JP2 by B16: Juan Pablo II, en el recuerdo de su amigo Joseph Ratzinger-Benedicto XVI

Juan Pablo II y Joseph Ratzinger

 Quien fuera la mano derecha de Juan Pablo II desde 1981 hasta el mismo día de su muerte, será el encaragado de elevarlo a los altares el próximo día 1 de mayo. Benedicto XVI conoce bien al futuro beato. Cuando era sólo cardenal decía: “fui inicialmente atraído por la directa y abierta sencillez humana y la calidez que emanaba”. Ante Juan Pablo II, “uno se sentía ante un hombre de Dios” (Seewald, Peter, Una vida para la Iglesia, Madrid 2007, Palabra, página 96).

En sus intervenciones, Benedicto XVI lo ha definido con palabras como fidelidad, entrega, firmeza o caridad. Ha explicado cómo fue valiente, con una fe sencilla, y cómo se enfrentó al mal en el mundo y cómo abrazó la cruz. Destaca su prodigalidad, su amor a la Virgen y su faceta mística. Ha analizado los momentos más importantes de su biografía, como su sacerdocio, su ordenación episcopal o su llegada a la cátedra de Pedro. He aquí una selección de textos de Joseph Ratzinger-Benedicto XVI sobre Juan Pablo II, que pueden acercar una personalidad cuya actividad tuvo un alcance arrollador.

– La caridad

– La fe sencilla

 El amor a Cristo

– El amor a la Virgen María

– La sensibilidad espiritual y mística

– La fidelidad y la entrega

– La cruz

– La firmeza

 La fortaleza

 La valentía

– La prodigalidad

 Su respuesta al mal

– El sacerdocio

– La llamada a ser obispo

– La llamada a ser Papa

– Su Paternidad Espiritual

– Un papa alemán tras un papa polaco: ¿providencial?

Marc Argemí


Jesús de Nazaret. Desde la Entrada en Jerusalén hasta la Resurrección

55 Preguntas sobre Jesús de Nazaret, 55 respuestas de Joseph Ratzinger-Benedicto XVI

Joseph Ratzinger-Benedicto XVI acaba de publicar la segunda parte de su biografía sobre Jesús: “Jesús de Nazaret. Desde la Entrada en Jerusalén hasta la Resurrección”. Se trata de un viaje hacia “las palabras y los acontecimientos decisivos de la vida de Jesús” (p. 9). Recoge y debate aportaciones de un gran número de investigadores sobre qué hay de cierto en los Evangelios. El resultado es un libro con respuestas a muchos de los interrogantes de la investigación teólogica pero también a muchas de las grandes preguntas del ser humano.
 Continúa en la siguiente dirección de blog:

Una victoria en favor de la verdad: la vida de Bernard Nathanson

Por Carolyn Moynihan
Publicado el 09 de marzo de 2011

Tomado de la Revista Temes d’Avui Octubre – Diciembre de 2010)

Durante las cuatro décadas de la guerra del aborto en los Estados Unidos se han producido muchos cambios de bando. Muchos que deberían estar en el lado pro-vida se posicionaron en las filas opuestas: el colectivo engañosamente llamado “Catholics for a free Choice” es el ejemplo más típico. Se trataba de seguir el camino fácil, ir con el flujo cultural dominado por las principales instituciones en los medios de comunicación y en la vida política.

Las deserciones desde el lado a favor del aborto, sin embargo, han sido mucho más dramáticas, por no decir heroicas. Norma McCorvey, la Jane Roe demandante de la causa del Tribunal Supremo que permitió la legalización del aborto en EE.UU, se convirtió en un oponente destacado del aborto y solicitó a la Corte Suprema que revocara su sentencia en el Roe v Wade. Muchos otros la han seguido en la renuncia pública de la matanza de niños no nacidos; la más reciente Abby Johnson, una joven empleada de la clínica de Texas de Planned Parenthood, cuya historia apareció el mes pasado en Mercatornet.

Pero ninguna conversión a la causa pro-vida alcanza la importancia y resonancia de la del Dr. Bernard Nathanson, uno de los defensores activos de la legalización del aborto, que murió el lunes a la edad de 84 años. El Dr. Nathanson hizo tanto como el que más para poner en marcha el aborto como medio anticonceptivo habitual, pero por esa misma razón, cuando se dio cuenta de cual era de verdad este “procedimiento”, empezó a escribir y a hablar intensamente para desacreditarlo.

Las guerras culturales -las que realmente importan- son siempre acerca de la verdad. Como obstetra y ginecólogo el Dr. Nathanson sabía que había un ser humano vivo en el vientre de una mujer embarazada, pero procuraba obviar este hecho científico. En primer lugar, tal vez, porque el aborto encajaba bien con su propio estilo de vida. En la universidad, en la década de los 40, dejó embarazada a su novia y utilizó dinero de su padre para pagar un aborto ilegal. “Fue mi introducción en el mundo satánico del aborto”, escribió más tarde. Después de instalarse en Nueva York dejó embarazada a otra novia y decidió abortar él mismo al niño, su hijo. iCuantas veces la negación de la verdad viene motivada por las propias fechorías!

El hecho de que muchos practicaban abortos ilegales chapuceros le pareció una excusa para participar en la campaña a favor de su legalización en la década de los 60. “El aborto ilegal es la causa principal de defunciones de mujeres embarazadas en 1967”, escribió. Las justificaciones allanaron el camino a la mentira. En Aborting America (1979), admitió:

“Despertamos suficiente simpatía para vender nuestro programa del aborto permisivo inventando el número de abortos ilegales que se hacían anualmente en los EE.UU. La cifra real se acercaba a 100.000, pero la cifra que se dio a los medios de comunicación en varias ocasiones fue de 1.000.000. Y la repetición de una gran mentira con suficiente frecuencia convence al público. El número de mujeres que morían por abortos ilegales era de 200 a 250 al año. La cifra con la que alimentábamos constantemente los medios de comunicación era de 10.000. Estas cifras falsas echaron raíces en la conciencia de los americanos, convenciendo a muchos de que necesitábamos desmontar la ley contra el aborto.”

Otra mentira –la que se dice a la hora de promover aborto- fue la del nombre dado a la clínica abortiva de Nueva York donde el Dr. Nathanson, como director y por su propia cuenta, “presidió más de 60.000 muertes” entre 1970 y 1972: Centro de Salud Sexual y Reproductiva. La “salud” en la frase insensibilizadora, ahora familiar, “salud sexual y reproductiva”, es válida quizá en el sentido de la prestación de abortos que no matan a las mujeres, pero viene acompañada necesariamente del 100 por ciento en la tasa de mortalidad de los niños por nacer.

¿Qué hizo cambiar de opinión al cruzado defensor del derecho al aborto y, más importante, a su corazón? En parte fue la presión social: su perfil público como abortista hizo que fuera menospreciado en los círculos médicos legítimos y dañó seriamente su prestigio como obstetra. Sin duda, influyó también el fervor de los movimientos pro-vida que surgieron en oposición a la campaña a favor del aborto, de los que se hizo eco en un artículo publicado en 1974 en el New England Journal of Medicine.

En ese artículo el doctor Nathanson ya manifestó sus dudas acerca del aborto y del “slogan” que se utilizaba para justificarlo: ” no puede ser vida humana lo que no puede existir de forma independiente”. Se levantaron “serias dudas en mi mente acerca de si la vida humana existía dentro de la matriz desde el comienzo mismo del embarazo…” ¿Por qué? Porque la tecnología estaba mostrando que eran unos mentirosos los que defendían otra cosa.

“La evidencia electrocardiográfica de la función cardíaca que se había encontrado en embriones de seis semanas. Los registros electroencefalográficos de la actividad cerebral humana que se habían observado en embriones de ocho semanas. Nuestra capacidad para medir señales de vida se hace cada día más sofisticada, y con el paso del tiempo seremos capaces sin duda de hallar señales de vida en las etapas más tempranas del desarrollo fetal.” Realizó su último aborto en 1979.

Los activistas pro-vida fueron los primeros en mostrar al Dr. Nathanson la verdad acerca del niño no nacido, la tecnología fue la segunda fuente de luz. Las imágenes por ultrasonido se desarrollaron rápidamente por aquel entonces, y fueron estas imágenes del niño en el vientre las que finalmente lo convencieron de que en un aborto muere un verdadero ser humano. En 1985 hizo el cortometraje famoso y electrizante El grito silencioso, utilizando imágenes de ultrasonido en tiempo real, en que se muestra como un niño de 12 semanas intenta defenderse de los instrumentos de los abortistas. En 1987 se produjo otra película, El Eclipse de la Razón, que muestra un aborto tardío (cinco meses) con sus detalles horripilantes y estremecedores. Esta última película contiene testimonios de varios ex-abortistas.

En la presentación de El Eclipse de la Razón el actor Charlton Heston, señaló que desde 1973 se habían realizado más de 20 millones de abortos en los EE.UU. Sin embargo, a pesar de la importancia de la cuestión y el gran debate público al respecto, nunca se ha mostrado un aborto completo en la televisión. Los medios de comunicación han omitido lo que dicen que es su trabajo: informar al público, en este caso sobre los hechos del aborto.

Hoy en día cualquiera puede ver los videos del Dr. Nathanson y otros acerca del aborto en YouTube, pero ninguna de las cadenas principales de televisión ha mostrado estas imágenes. Incluso la colocación de carteles por los manifestantes pro-vida es ocasión de problemas; como si ellos trataran de cometer una acción peor que la de las personas que hacen la matanza. Como el Dr. Nathanson observó, hay una conspiración en las instituciones para ocultar la verdad.

Fueron incansables sus esfuerzos para rectificar las mentiras. Además de sus películas, los libros -en particular, Aborting America (1979)- y ciclos de conferencias por todo el mundo. Perdió amigos de su período pro-aborto, y de entre sus antiguos colegas, pero encontró nuevos amigos en el movimiento pro-vida.

Joan Andrews, una ardiente defensora del niño no nacido, que pasó más de un año en la cárcel por bloquear las entradas de las clínicas abortivas, tuvo con él una amistad particularmente estrecha. Tenía más de 40 años antes de casarse con Chris Bell, y cuando quedó encinta le pidió al Dr. Nathanson que la atendiera en su gestación. Fue una decisión bien valiente la de Joan al tomar un ex abortista para que cuidara el desarrollo de su hijo. La confianza que ella mostró en el Dr. Nathanson fue una gran ayuda para reconciliarse consigo mismo por todo el daño que había hecho a madres y niños.

Joan actuó como madrina del Dr. Nathanson, cuando fue bautizado en la Iglesia Católica por el Cardenal John O’Connor en 1996. No era necesario, pero sí muy apropiado, que el médico que solía describirse a sí mismo como un “judío ateo” presentara en un libro titulado La Mano de Dios su itinerario pro-vida. El sacerdote que le instruyó en la fe católica, el Padre C. John McCloskey, calificó el libro como “una de las autobiografías más importantes del siglo XX”, que presenta “la inhumanidad del hombre y la posibilidad de redención”.

Todos aquellos asesinatos –de los 75.000 de los que se hizo responsable, 5000 los ejecutó él mismo y 10.000 fueron realizados por sus internos en St Lukes Hospital en Manhattan- crearon una deuda de justicia de restitución imposible. La carga sobre su conciencia hubiera sido terrible, insoportable, sin una fe que le asegurara el perdón. La deuda estaba perdonada; quedaba compensar por el mal. Joan Andrews Bell dice “se sometió a grandes privaciones” .

Siempre se acusaba: “Yo soy de los que ayudaron a marcar el comienzo de esta era de barbarie”, escribió en La Mano de Dios. Y, “conozco bien cada faceta del aborto. Yo ayudé a alimentar la criatura en su infancia con grandes cantidades de sangre y dinero. La dirigí en su adolescencia hasta su desarrollo irresponsable y fuera de control”.

El New York Times presentó esta última frase de manera crítica, como un mero recurso retórico del Dr. Nathanson para dejar boquiabierta a la audiencia. No es sin embargo más que una muestra de su profunda sinceridad y del heroísmo con que en su momento dio un vuelco completo a sus ideas y a su vida. Se ha ganado bien el derecho a ser tenido como uno de los héroes de la dignidad humana.

Carolyn Moynihan es editora adjunta de MercatorNet.

INGLATERRA: El “lobby” homosexual está de enhorabuena

 

Esta es la impresión con la que uno se queda después de leer dos artículos escritos por la columnista Melanie Phillips en el Daily Mail y accesible en la edición digital Mail Online el 24 de enero y el 14 de febrero pasados.

“¿Que tendrán que ver las matemáticas, la geografía o las ciencias naturales con la homosexualidad?” se pregunta la columnista. “Pues aunque parezca mentira los escolares ingleses están siendo bombardeados con referencias a la homosexualidad en esas materias.” Y explica que los profesores, tendrán que seguir los contenidos educativos marcados por el Gobierno, deberán hacer considerar a sus alumnos por qué los homosexuales se desplazan del campo a las ciudades, o les harán estudiar los censos de población para que sepan cuantos homosexuales pueden encontrar en sus lugares de residencia o les hablarán de algunas especies animales, como lo pingüinos emperador o los caballitos de mar, en las cuales el macho toma un papel preponderante en el cuidado de sus crías.
Todo ello formando parte de una vasta campaña por la cual se quiere destruir el concepto de comportamiento sexual normal. “Lo que antes no era permisible primero se convierte en tolerable y finalmente se hace obligatorio”, señala Phillips. Defender los valores tradicionales en cuanto a la sexualidad y el matrimonio heterosexual se refiere es considerado fanatismo, intolerancia, y, por supuesto, puede convertir a los que así piensan en criminales que no respetan las leyes. El matrimonio Bull que no quiso alojar en su pensión a una pareja de homosexuales ha sido denunciado por ello, agencias de adopción que denegaban la concesión de un bebé a parejas del mismo sexo han sido forzadas a cerrar, algunos funcionarios que se negaban a oficiar uniones civiles homosexuales han tenido que dar marcha atrás…
Sorprendente es el episodio protagonizado –a su pesar, me imagino– por el Dr. Hans-Christian Raabe. Nos cuenta Phillips, en su columna del día 24 de enero, que el doctor fue nombrado miembro del Advisory Council on the Misuse of Drugs (Consejo Asesor sobre el abuso de drogas) por su conocimiento del tema, basado más en la prevención del uso de drogas que en el tratamiento posterior de los drogadictos. Pero cuando uno lee el artículo del 14 de febrero se entera de que el Dr. Raabe ha sido cesado en su puesto de Asesor del Consejo, sin ni siquiera haber tomado posesión del cargo.
“¿Su crimen? Ser coautor de un documento que afirmaba que el 25% de los pedófilos eran homosexuales”. Lo curioso del caso es que el mismo Ministerio del Interior en un informe publicado en 1998 había hecho referencia a un estudio que “sugería razonablemente que entre un 20 y un 33 por cierto de los abusos sexuales a niños son homosexuales por naturaleza”.
El Dr. Raabe declaró al Daily Mail: “He sido discriminado a causa de mis opiniones y creencias que están en consonancia con las enseñanzas de la mayoría de las Iglesias. Esto establece un peligroso precedente: ¿Estamos diciendo que ser cristiano constituye actualmente un impedimento para ejercer cargos públicos?”
Lo cierto es que, no sólo en Inglaterra, sino también en la gran mayoría de países desarrollados, se está llevando a cabo una campaña tremenda de desprestigio contra los valores tradicionales y contra aquellos que los sustentan.
Dice Melanie Phillips que “la llamada guerra de la cultura que se está llevando a cabo entre los que quieren destruir el código moral del mundo occidental y los que luchan por defenderlo es simplemente el tema interno más urgente con el que nos enfrentamos.” Y yo no tengo más remedio que decir que estoy totalmente de acuerdo.
 
Vicente Font Boix
Para saber más:
 
(*) Joseph R. McCarthy fue 10 años senador por Wisconsin en Washington. Él y sus colaboradores se hicieron famosos por alentar unas investigaciones a funcionarios norteamericanos y otras personas (como artistas) como sospechosos se der agentes soviéticos o simpatizantes del comunismo.
Por extesión el término Macarthismo describe el estado de persecución anticomunista que se vivió en los EEUU durante los años 50, en plena guerra fría y guerra de Corea. Los procesos contra personas sospechosas se denominaron “caza de brujas”. Macarthismo y caza de brujas se han convertido en sinónimos para referirse a cualquier actividad, especialmente promovida desde el poder para reprimir puntos de vista (legales, políticos, sociales…) no favorables a la opinión dominante, con frecuencia recortando o suspendiendo derechos civiles con la excusa de defender altos principios, como la seguridad nacional.
 

Entrevista a Roland Joffé, director de la película de próximo estreno “There Be Dragons”.

Por Jesús Colina – Zenit.org
Publicado el 15 de enero de 2011

“Encontrarás dragones” se estrena el próximo 25 de marzo en España Anuncia la Productora Mount Santa Fe.
MADRID, miércoles 12 de enero de 2011 (ZENIT.org).- La película que cuenta con una interpretación libre de la figura de san Josemaría Escrivá, el único personaje histórico del filme, se estrena en España el próximo 25 de marzo, según anunció la Productora Mount Santa Fe. El estreno mundial de la última película del oscarizado director británico Roland Joffé (La Misión-Killing Fields) “Encontrarás Dragones (http://www.therebedragonsfilm.com), y que será distribuida en España por Aurum, será el próximo 25 de Marzo de 2011
“Encontrarás Dragones”, es un drama épico, centrado en la investigación que Robert (Dougray Scott), periodista español, está realizando sobre una serie de acontecimientos acaecidos durante la guerra española de 1936-1939, que tuvieron como protagonista a su propio padre y a un joven sacerdote, Josemaría Escrivá de Balaguer (Charlie Cox).
A través del relato de su padre, Robert va a descubrir una terrible historia de traición, celos y muerte, pero también de redención y perdón con el terrible trasfondo que supuso la guerra en un país enfrentado entre sí.
En esta superproducción, participan actores como: Charlie Cox (Stardust, Casanova); Wes Bentley (American Beauty); Dougray Scott (Hitman, Misión Imposible 2); Olga Kurylenko (Centurión, Quantum of Solace); Rodrigo Santoro (Che, 300); Ana Torrent (Las Hermanas Bolena, Tesis); Unax Ugalde (Bon Appétit, Amor en los Tiempos del Cólera); Jordi Molla (La Buena Estrella).
El equipo técnico de la película dirigido por Roland Joffé, cuenta además con Eugenio Zanetti como diseñador de producción (premio óscar por Nicolas&Alejandra); Michéle Burke maquillador (óscar por Drácula y En Busca del Fuego); Ivonne Blake, vestuario (ganadora de un Goya); Gabriel Beristáin, fotografía; Rafael Solórzano, efectos especiales (ganador de dos
Goyas).
Al inicio del año 2011, en el que se celebrarán los 75 años del estallido de la guerra civil española, Joffé ha querido compartir las convicciones que compartirá con quien vea esta película.
 
Ofrecemos a continuación la entrevista con el director Ronald Joffé:
 
–¿A qué alude el título de la película “There Be Dragons”, “Encontrarás dragones”?
–Roland Joffé: Los mapas medievales calificaban los territorios desconocidos con las palabras “Hic sunt dragones”, “aquí hay dragones”. Cuando comencé a investigar sobre el tema y a escribir el guión, dado que realmente no sabía lo que me esperaba ni cómo acabaría, “Encontrarás dragones” me pareció un título apropiado. Era como si me saliera de mi mapa y me adentrara en un territorio inexplorado al tocar temas como qué es la santidad, temas de religión y de política del siglo XX, el pasado de otro país. Me había golpeado la afirmación de Josemaría: a Dios se le encuentra en “la vida ordinaria”, y esa vida ordinaria, en su caso, fue la guerra civil española. Me pregunté: ¿cómo es posible encontrar lo divino en la guerra? Pero la misma pregunta puede hacerse sobre todos los desafíos fundamentales de la vida, y sobre la manera en que los afrontamos: cómo respondemos al odio y al rechazo, o al deseo de venganza y justicia. Todos estos dilemas aumentan en tiempo de guerra. Estos dilemas son, en cierto sentido, los “dragones” de la película, momentos de inflexión en nuestras vidas en los que afrontamos opciones decisivas. Opciones que afectarán a nuestro futuro. “Encontrarás dragones” habla de las diferentes opciones que asume la gente en esos momentos de inflexión –tentaciones, si usted quiere– y de lo difícil que es –y necesario– huir de los ciclos de odio, resentimiento y violencia.
–La película tiene lugar en el contexto de la guerra civil española, que en cierto sentido es el paradigma de la violencia que genera violencia, la violencia sin sentido. En este escenario de violencia fratricida, ¿hay espacio a la esperanza?
–Roland Joffé: Sí, pero es sumamente difícil. Entre las personas hay demasiados hechos abominables, horrendos, que parecen imposibles de perdonar, de rescatar, imposibles de superar. iPero el perdón es posible! Los ciclos de violencia pueden detenerse, como lo demostró el presidente Nelson Mandela en Sudáfrica. El perdón ha sido posible para muchos héroes en Ruanda, y ha sido ofrecido y aceptado por muchos valerosos palestinos e israelíes. Josemaría aseguró que las personas normales son capaces de ser santas, y creo que se refería a esta clase de perdón heroico. La inagotable posibilidad de perdonar deja espacio a la esperanza. Pero el precio es alto: exige un profundo sentido de lo que es plenamente humano, un profundo sentido de compasión, y una resolución firme, y sí, heroica, para no quedar atrapado por los odios imperantes, sino luchar contra ellos con un amor inquebrantable.
Buena parte de la trama de la película se desarrolla durante la guerra civil española, pero se despliega entre ese telón de fondo y el año 1982. Hay muchas generaciones involucradas en esta historia: el pasado proyecta una sombra sobre el presente. Lo que las une es Robert, un periodista a quien se le ha pedido que haga una investigación sobre Josemaría Escrivá en tiempos de su beatificación. Poco a poco descubre que su padre, Manolo, fue en la infancia amigo de Josemaría, y que estuvo en el seminario con él, aunque luego sus vidas tomaron caminos totalmente diferentes. Robert y Manolo se han alejado, pero la película les une según va revelando la terrible verdad sobre el pasado. Por tanto, es también la historia de un padre y un hijo, y la historia de la verdad que necesitan afrontar para superar lo que les separa. Es sobre todo una película sobre el amor, sobre la fuerza de su presencia y sobre el árido y aterrador mundo en el que vivimos con su ausencia.
Las guerras civiles son mucho más atroces porque enfrentan a hermano contra hermano, familia contra familia. Al final de la guerra civil española, se contaba medio millón de muertos. Una guerra civil es una poderosa metáfora de una familia. Al igual que en las guerras civiles, los miembros de la familia toman partido y se desgarran; los antiguos resentimientos se convierten en manantiales de odio. No le perdonamos a nuestra tía lo que ha hecho, no nos hablamos con nuestro padre porque dejó a nuestra madre, no nos hablamos con nuestra madre porque se fue con otro, o no nos hablamos con nuestro hijo porque escogió una profesión diferente de la que esperábamos. Estas son las guerras civiles de nuestra vida ordinaria. “Encontrarás dragones” habla de estos dos tipos de guerra civil.
Fundamentalmente, todos tenemos que optar entre dejarnos vencer por nuestros resentimientos o encontrar la manera de conquistarlos. Puede verse la vida como una serie de injusticias, de rechazos y heridas, o como una serie de oportunidades, de ocasiones, para vencer a esos dragones a través del poderoso deseo de sustituir el odio por el amor y la unidad. Muchos albergan en su interior ese amor para tomar esta heroica opción. Se dan cuenta de que pueden tomar la opción de ser libres. Tienen la fuerza de carácter para comprender que el odio es una prisión. Nadie que odia puede ser libre. ¿No hemos visto acaso tantos ejemplos de esto en los años transcurridos desde la primera guerra mundial? Por otro lado, cuando las personas optan por el amor, el observador imparcial puede ver en ellas el sentimiento de libertad, de compasión, de generosidad.
Al final, todos nos encontramos ante estas opciones. Incluso a Robert, el agnóstico y el materialista, se le pide que elija entre el amor y el odio, que en cierto sentido se enfrente al mundo con amor, o como dice Aline, que “se enfrente a Dios con el amor”.
Para mí la película habla de esto. El perdón deshiela lo que ha quedado congelado. Toca lo humano en el interior de quien ha sido perdonado, así como toca lo humano en el interior de quien perdona. El amor no siempre es fácil, no puede serlo. No puede proceder de una actitud de superioridad, sólo puede proceder de una actitud de humildad y de humanidad. Y, sin embargo, su belleza es poderosa. Dice: “Sí, sal de ti mismo. ¿Crees que no puedes perdonar?”. Pues bien, no sabrás si puedes perdonar hasta que no perdones. Y, ¿cómo puedes perdonar? Para perdonar necesitas identificarte con el otro. Perdonas poniéndote en la piel del otro. Debes dejar de demonizarlo, no puedes decir “Soy mejor que él, yo nunca podría hacer eso”. Por el contrario, tienes que mirar a la persona y decirte: “podría ser yo”. Por tanto, sí, hay espacio a la esperanza, incluso en las circunstancias más dolorosas, trágicas y terribles, donde la esperanza parece imposible.
–¿La película se dirige a creyentes o a no creyentes?
–Roland Joffé: “Encontrarás dragones” se toma la fe en serio; se toma la santidad en serio. Pero su interés va mucho más allá de un público religioso. Su pregunta presupone una separación que, en realidad, es falsa. Todos vivimos en un mundo perturbado, todos tenemos que afrontar el dolor y la alegría de la vida ordinaria, y aunque recurramos a diferentes interpretaciones de la realidad sobre esta experiencia, al final todos moramos en el mismo mundo desgarrado y perturbado.
Es una película sobre creyentes y no creyentes. Quedé profundamente impresionado por la convicción de Josemaría de que todos somos santos en potencia, por su fe en que cada quien es en última instancia capaz de acabar con sus propios dragones. Espero que la gente que vea la película lo descubra en sus propias luchas con sus dragones y que comprenda que ningún santo ha llegado a serlo sin haber luchado.
La película también habla de muchas formas de amor. El amor de Ildiko por Oriol es una forma particular de amor. Su amor apasionado por edificar un mundo mejor es otra forma de amor. El amor de Manolo por Ildiko es también otra forma de amor, aunque esté atado por los celos y el resentimiento. El amor que anhela Manolo y que acaba recibiendo es también otra forma particular de amor. Estos diferentes tipos de amor se unen como en una tela de araña, formada por hilos individuales: cada hilo parece estar separado, pero luego la realización de la tela muestra que todos ellos forman parte de un conjunto más grande, que están unidos a la misma realidad, orientada hacia el mismo punto, hacia el mismo centro. Al final, todos estos hilos diferentes de amor, que parecen tan diferentes, convergen en un punto fundamental: “¿Este amor es más grande que el amor propio?”. Esta es una pregunta importante. Y a ella se dedicó buena parte de la política de los inicios del siglo XX. De todos modos, plantea otra cuestión de una gran complejidad. Si este amor apasionado se basa en un ideal, o en una idealización, si consiste en la aceptación de un solo modelo de comportamiento humano, ¿cómo puede evitar caer en el fanatismo o la demonización? Desde tiempos de la Ilustración, esta ha sido una cuestión fundamental. En nombre del amor de un bien más grande, cuántos actos inhumanos se han cometido. Me parece que sólo si se comprende la trágica falibilidad de todos los seres humanos y de todos los comportamientos humanos podemos encontrar la senda del entendimiento y de esa profunda empatía, ese sentido de identificación con el otro, que libera de la demonización y de las espirales de violencia sin esperanza.
No se trata de una película católica, sino que trata de un tema clave en la teología cristiana y en todas las iglesias cristianas, así como en muchas otras religiones. Todas las religiones comprenden que los seres humanos, en sus relaciones unos con otros, toman opciones divinas, opciones que afectan profundamente a la vida de los demás y al mundo que les rodea. Esta interconexión constituye el fundamento del amor: lo que hacemos a favor o en contra de los demás nos afecta a nosotros y a ellos porque todos estamos unidos los unos a los otros.
–¿Hasta qué punto su personaje de Josemaría Escrivá, que hoy es un santo de la Iglesia católica, se basa en hechos o es un producto ficción?
–Roland Joffé: De todos los personajes de la película, Josemaría es el único que ha existido históricamente, el único sobre el que abundan testimonios y pruebas. Creo que la representación de Josemaría que ofrecemos de su sensibilidad, su sentido del humor, que indudablemente tenía, surge de los acontecimientos de su vida y es en realidad muy cercana a lo que fue él en realidad. He querido encontrar un punto de vista honesto al trazar su perfil, y tomar su fe en serio, como él lo hizo. Supongo que en el caso de los santos es algo típico ver en ellos, en extraña oposición con la pecadora de corazón de oro, a hombres con corazón de plomo; pero esto no es más que un cómodo convencionalismo. De hecho, la historia de Josemaría es la de un hombre que logra el éxito extraordinario de simplificar su vida entorno a un amor a Dios auténtico y poderoso. Este amor a Dios se convierte en un principio organizador que le da forma, así como una especie de sencillez y fuerza.
Pero esto no hace que sea aburrido o soso, pues este amor se dio en el mundo real, y el fruto de esta existencia en el mundo real, y con frecuencia cruel, es en todo hombre honesto la duda. Dudar de Dios y dudar de la bondad. Esta duda es sumamente fecunda. El amor no es algo caído del cielo, como algo sine qua non. Hay que luchar por él. Es lo que, como seres humanos, debemos llevar a la mesa. Tenemos que encontrar este amor profundo en nosotros mismos, comprendiendo la belleza escondida de nuestra fragilidad y de la fragilidad de los demás. En un sentido profundo que ilustra, me parece, la historia de Cristo. Si somos creyentes, tenemos que seguir buscando ese amor profundo en nosotros mismos y ofrecerlo a Dios y a su creación. Si no somos creyentes, tenemos que seguir buscándolo y ofreciéndolo a los demás, sin tener en cuenta su política, raza o religión.
–¿Tenía usted ideas sobre la manera de presentar la guerra civil española o sobre algunos personajes, como san Josemaría Escrivá?
–Roland Joffé: No sabía mucho sobre Josemaría antes de que me pidieran grabar la película. Esto es lo que sucedió: un día, uno de los productores de la película vino a Holanda para convencerme e que hiciera la película. Traía varios libros y materiales, incluido un DVD sobre Josemaría. Tuvimos una comida muy, muy agradable y, regresando a casa, a pie, pensaba: “No tengo ganas de hacer esta película. Tengo otro proyecto ambientando en la India, y he trabajado mucho para lograrlo”. En otras palabras, pensaba que era un ofrecimiento muy, muy bueno, y había apreciado realmente la comida, pero pensaba rechazarlo.
Era una noche de verano, de manera que salí al jardín, con una copa de vino en la mano, puse el DVD en mi lector, y me senté ante el ordenador para escribir una breve carta que decía: “Querido X, muchas gracias. Aprecio el que haya emprendido todo este viaje, pero pienso que verdaderamente usted debería buscar en otro lado”.
 Mientras tanto, el DVD seguía funcionando. Un momento de la narración llamó mi atención: Josemaría se dirigía a una multitud, en Chile, quizá, o en Argentina, no estoy seguro del lugar, y una joven levanta la mano y dice: “Tengo una pregunta, soy judía”.
Y Josemaría responde: “Sí, dime, por favor”.
Ella añade: “Mi más ferviente deseo es convertirme al catolicismo”.
Josemaría: “¿Sí?”.
Ella sigue diciendo: “Pero soy menor de edad y mis padres no me lo permiten”.
Josemaría, sin pestañear, responde: “Te digo que seas muy buena con tus papás. Que tengas paciencia, que reces. No muestres ningún gesto de insurrección. ¿Está claro? Quiere mucho a tus papás […] Y jamás una palabra de crítica de tus papás. Has de amarlos con toda el alma. Y mostrarlo con los hechos. ¿De acuerdo? Buena hija serás de Cristo si buena hija eres de tus papás”.
Al ver ese momento del vídeo, me decía: “iQué momento maravilloso! Qué momento maravilloso, inesperado, y sobre todo viniendo de una organización de la que todo el mundo se esperaría que dijera lo contrario”. Estaba mirando a mi ordenador y me decía: “Espera un momento”. Apagué el DVD. Dejé de escribir la carta. Me puse la gorra de director de cine y escribí una escena en la que Josemaría aparece con un hombre, a punto de morir, a quien ya conocía, que le dice que es judío y que su sueño es convertirse.
Escribí la escena de cabo a rabo, sin dejar de pensar: “tengo realmente ganas de ver esto en una película. Pero, no lo veré nunca si no hago la película, ¿verdad? ¿O enmarcaré esta escena en otra película?”.
En lugar de la primera carta que me disponía a redactar, escribí: “Querido X, estoy verdaderamente interesado en este proyecto, a condición de disponer de toda la libertad de creación para hacerlo como quiero, y que usted no cuente conmigo para seguir una línea de parte, y si usted acepta el hecho de que no soy muy brillante y que lo haré lo mejor posible, pero que tengo que seguir mi propia verdad. Si usted está de acuerdo, me gustaría hacer verdaderamente este proyecto”.
Esto es más o menos lo que sucedió. No tenía ninguna idea preconcebida sobre Josemaría, había escuchado algo sobre él, pero sobre todo fue este pasaje del DVD el que suscitó mi interés para realizar la película. Me encontré ante la historia de un hombre, y al leerla tomé conciencia de que realmente respetaba a este hombre. De hecho, más que un simple respeto, sentía que encarnaba algo de su combate, que interpelaría a todos los seres humanos de una manera maravillosa, y que esta historia que quería contar es la que cuenta esta película.
La guerra civil española era también complicada de afrontar. Hubiera sido fácil tomar partido, pero de este modo hubiera traicionado el eje central de la actitud con que quería contar esta historia. La historia, como bien se sabe, es partidista, escrita por los vencedores y reescrita por los vencidos. Muchos creerán simplemente el rumor o la leyenda que les parecerá más agradable y estoy seguro de que tendremos que afrontar ciertas opiniones sobre lo que es o era el Opus Dei, sobre quién era Josemaría, y sobre lo que realmente fue la guerra civil española.
Quise mostrar lo que sucedió en España durante la guerra civil sin espíritu partidista. De hecho, España vivió, en un período de tiempo muy condensado, lo que Gran Bretaña, por ejemplo, experimentó y absorbió durante un centenar de años: revolución industrial, ideologías de lucha de clases, sin contar que España había perdido su imperio y la estabilidad económica. Para la sociedad española, era muy fácil fracturarse y, según la mentalidad de la época, era muy fácil abrazar opiniones totalmente opuestas y radicales sobre la justicia social, el papel de la Iglesia, etc. Al final, según es propio de la naturaleza de estas tensiones sociales, las posiciones más extremas comenzaron a marginar las demás. Con la debilitación del centro, los dos polos opuestos comenzaron a hacerse más fuertes.
En la guerra civil española, los dos bandos tenían ideales y su propio sentido de la virtud. Como los movimientos políticos del resto de Europa, las personas de los dos lados de la demarcación política comenzaron a diabolizar al otro campo.
Pero las divisiones, que en Europa se convirtieron en divisiones nacionales, en España fueron fratricidas y dejaron cicatrices psicológicas profundas y difíciles de cicatrizar. Lo que sucedió en España fue una herida que realmente desgarró a familias de la manera más dolorosa y atroz. El hermano tomó una opción diferente a la de su hermano, ¿pero esto significa que ya no eran hermanos? Si esto significa que ya no eran hermanos, si queremos matar a nuestros hermanos a causa de aquello en lo que creemos, entonces, ¿no tendremos que preguntarnos por el valor de nuestras opciones?
–La realización de esta película, ¿ha influenciado en cierto sentido su vida personal?
–Roland Joffé: Déjeme que se lo explique: no soy muy religioso, pero me han pedido que escriba sobre un hombre que lo era. Tuve que tomar distancia y decirme: “Cuando escribo sobre Josemaría, tengo que aceptar tal cual –de manera total, honesta y sincera– todo lo que Josemaría me dice sobre lo que contó para él, aquello a lo que consagró su vida, su experiencia religiosa. Tengo que informarme lo más posible sobre su experiencia religiosa, sin prejuicios, honestamente, y dejarme interpelar”.
He leído mucho sobre la experiencia religiosa. He experimentado emoción y alegría al descubrir cuántos hombres de ciencia (en particular, físicos) han vivido una experiencia profunda de Dios, y me ha conmovido el ver que la separación entre la ciencia y la religión, que se ha convertido en el pensamiento dominante de nuestra época, en realidad era falsa. He acabado por comprender que el gran descubrimiento de la física moderna consiste en que nuestra percepción de la realidad se basa en modelos fabricados por nuestro cerebro y que, por tanto, existen numerosos modelos de realidad.
Muchos son insuficientes para explicarlo todo, aunque apropiados para explicar algunas cosas; nos proponen una nueva manera de comprender lo que debería ser la realidad o las realidades y esta comprensión no excluye la idea de Dios o una dimensión espiritual del inmenso universo en el que moramos, sino que más bien nos muestra que la manera en que la ciencia nos ha llevado a redefinir y reinterpretar la realidad nos ofrece también una oportunidad para reinterpretar y redefinir lo espiritual.
No sé muy bien en qué medida, en estos años, me ha afectado esta experiencia. Creo que algo profundo necesita algo de tiempo para revelarse por lo que realmente es. He experimentado una sensación muy particular al grabar “Encontrarás dragones”: más que una experiencia solitaria, como había creído, se trata de una experiencia sumamente interesante, para nada solitaria.
El poder pensar, de repente, “Deja a un lado mis respuestas fáciles y vive simplemente con la pregunta”, ha sido para mí maravillosamente convincente, y me ha permitido sentirme muy, muy cerca de este proceso de vida de una manera que no hubiera creído posible. Y ahora no sé muy bien a dónde todo esto va a llevarme.
 
Jesús Colina. Zenit.org
 
 

¿Cómo pudimos equivocarnos tanto?

El autor del artículo, arquitecto, pintor y diseñador, instigó un manifiesto en los sesenta contra la continuación de las obras de la Sagrada Familia. Pero tras una reciente visita al templo, revisa su oposición a los trabajos recién terminados.

OSCAR TUSQUETS BLANCA

TRIBUNA: REGRESO A LA SAGRADA FAMILIA… Y, ‘MEA CULPA’.

EL PAIS.

A principio de los sesenta, aún en la universidad, fui uno de los instigadores de un manifiesto abiertamente contrario a la continuación del templo de la Sagrada Familia que contó con el apoyo incondicional de toda la intelligentsia de la época, de Bruno Zevi a Julio Carlo Argan, de Alvar Aalto a Le Corbusier. Aunque tras su publicación la reacción fue contundente y las obras en vez de detenerse cobraron nuevos bríos, continuamos convencidos de que constituían un error monumental.

Ahora, tras la consagración papal del templo, me he replanteado la cuestión. Mis dudas comenzaron cuando veía levantar la majestuosa nave central. Mi rechazo se tambaleó algo más cuando Alfons Soldevila -excelente arquitecto de avanzado leguaje tecnológico- me aseguró que si conociese profundamente la obra cambiaría de opinión, que era el edificio más importante del siglo XX y que estaba dispuesto a demostrármelo. Invitación que he aceptado para escribir estas líneas con conocimiento de causa. He visitado el templo de abajo a arriba (más de 60 metros de altura) con Alfons y Josep Gómez Serrano -uno de los arquitectos directores de su estructura- y he quedado anonadado.

Cierto es que en las partes que Gaudí dejó sin definir se presentan dos problemas graves: uno es que los continuadores -aunque con encomiable entusiasmo han llevado la obra adelante acertando en lo fundamental- no han tenido ni el talento de Jujol para interpretar a Gaudí en lenguaje gaudiniano ni el talento de Scarpa o de Albini para dialogar con él en un lenguaje personal, lo que provoca que casi todos los detalles no definidos por el Maestro choquen. Barandillas de inox y vidrio, spots luminosos, pavimentos, claves de bóveda, vidrieras y, en general, todos los elementos decorativos, no están a la altura del conjunto. Verdad es que estos acabados no consiguen desvirtuar la inmensa calidad del monumento y que son relativamente fáciles de sustituir en un deseable futuro. El segundo y más grave problema es la dificultad de encontrar artistas contemporáneos capaces de llevar adelante los proyectos figurativos del Maestro. En las fachadas, Gaudí pretendía, como en las catedrales medievales, explicar en imágenes la Historia Sagrada. Ya a principios del XX esto no era fácil pero el genio de Gaudí lo solventó, rozando el kitsch, en la Fachada del Nacimiento con estos muros que se arrugan formando figuras, muchas de ellas obtenidas sacando moldes de personas y animales reales (George Segal medio siglo antes). El penoso resultado escultórico de la Fachada de la Pasión revela la dificultad de proseguir esta andadura. Queda por levantar la fachada principal, la de la Gloria. Encontrar en el mundo un artista contemporáneo capaz de afrontarla es un desafío tremendo. La figuración está en un momento difícil, la de contenido religioso mucho más, y la capaz de transmitir la Gloria de la Resurrección, extinta. El arte contemporáneo ha dado muchas crucifixiones pero ninguna resurrección notable.

Pero vayamos a lo fundamental: la objeción de más peso contra la continuación del Templo siempre ha sido que no sabíamos cómo lo habría hecho Gaudí, un arquitecto que improvisaba en obra, que sus planos y maquetas habían sido destruidos al inicio de la Guerra Civil, y que cualquier interpretación constituiría inevitablemente una traición al artista. Esto es una verdad a medias. Gaudí dibujó e hizo maquetas de tres proyectos sucesivos al inicio de la construcción. El primero, al que corresponde la Fachada del Nacimiento y su cubista cara interior, es aún respetuoso con el lenguaje gótico. El segundo es mucho más orgánico. El tercero es absolutamente original, innovador, deslumbrante. De este tercer proyecto, que él consideraba definitivo aunque no lo pudiese ver completado en vida, hizo una maqueta a escala 1/10 por cuyo interior podías pasear. Es cierto que esta maqueta fue hecha añicos, pero existen excelentes fotografías y ha podido reproducirse con muchísima precisión. La fidelidad de esta reconstrucción se ha visto favorecida porque, a pesar de su apariencia aleatoria, esta obra se basa en estrictas geometrías. Parece ser que Gaudí, escarmentado por los problemas que había tenido en la fachada de La Pedrera, decidió recurrir a una rigurosa estructura geométrica en el Templo. Son geometrías complejas -paraboloides hiperbólicos, hiperboloides, polígonos regulares que giran en espiral en ambos sentidos formando los fustes de las columnas…- pero que, una vez definidas, no aceptan interpretaciones, se pueden reconstruir a escala 1/10 o diez veces mayores. Esto es lo que se ha hecho en la nave hoy prácticamente acabada. Si la arquitectura es ante todo espacio y luz, el interior de este templo es Arquitectura en mayúscula, emocionante y grandiosa Arquitectura frente a la cual las excentricidades de hoy parecen verdaderos juegos de niños.

Volvamos al origen. ¿Cómo pudimos equivocarnos tanto? Si hace 50 años se nos hubiese hecho caso, esta maravilla no existiría. Habría permanecido como una ruina o la hubiera terminado un arquitecto de moda en aquellos años ¿Cuánta gente la visitaría? Este templo no ha tenido nunca apoyo económico de las instituciones, vive de los donativos de los que la visitan, más de dos millones al año, más de 25 millones de euros. Se está financiando como una catedral medieval. De esta forma se terminará, no sé si la mejor obra del pasado siglo… pero sí el mejor edificio religioso de los últimos tres siglos.

OSCAR TUSQUETS BLANCA

11 ideas de Benedicto XVI en España

El Santo Padre acaba de estar en España y nos ha dejado numerosos mensajes hasta su próxima visita con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud.

Los hemos agrupado en 11 ideas, que puedes ampliar en los links correspondientes.

1. El hombre está siempre en camino
En lo más íntimo de su ser, el hombre está siempre en camino, está en busca de la verdad. Vengo como peregrino en este Año Santo Compostelano y traigo en el corazón el mismo amor a Cristo que movía al Apóstol Pablo a emprender sus viajes, ansiando llegar también a España (cf.Rm 15,22-29). Deseo unirme así a esa larga hilera de hombres y mujeres que, a lo largo de los siglos, han llegado a Compostela desde todos los rincones de la Península y de Europa, e incluso del mundo entero, para ponerse a los pies de Santiago y dejarse transformar por el testimonio de su fe. Ellos, con la huella de sus pasos y llenos de esperanza, fueron creando una vía de cultura, de oración, de misericordia y conversión, que se ha plasmado en iglesias y hospitales, en albergues, puentes y monasterios. De esta manera, España y Europa fueron desarrollando una fisonomía espiritual marcada de modo indeleble por el Evangelio.

Texto completo: Ceremonia de bienvenida. Aeropuerto de Santiago, 6 de noviembre de 2010

2. Grandes santos de España
Siento una profunda alegría al estar de nuevo en España, que ha dado al mundo una pléyade de grandes santos, fundadores y poetas, como Ignacio de Loyola, Teresa de Jesús, Juan de la Cruz, Francisco Javier, entre otros muchos; la que en el siglo XX ha suscitado nuevas instituciones, grupos y comunidades de vida cristiana y de acción apostólica y, en los últimos decenios, camina en concordia y unidad, en libertad y paz, mirando al futuro con esperanza y responsabilidad. Movida por su rico patrimonio de valores humanos y espirituales, busca asimismo superarse en medio de las dificultades y ofrecer su solidaridad a la comunidad internacional.

Texto completo: Ceremonia de bienvenida. Aeropuerto de Santiago, 6 de noviembre de 2010

3. Un mensaje para los jóvenes
A nosotros, nos toca hoy seguir el ejemplo de los apóstoles, conociendo al Señor cada día más y dando un testimonio claro y valiente de su Evangelio. No hay mayor tesoro que podamos ofrecer a nuestros contemporáneos.
Para los discípulos que quieren seguir e imitar a Cristo, el servir a los hermanos ya no es una mera opción, sino parte esencial de su ser. Un servicio que no se mide por los criterios mundanos de lo inmediato, lo material y vistoso, sino porque hace presente el amor de Dios a todos los hombres y en todas sus dimensiones, y da testimonio de Él, incluso con los gestos más sencillos. Al proponer este nuevo modo de relacionarse en la comunidad, basado en la lógica del amor y del servicio. Y quisiera que este mensaje llegara sobre todo a los jóvenes: precisamente a vosotros, este contenido esencial del Evangelio os indica la vía para que, renunciando a un modo de pensar egoísta, de cortos alcances, como tantas veces os proponen, y asumiendo el de Jesús, podáis realizaros plenamente y ser semilla de esperanza.

Texto completo: Santa Misa con ocasión del Año Santo Compostelano. Plaza del Obradoiro, 6 de noviembre de 2010

4.  Sólo Dios basta
Desde aquí, como mensajero del Evangelio que Pedro y Santiago rubricaron con su sangre, deseo volver la mirada a la Europa que peregrinó a Compostela. ¿Cuáles son sus grandes necesidades, temores y esperanzas? ¿Cuál es la aportación específica y fundamental de la Iglesia a esa Europa, que ha recorrido en el último medio siglo un camino hacia nuevas configuraciones y proyectos? Su aportación se centra en una realidad tan sencilla y decisiva como ésta: que Dios existe y que es Él quien nos ha dado la vida. Solo Él es absoluto, amor fiel e indeclinable, meta infinita que se trasluce detrás de todos los bienes, verdades y bellezas admirables de este mundo; admirables pero insuficientes para el corazón del hombre. Bien comprendió esto Santa Teresa de Jesús cuando escribió: “Sólo Dios basta”.

Texto completo: Santa Misa con ocasión del Año Santo Compostelano. Plaza del Obradoiro, 6 de noviembre de 2010

5.  Europa ha de abrirse a Dios
Europa ha de abrirse a Dios, salir a su encuentro sin miedo, trabajar con su gracia por aquella dignidad del hombre que habían descubierto las mejores tradiciones: además de la bíblica, fundamental en este orden, también las de época clásica, medieval y moderna, de las que nacieron las grandes creaciones filosóficas y literarias, culturales y sociales de Europa.
La Europa de la ciencia y de las tecnologías, la Europa de la civilización y de la cultura, tiene que ser a la vez la Europa abierta a la trascendencia y a la fraternidad con otros continentes, al Dios vivo y verdadero desde el hombre vivo y verdadero. Esto es lo que la Iglesia desea aportar a Europa: velar por Dios y velar por el hombre, desde la comprensión que de ambos se nos ofrece en Jesucristo.

Texto completo: Santa Misa con ocasión del Año Santo Compostelano. Plaza del Obradoiro, 6 de noviembre de 2010

6. La Cruz, estrella orientadora
A Cristo que podemos hallar en los caminos hasta llegar a Compostela, pues en ellos hay una cruz que acoge y orienta en las encrucijadas. Esa cruz, supremo signo del amor llevado hasta el extremo, y por eso don y perdón al mismo tiempo, debe ser nuestra estrella orientadora en la noche del tiempo. Cruz y amor, cruz y luz han sido sinónimos en nuestra historia, porque Cristo se dejó clavar en ella para darnos el supremo testimonio de su amor, para invitarnos al perdón y la reconciliación, para enseñarnos a vencer el mal con el bien. No dejéis de aprender las lecciones de ese Cristo de las encrucijadas de los caminos y de la vida, en el que nos sale al encuentro Dios como amigo, padre y guía. ¡Oh Cruz bendita, brilla siempre en tierras de Europa!

Texto completo: Santa Misa con ocasión del Año Santo Compostelano. Plaza del Obradoiro, 6 de noviembre de 2010

7. Superar la escisión entre conciencia humana y cristiana

En la Sagrada Familia, Gaudí quiso unir la inspiración que le llegaba de los tres grandes libros en los que se alimentaba como hombre, como creyente y como arquitecto: el libro de la naturaleza, el libro de la Sagrada Escritura y el libro de la Liturgia.

De este modo, colaboró genialmente a la edificación de la conciencia humana anclada en el mundo, abierta a Dios, iluminada y santificada por Cristo. E hizo algo que es una de las tareas más importantes hoy: superar la escisión entre conciencia humana y conciencia cristiana, entre existencia en este mundo temporal y apertura a una vida eterna, entre belleza de las cosas y Dios como Belleza. Esto lo realizó Antoni Gaudí no con palabras sino con piedras, trazos, planos y cumbres. Y es que la belleza es la gran necesidad del hombre; es la raíz de la que brota el tronco de nuestra paz y los frutos de nuestra esperanza. La belleza es también reveladora de Dios porque, como Él, la obra bella es pura gratuidad, invita a la libertad y arranca del egoísmo.

Texto completo: Consagración de la Iglesia de la Sagrada Familia. Barcelona, 7 de noviembre de 2010.

8. El Señor es la roca
El Señor Jesús es la piedra que soporta el peso del mundo, que mantiene la cohesión de la Iglesia y que recoge en unidad final todas las conquistas de la humanidad. En este sentido, pienso que la dedicación de este templo de la Sagrada Familia, en una época en la que el hombre pretende edificar su vida de espaldas a Dios, como si ya no tuviera nada que decirle, resulta un hecho de gran significado. Gaudí, con su obra, nos muestra que Dios es la verdadera medida del hombre. Que el secreto de la auténtica originalidad está, como decía él, en volver al origen que es Dios. Él mismo, abriendo así su espíritu a Dios ha sido capaz de crear en esta ciudad un espacio de belleza, de fe y de esperanza, que lleva al hombre al encuentro con quien es la Verdad y la Belleza misma.

Texto completo: Consagración de la Iglesia de la Sagrada Familia. Barcelona, 7 de noviembre de 2010

9.  Protección y ayuda a la familia
Las condiciones de la vida han cambiado mucho y con ellas se ha avanzado enormemente en ámbitos técnicos, sociales y culturales. No podemos contentarnos con estos progresos. Junto a ellos deben estar siempre los progresos morales, como la atención, protección y ayuda a la familia, ya que el amor generoso e indisoluble de un hombre y una mujer es el marco eficaz y el fundamento de la vida humana en su gestación, en su alumbramiento, en su crecimiento y en su término natural. Sólo donde existen el amor y la fidelidad, nace y perdura la verdadera libertad. Por eso, la Iglesia aboga por adecuadas medidas económicas y sociales para que la mujer encuentre en el hogar y en el trabajo su plena realización; para que el hombre y la mujer que contraen matrimonio y forman una familia sean decididamente apoyados por el Estado; para que se defienda la vida de los hijos como sagrada e inviolable desde el momento de su concepción; para que la natalidad sea dignificada, valorada y apoyada jurídica, social y legislativamente. Por eso, la Iglesia se opone a todas las formas de negación de la vida humana y apoya cuanto promueva el orden natural en el ámbito de la institución familiar.

Texto completo: Consagración de la Iglesia de la Sagrada Familia. Barcelona, 7 de noviembre de 2010

10. Todo hombre es verdadero santuario de Dios
Con la dedicación de la Basílica de la Sagrada Familia, se ha puesto de relieve esta mañana que el templo es signo del verdadero santuario de Dios entre los hombres. Ahora, quiero destacar cómo, con el esfuerzo de la obra benéfico-social del Nen Deú y otras instituciones eclesiales análogas, a la que se sumará la nueva Residencia que habéis deseado que llevara el nombre del Papa, se pone de manifiesto que, para el cristiano, todo hombre es un verdadero santuario de Dios, que ha de ser tratado con sumo respeto y cariño, sobre todo cuando se encuentra en necesidad. La Iglesia quiere así hacer realidad las palabras del Señor en el Evangelio: «Os aseguro que cuanto hicisteis con uno de estos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis» (Mt 25,40).

Texto completo: Visita a la obra benéfico-social del Nen Déu. Barcelona, 7 de noviembre de 2010

11. Vivir como una sola familia
Regreso a Roma habiendo estado sólo en dos lugares de vuestra hermosa geografía. Sin embargo, con la oración y el pensamiento, he deseado abrazar a todos los españoles, sin excepción alguna, y a tantos otros que viven entre vosotros, sin haber nacido aquí. Llevo a todos en mi corazón y por todos rezo, en particular por los que sufren, y los pongo bajo el amparo materno de María Santísima, tan venerada e invocada en Galicia, en Cataluña y en los demás pueblos de España. A Ella le pido también que os alcance del Altísimo copiosos dones celestiales, que os ayuden a vivir como una sola familia, guiados por la luz de la fe. Os bendigo en el nombre del Señor. Con su ayuda, nos veremos en Madrid, el año próximo, para celebrar la Jornada Mundial de la Juventud. Adiós.

Texto completo: Ceremonia de despedida Aeropuerto internacional de Barcelona. 7 de noviembre de 2010

 Pagina web original: http://www.madrid11.com/es/component/content/article/16-textos-del-papa/354-11-ideas-espana

Gaudí podría ser beatificado en los alrededores del 2016

Por Temes d’avui-Montalegre

La asociación impulsora confía que la visita del Papa acelere la causa

 La asociación civil pro-beatificación de Antoni Gaudí convocó el pasado 27 de octubre a la prensa para explicar la situación del proceso. En el marco de la cripta del templo de la Sagrada Familia, donde se encuentra la tumba de Gaudí, sus responsables detallaron sus intenciones a corto y largo plazo sin olvidar la importancia de la próxima visita de Benedicto XVI.

 

 
 
 
 
 

 

«La inminente visita del Santo Padre no acelera las cosas para que se convierta en beato pero sí puede influir en el Vaticano». Los miembros que trabajan en este largo camino desvelaron que ellos sí barajan una fecha hipotética, el 2016. «Calculamos que el arquitecto podría ser beatificado por el Vaticano el 10 de junio de 2016, después de que la asociación presente en Roma una biografía de 1.200 páginas la próxima primavera». Esta fecha coincidiría con el 90 aniversario de su muerte.

Recordemos que el 13 de mayo de 2003. El Cardenal-arzobispo clausuró el proceso realizado en Barcelona, y la Asociación pro Beatificación de Antonio Gaudí entregó las actas del proceso (1.024 hojas y un disquete) a la Congregación de las causas de los santos, organismo de la Santa Sede encargado de estos asuntos.

Paralelamente, sería necesario efectuar otro procedimiento jurídico para la aprobación de la existencia de un milagros atribuido a la intercesión de Gaudí, y finalmente, el Santo Padre, si lo considera oportuno, beatificará a Gaudí.

Por lo que se ve, para que todo llegue a puerto se necesita mucha paciencia y mucho trabajo, y es precisamente una de las piezas claves de este camino la publicación de una biografía de la vida y obra de Gaudí. El autor de esta biografía, Josep Maria Tarragona, se sumó a la rueda de prensa y concretó que en base a este documento los cardenales reunidos en torno a la Congregación de las Causas Santas deberán decidir si la devoción cristiana de Gaudí y los milagros protagonizados por éste son suficientes para su beatificación.

Dos milagros

Respecto a los milagros, hasta la fecha se habla de dos milagros uno de los cuales ya ha sido desestimado por la Iglesia. La asociación ha llevado ante el Vaticano la curación de unas úlceras de un vecino de Canet de Mar que, supuestamente, desaparecieron gracias a Gaudí, pero el hecho no ha pasado los filtros de la Congregación de las Causas Santas.

El otro milagro es el de una mujer de Reus que perdió la vista pero la recuperó rezando a Gaudí. Éste lo están estudiando pues requiere de un examen médico y de fundamentación teológica

La biografía

El autor de esta biografía, Josep Maria Tarragona defiende que la vida de Gaudí es «heroica» en base a su mayor símbolo, la Sagrada Familia, así como por su vida «santa e inimitable». De hecho, estas 1.200 páginas en defensa de Gaudí se están escribiendo, en parte, con testigos que conocieron al arquitecto.

Ofrecemos un enlace de la entrevista con Josep Maria Tarragona que Els matins de tv3 ofrecieron el pasado 27 de octubre, y una reseña de su publicación del año 2000:

Reseña del libro “Gaudí. Biografía de l´artista” de Josep Maria Tarragona i Clarasó.

(Anuario de Historia de la Iglesia, año/vol. IX Universidad de Navarra, pp. 692-693)

Josep Maria Tarragona (Barcelona. 1957) nos ofrece una biografía en catalán de Antoni Gaudí (1852-1926), fruto del creciente interés que despierta el genial arquitecto. El autor, experto «gaudinista», sabe combinar sus labores docentes con frecuentes incursiones en el campo de la historia, como en esta biografía gaudiniana.

Su opúsculo sobre Gaudí está estructurado en capítulos muy cortos, introducidos por unas frases de Gaudí tomadas de sus escritos o de algunas entrevistas que concedió, que dan la medida de la faceta que se va a tratar. En lugar del tradicional recorrido cronológico, ya de las obras, ya de la vida, de uso más común en el género biográfico, Tarragona prefiere honrar al artista ordenando la vida de Gaudí en torno a su personalidad polifacética: el urbanista, el medievalista, el expositor, el amigo, el escultor, el enfermo, etc. Todo está relatado con un lenguaje propio y preciso. En el epílogo se recogen algunas poesías contemporáneas dedicadas al arquitecto y a algunas de sus obras más conocidas. Es de notar tanto la exhaustiva cronología de la vida de Gaudí como el elenco de los personajes que intervienen en la biografía que cierra el libro. En su interior, un abundante repertorio de fotografías ilustra el suceder de los acontecimientos.

Por medio de anécdotas reveladoras, iluminantes, se delinea una figura de difícil parangón, que destaca aún más por la profunda humanidad y sentir cristiano que transmite: su marcado carácter, su sensibilidad por la naturaleza, su acendrada espiritualidad. El autor no olvida los aspectos técnicos e innovadores de su concepción arquitectónica: y, aunque es ingeniero y conoce bien las técnicas de la construcción no entra a fondo en las innovaciones artísticas y constructivas del arquitecto catalán. No hay que olvidar que la exposición del Gaudí arquitecto ya ha sido llevada a cabo por otros estudiosos como Bassegoda.

La integración dentro del marco histórico-político-sociológico de la Cataluña del siglo XIX, aunque no sólo de ella, es otro aspecto destacable del libro. Logra, al hilo del relato, trazar una semblanza muy verosímil del ambiente político y religioso de la época así como de sus principales representantes. El autor conoce bien los entresijos de la sociedad catalana: Gaudí, en efecto, vivió con gran intensidad la Semana Trágica, los años del pistolerismo y la represión de la Dictadura, tiempos que coinciden con la maduración de su personalidad humana y artística.

En definitiva, la excepcionalidad artística y personal del arquitecto catalán, dentro de su cotidianeidad, requería una monografía que pusiera al descubierto la riqueza humana de Gaudí, de quien se ha abierto el proceso de beatificación. Creemos que ello se ha conseguido con esta biografía diferente: tal como refleja el subtítulo del libro. Añadamos, finalmente, el interés indudable de la cuidada y extensa bibliografía gaudiniana que se recoge al final de este libro.

S. Casas

Un Papa resistente

Por Alessandra Nucci 

Desde que fue elegido en abril de 2005, los medios de comunicación han estado esperando que el Papa Benedicto XVI tropezara y fuera rechazado por las masas que acudían a Juan Pablo II, su carismático predecesor. Pero no ha sucedido así.
De hecho, en los primeros años de su papado, posiblemente como consecuencia de la popularidad de Juan Pablo II en todo el mundo, Benedicto XVI atrajo más aún a la multitud de lo que lo hizo Karol Woytjla. Las multitudes han disminuido un poco, pero una y otra vez, el Papa Benedicto XVI ha avanzado, saltando ileso a través de aros de fuego y en medio de trampas y emboscadas.
Josef Ratzinger siempre ha convertido los problemas en triunfos. la Convención de la Iglesia en Italia, que se celebró en Verona en 2005, cuando los medios de comunicación auguraban que podría estallar la burbuja de las divisiones existentes dentro de la Iglesia. Y siguió luego con la controversia sobre el discurso en Ratisbona, que terminó en reuniones al más alto nivel de diálogo interreligioso.
Sus viajes a América del Norte, Australia, Francia y más recientemente el Reino Unido, fueron precedidos por meses de graves problemas e incluso de provocaciones. Los activistas del ateísmo llegaron incluso a pedir su detención a su llegada a Gran Bretaña. Pero cada disputa, cada viaje, ha terminado con el aplauso de la gente, de las autoridades y -lo más milagroso- de los medios de comunicación.
El escándalo sexual sacerdotal se convirtió en un boomerang cuando se reveló que había sido nada menos que el cardenal Ratzinger quien había insistido en la rigurosa limpieza de la casa en cuanto los abusos salieron a la luz. Irónicamente, de no haber insistido parte de la prensa en colgarle a él el peso de la culpa, tal vez nunca habría salido a la luz el hecho de que fuera él, con su autoridad en la Congregación para la Doctrina de la Fe, quien había prevalecido sobre las políticas más leves.
Un ejemplo divertido de la reversión misteriosa de las trampas fue visualizado en marzo de 2009 a través de tres de los canales de la RAI, la televisión estatal italiana. En su programa de domingo por la tarde “En media hora”, la presentadora Lucia Annunziata, ex presidente de la RAI, se entrevistó con el jesuita norteamericano Thomas J. Reese. Fue presentado como un sacerdote que había renunciado a ser editor en jefe del “America Magazine” cuando el cardenal Ratzinger fue elegido Papa.
Annunziata, que había entrevistado recientemente a un teólogo rebelde como Hans Kung, presentó a su invitado como “enormemente importante”, “de alto calibre” y “con un inmenso prestigio”. Ella esperaba sin duda que el P. Reese haría temblar el asiento del Papa.
Pero su plan fracasó. No sólo el P. Reese no atacó al Papa, sino que de hecho dio plena validez a cada una de sus posiciones doctrinales. Sus críticas se limitaron a reflejar que el Santo Padre debía rodearse de personas más expertas en la relación con los medios de comunicación.
Nerviosa, Annunziata abordó un tema tras otro en un tono cada vez más insinuante: “Sin duda usted debe de estar en desacuerdo con el Papa en esta materia”. “Y usted debe estar dispuesto por lo menos a admitir que hoy en día no todo el mundo está de acuerdo el Papa”. Reese esquivaba sonriente cada embestida.
Finalmente, se jugó su carta de triunfo: “¿Y qué me dice de la niña de Brasil que fue violada por su padrastro? ¿Apoya usted incluso la decisión de excomulgar a la familia que la llevó a una clínica abortiva?”
Pero Reese se echó a reír divertido y señaló: “Yo no soy un enemigo del Papa. Creo que tiene razón en todos estos temas que usted ha mencionado” Y entonces, el golpe mortal: “A mí me gusta el Papa”. (Ver enlace al programa: RAI-tv)
Así, una entrevista potencialmente desastrosa -y en horario de máxima audiencia- se convirtió en una publicidad inesperada para el Papa, gracias a la habilidad de un sacerdote honesto, que supo dejar a un lado las diferencias del pasado y estar hombro con hombro con él. Por supuesto, los ataques no se detendrán. Pero en los cinco años y medio de Pontificado de Benedicto XVI, todos estos ataques han dado lugar a un aumento en el prestigio de la Iglesia Católica.
En una ironía final, el hombre que fue tildado del “rottweiler de Dios”, y de intelectual severo y distante, conecta con la gente, atrayendo a multitudes de todas las edades, orígenes y estilo de vida. En sus estancias tradicionales de verano en Castel Gandolfo, el Papa Benedicto XVI regresa muy a menudo a Roma para las audiencias de los miércoles, porque la plaza no puede dar cabida a todas las personas que allí acuden.
Lejos de marcar su desaparición, bajo la autoridad de Joseph Ratzinger, la Iglesia Católica ha ido recuperando su reputación y, con ello, la capacidad de difundir su mensaje. ¿Quien hubiera pensado que este intelectual por excelencia, de 83 en camino de los 84, reescribiría los libros de texto de las relaciones públicas?
 
 
Alessandra Nucci es una escritora y periodista independiente italiana. En 2007 ganó Golden Florin en el sector de ensayo del Premio Firenze, por su libro acerca del feminismo de género como instrumento de la lucha de clases: “La donna a una dimensione”, publicado por Marietti 1820.

 

 

Mercatornet, 16.10.2010
Traducción: Temes d´avui-Montalegre
 

Premio nobel a la producción de embriones

Por Isabel Viladomiu

Hasta ahora el premio nobel era el reconocimiento a un trabajo innovador o a un descubrimiento beneficioso para todo el género humano, pero con la concesión del premio nobel de medicina a Robert Edwards, artífice del primer bebé probeta, se ha premiado la producción de vidas humanas en el laboratorio. Han concedido un premio a un proceso que es violento en el inicio de la vida: en la obtención de los óvulos, en la producción y selección de embriones y en la eugenesia. Se confirma un peligroso cambio de rumbo en la medicina que ya no busca solamente sanar, sino se convierte en la medicina del deseo al servicio de las libertades personales incompatibles con los deberes médicos de curar y acompañar. El aborto, la eutanasia, la eugenesia y la fecundación in vitro con transferencia de embriones (fivet) son una muestra de este cambio en las ideas y en la medicina ahora premiada a escala mundial.
 
Robert Edwards ideó la técnica que ha permitido que nacieran 4 millones de personas en el mundo desde 1978. Suplantó con éxito a la naturaleza y canceló así la investigación larga y costosa de las causas de infertilidad. El camino fácil estaba abierto y mucha gente dispuesta a pagar cantidades astronómicas por el hijo deseado. El rechazo social era evidente, pero iban a ser los medios de comunicación los encargados de cambiar la mentalidad dominante y de hacer llegar los nuevos logros a la población, adaptando su mentalidad e insistiendo en que la vida embrionaria no tiene valor alguno, ensalzando la libertad por encima del derecho a la vida. Dos acontecimientos ocurren en 1978, el nacimiento de Louisse Brown, primera bebé probeta, y la aparición del concepto de “preembrión” que justificaría toda intervención en las primeras semanas de vida. El embrión humano dejó de serlo porque un Comité así lo decidió. Luego nos mostraron las imágenes de los niños fivet para que nadie dudara que el fin de la fivet es bueno y los niños nacen sanos ¿Cómo explicar que la fivet abre cuestiones éticas de gran envergadura?
 
El principio ético universal de que el fin no justifica los medios se debe aplicar en el análisis ético de la fivet. La producción de vidas humanas en el laboratorio es la gran cuestión. Los hombres no son un producto de laboratorio, pues se instrumentaliza su vida. Que el hombre posea dignidad significa esto: que su vida es intocable, que no debe ser producido, ni su existencia decidida por otro hombre y en la frialdad del laboratorio. Los técnicos que realizan fivet son los primeros en propagar que los embriones no son hombres, ni vidas humanas que merezcan nuestro respeto y por esta razón producen, utilizan, dominan y congelan tantas vidas como haga falta para que nazca un niño. Si han nacido 4 millones de niños y la eficacia de la técnica deja por el camino una media de 14 embriones por cada nacimiento, son 54 millones de embriones utilizados en beneficio de los que sí han visto la luz.
 
Hay clínicas en todo el mundo cuya oferta son los niños. La vida tiene de nuevo precio, como en tiempos de la esclavitud. Hay mercado para las células germinales, para los embriones, para los úteros de alquiler. Todo es negocio con vidas humanas, con personas que han sido instrumentalizadas y congeladas sin respeto. Algunos dirán que no importa porque los embriones no sienten, pero la fivet ha cambiado los aspectos más importantes de nuestra vida: las relaciones familiares, aquellas en que se fundamenta el futuro del hombre. El lema de una web de una clínica reproductiva demuestra este hecho: “El momento de ser madre lo elijo yo”; muy semejante al lema abortista: “Yo paro, yo decido”. La fivet y el aborto son frutos de un mismo árbol, del árbol que menosprecia la naturaleza y su mensaje, que utiliza las libertades para que los deseos sean cada vez más insolidarios e inhumanos. El nobel de medicina ha premiado el abuso técnico en el inicio de la vida, cuando ésta merece el máximo respeto y prudencia. Por mucho que se premie lo inhumano, que se legalice el dominio y la destrucción de vidas, la verdad se abrirá camino, como siempre ha sido.
 
Isabel Viladomiu

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