Crónica y fotos facilitadas por Daniel Arasa. –
La sentencia de San Josemaría de dar liebre por gato, invirtiendo el refrán popular de dar gato por liebre que sugiere actuar con enredo, fue utilizada reiteradamente por Aurelio Villar en la conferencia que pronunció en Montalegre el día 29 de junio sobre el tema Transmitir hoy la fe en la vida ordinaria.
Villar se refería a que los cristianos tenemos algo muy grande, muy valioso, la doctrina y la vida de Cristo, y debemos llevarlo a los demás, aunque la forma de presentarlo sea utilizando un lenguaje y una forma normales, asimilables.
Tras señalar que no se debía perder el tiempo en lamentaciones acerca de la falta de fe en la sociedad hizo referencia a la parábola evangélica del administrador infiel, con la explicación final de Jesucristo: los hijos de las tinieblas son más sagaces que los hijos de la luz. Es preciso ser audaces.
Como sustrato básico para toda transmisión, tanto de la fe como de cualquier tipo de valores, Villar hizo referencia a que los cristianos deben ser acogedores, comprensivos. Si se actúa de manera agresiva las personas se alejan y nada de lo que se les diga tiene efecto, precisó.
Para poder transmitir la fe es necesario en primer lugar estar convencido. No convence quien no está convencido, dijo, añadiendo que no hay que avergonzarse de ser etiquetado como católico, de forma que si unas personas (amigos, compañeros de trabajo, vecinos) llevan algún tiempo relacionándose con un católico y no se han dado cuenta de que lo es, significa que éste algo hace mal. La gente nos tiene que conocer como cristianos, aunque no por una tarjeta de presentación sino por nuestra vida, nuestras conversaciones, nuestra forma de funcionar, manifestó.
El conferenciante explicó que algo de lo que merece la pena darse cuenta es que todo lo bueno que hay en el mundo coincide con virtudes cristianas, aunque se refieran a ellas personas que no son creyentes: honradez, amor, sinceridad, fidelidad, etc. por lo cual lo que llevamos a los demás es muy valioso.
En la transmisión de la fe es importante el chirimiri, es decir, aquella lluvia fina casi imperceptible pero que finalmente termina por empapar. Se trata de crear el ambiente propicio, decir la palabra adecuada en su momento, promover la conversación que haga reflexionar.
En referencia a la transmisión de la fe en el seno de la familia explicó la importancia de formar a los niños en hábitos buenos, animar y dar confianza, así como el ejemplo de los propios padres y abuelos.
Despedida
Esta sesión se impartió en la fiesta de San Pedro y San Pablo, y fue la última de este curso. El ciclo de conferencias se reanudará en el mes de septiembre.
Por tratarse de la última sesión del curso, el coloquio pudo continuar al terminar la sesión mientras los asistentes tomaban un aperitivo.
Comunicación Montalegre