La celebración de la Vigilia Pascual que se celebró en la Iglesia de Santa María de Montalegre el sábado santo 8 de abril de 2023 a las 20h, es uno de los acontecimientos litúrgicos más bellos a los que podamos asistir. En ella, sin lugar a dudas, se celebra la Eucaristía no obstante se añaden, pues así está establecido, otros ritos que son los propios de la Vigilia Pascual. Además, es costumbre que, si hay catecúmenos, en aquella noche se proceda a bautizarlos, y según la edad de cada uno de ellos, pueden recibir el sacramento de la confirmación y por supuesto la primera comunión. Todo ello implica una amplia preparación de la celebración, tanto de los celebrantes como de los catecúmenos. Cada sacramento se imparte uno a uno a cada persona y en el momento de la celebración que corresponde.
Nuestra velada iba a ser larga pero muy gozosa, como dice el pregón ¡Qué noche tan dichosa en que se une el cielo con la tierra, lo humano y lo divino!
La bendición del fuego, Lumen Christi
Los fieles nos habíamos congregado nuevamente en asamblea. El templo estaba semi en penumbra. Habíamos tomado al entrar las velitas de pascua, el pregón y la hoja de los cantos que íbamos a exultar a lo largo de la celebración. Todos los útiles y utensilios para encender el fuego y el cirio pascual se habían dispuesto sobre una mesita al fondo de la nave central. Según salían de la sacristía los sacerdotes, los sacristanes y acólitos se dirigieron hacia allí. Mn. Josep Miquel Bombardó que había sido el maestro de ceremonias en los otros dos días santos, también dirigió la Vigilia Pascual.
Mn. Xavier Argelich leyó el Saludo mientras un sacristán prendía el fuego y a continuación el celebrante lo bendecía. Leyó otras oraciones y se encendió el cirio Pascual que estaría prendido todo el tiempo pascual Que la luz de Cristo, resucitado y glorioso, disipe las tinieblas de nuestro corazón y de nuestro espíritu. Una vez encendido el cirio, con aquella luz se fueron encendiendo todas las velitas de los allí presentes y al tiempo que cantábamos Lumen Christi, Deo grátias.
Exsúltet (Pregón Pascual)
La proclamación del Pregón la interpretó el sacerdote polaco que atiende en Montalegre Mn. Michal Twarkowski que nos llamó gratamente la atención por su espléndida voz grave o de barítono. Además, cantó a capela, es decir, sin ningún instrumento musical ni el órgano.
Terminado el pregón, todos apagamos las velitas y nos sentamos.
La primera parte de esta liturgia contiene hasta siete lecturas, siete salmos y sus correspondientes oraciones, del Antiguo Testamento. En esta vigilia se leyeron las lecturas del Libro del Génesis, del Libro del Éxodo y del profeta Ezequiel. A continuación, la epístola de san Pablo a los Romanos. El evangelio según san Mateo, es aquel tan esperado que reza así En la madrugada del sábado al alborear el primer día de la semana fueron María Magdalena y la otra María a ver el sepulcro…
Ciertamente por variadas razones en muchos lugares del mundo se ha adelantado la hora de la celebración de la Vigilia Pascual, pero en otros tiempos, en otros siglos, la cristiandad la celebraba de madrugada para hacerla coincidir con la descripción de los hechos del evangelio.
Inmediatamente después el rector tomó la palabra. Su homilía fue una introducción a las liturgias sacramentales que iban a proseguir.
¡Jesús ha resucitado! Esto es lo que anunciamos, es el fundamento de la vida del cristiano y ahora en esta Vigilia compuesta de tantos signos, ritos, palabras y cantos nos lo cuenta todo y nos encamina a la vida verdadera. El Cirio Pascual encendido nos recordará que hemos sido renacidos del pecado y de la muerte. Esta es la verdad revelada. Seguidamente serán bautizadas Dámaris, Ana Ivon y Carlota, se les borrará el pecado original y todo lo demás por este gran don de la gracia. A su vez, recibirán por primera vez la Eucaristía que nos ayuda a crecer cada día en amor a Dios, seréis de Dios y Dios será vuestro. También la confirmación las dos adultas y la menor recibirá la confirmación junto con sus compañeras del colegio. Bienvenidas a la familia de Dios, no tengáis miedo ¡Jesús ha resucitado!
Se inicia con el canto de las Letanías de los santos y otras oraciones propias del rito bautismal. El sacerdote bendice el agua bautismal y lee con las manos juntas el texto bendicional en el presbiterio donde se habían preparado los utensilios incluida la concha para bautizar. El sacerdote sumerge el Cirio Pascual en el agua al tiempo que lee unas oraciones. Seguidamente invita a cada catecúmena a que responda a las promesas bautismales, una a una. Se procedió a continuación a la imposición de manos de los tres sacerdotes, el que presidía y los que concelebraban, así como los ritos de la confirmación con la autorización previa de la archidiócesis, en la que el confirmante se acerca de nuevo al presbiterio acompañado del padrino o padrina.
Acabados los ritos, las familias y los fieles aplaudimos con gran alegría.
Al final de la celebración
Siguió la misa por los cánones habituales, con gran exultación de los presentes pues vivimos con intensidad la celebración de la bienvenida de nuevos catecúmenos a la Iglesia. Las primeras personas que recibieron la Comunión fueron ellas tres, como había de ser.
Con respeto, pero sin ceremonial, Mn. Mallol guardó la Reserva en el sagrario de la Capilla del Santísimo al tiempo que el sacristán, Sr. Eulogio, que se había ocupado como siempre del fuego, encendió aquella vela que nos dice Aquí está el Señor. Otro sacristán guardó la llave a buen recaudo. En la despedida, el rector dio las gracias expresamente a la soprano Sra. Rosa Parellada, al organista Sr. Pere Mateu y a Mn. Michal por sus interpretaciones en una celebración tan especial y a todos los presentes.
En el atrio nos esperaba una porción de un bizcocho de almendras, riquísimo, realizado por una familia filipina colaboradora de Montalegre
¡Felices Pascuas!
Isabel Hernández Esteban