en Cataluña y de los demás sacerdotes, en la representación que ostentaban. Dijo que Mn. Perarnau le ha dejado un cambio fácil porque ha formado buenos equipos de sacristanes, colaboradores, empleados, voluntarios anónimos, cantantes, organistas, etc. Manifestó os necesito a todos.
Y el vicario episcopal, Mn. Joan Galtés recordó que él le había dado la entrada en Montalegre a Mn. Perarnau y le dio las gracias por la labor realizada, y que esperaba de todo ello frutos de santidad.
Estábamos todos
El templo de Montalegre estaba lleno. Podíamos reconocer a muchos fieles habituales de la iglesia; también colaboradores, voluntarios y empleados de la Acción Social Montalegre; a fieles de la prelatura del Opus Dei; y a familiares y amigos de Mn. Perarnau y de Mn. Argelich.
Por último, como es habitual en Montalegre, había dos sacerdotes confesando y un tercero haciendo de Maestro de la ceremonia, Mn. Joan Juventeny. Las lecturas, los cantos, y el órgano romántico de la Casa, fueron a cargo de laicos y fieles colaboradores.
Aprovechamos la ocasión para destacar especialmente la labor de los sacristanes y los escolanos.
Isabel Hernández Esteban