Fiel a la cita, la colaboradora de Montalegre, Isabelita Hernández, el 12 de enero de 2021 día en el que se recuerda a San Benito Biscop, monje británico del siglo VII, pidió como siempre que nos encomendáramos al santo del día. Al ser día martes, los asistentes contemplaron los Misterios Dolorosos.
La señora Hernández escogió para esta ocasión, unos comentarios elevados a la Virgen de Guadalupe de Méjico, recordando a su vez, a la Virgen de Guadalupe de Cáceres, más antigua que la de Méjico y de la que se celebra el Año Jubilar desde el 2 de agosto de 2020 hasta el 2 de agosto de 2021.
Después de cada misterio leyó un pequeño extracto:
Para el primer Misterio: La oración y agonía de Jesús en el Huerto de Getsemaní. Y sumido en agonía insistía más en su oración. Jesús no tenía necesidad de orar, pero quiso hacerlo para enseñarnos cuánto necesitamos hacerlo nosotros. Hemos de orar para no caer en la tentación y si caemos podamos levantarnos del pecado.
Para el segundo misterio: La flagelación de Jesús. Entonces tomó Pilatos a Jesús y mandó azotarle. Jesús quiso padecer la flagelación para la expiación de los pecados de deshonestidad que tanto marchitan a las flores juveniles, que roban la salud a tantos cuerpos, y que ocasionan la perdición eterna de tantas almas.
Para el tercer misterio: La coronación de espinas de Nuestro Señor. Los soldados trenzaron una corona de espinas y se la pusieron en la cabeza. Jesús es el rey de las inteligencias y de los corazones, Rey que redime de la esclavitud del pecado a los individuos, a las familias, a los pueblos y a las naciones. Seguiré la doctrina de Jesús para reinar con Él eternamente.
Para el cuarto misterio: Con la Cruz a cuestas por nuestros pecados. Y Jesús cargando su cruz, salió hacia el lugar llamado Calvario. Hemos de llevar nuestra cruz, hemos de padecer tristezas y dolores. Al sufrir alguna pena pensaré en lo que padeció Jesús por mí y cuando sea demasiado el sufrimiento le pediré que Él sea mi Cirineo.
Para el quinto misterio: La crucifixión y muerte de Nuestro Señor. Lo crucificaron con Él a otros dos, uno a cada lado y Jesús en medio. Jesús muere por ti, mírale bien. Tiene sus manos clavadas para no castigarte y abiertas para abrazarte. Tiene sus ojos cerrados para no confundirte y abiertos para mirarte amorosamente.
A continuación, se inició el CUARTO COMENTARIO DEL CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA en esta ocasión sobre los SACRAMENTALES.
Si consultamos el Catecismo de la Iglesia Católica o el Compendio, hallaremos los SACRAMENTALES en la Segunda Parte, en concreto en la sección referida a la celebración del Misterio Cristiano y después de la doctrina de los Siete Sacramentos.
Dice el Compendio que los Sacramentales son Otras Celebraciones Litúrgicas. Las celebraciones litúrgicas por excelencia son las de los 7 Sacramentos
Las OTRAS Celebraciones Litúrgicas que se indican son las siguientes:
- Punto 351: Los sacramentales.
- Punto 352: Los exorcismos. Se habló poco de los exorcismos pues el Catecismo le dedica pocas líneas. Hemos leído en el Evangelio que Jesús expulsaba demonios de las personas endemoniadas. Jesús sabía perfectamente si se trataba de un enfermo mental o de un endemoniado. Está estipulado que se requieren informes psiquiátricos y un presbítero con conocimiento y autorización para hacerlo.
- Punto 353: Las formas de piedad popular que acompañan a la vida sacramental. Las conocemos muy bien, pero quizá no sepamos que se trata de otras celebraciones litúrgicas y que forman parte del querer de la Iglesia, son: la veneración de las reliquias, las visitas a los santuarios, las peregrinaciones, las procesiones, los Vía Crucis y el rezo del Santo Rosario en familia, grupo de fieles, comunidad, etc.
. Como apunte, nuestra colaboradora indicó que, si tenemos reliquias de santos en casa, en estampas, hay que tratarlas con el máximo respeto. Hemos de evitar mezclarlas con papeles u otras cosas o no recordar dónde están, o tirarlas. Deberían estar todas juntas, por ejemplo, en una cajita sin otras cosas. A este respecto la Congregación para las causas de los santos, dictó una Instrucción sobre las Reliquias en la Iglesia, autenticidad y conservación, el 8 de diciembre de 2017.
- Puntos 354, 355 y 356: Las exequias cristianas. También las conocemos pues expresan el carácter Pascual de la muerte cristiana. Cuatro son los momentos principales: la acogida de los restos mortales del difunto; la liturgia de la Palabra; el sacrificio eucarístico, y el adiós con el que se encomienda el difunto.
Después de esta introducción, el Compendio (y el Catecismo) llama a los sacramentales: los signos sagrados instituidos por la Iglesia cuyo fin es preparar a los hombres para recibir el fruto de los sacramentos y santificar las diversas circunstancias de la vida. (Entiéndase hombre como humanidad, ese concepto no excluye a las mujeres, ni niños ni niñas)
- Entre los sacramentales, las bendiciones ocupan un lugar importante, comprende a la vez la alabanza de Dios por sus obras y dones, también la consagración de personas, de vírgenes, vida religiosa y la dedicación de cosas al culto de Dios. En estos actos suele utilizarse agua bendita, es decir, agua bendecida antes por el sacerdote.
- Si bien el Catecismo es la Doctrina de la Iglesia Universal, el Código de Derecho Canónico es el libro de las normas jurídicas de la Iglesia. En los cánones del 1166 a 1172, se regulan los sacramentales: Los nuevos sacramentales que pudieran instituirse solamente los puede establecer el Santo Padre; las bendiciones en general, las imparten los presbíteros, y en algunos casos si están autorizados los diáconos. Algunas bendiciones están reservadas para el Santo Padre como la Bendición Urbi et Orbi.
Como ejemplos se citaron la bendición de los objetos religiosos de un autocar; una medalla particular; a los fieles en una celebración eucarística, en una procesión; o la bendición que suele hacerse de los objetos de culto de una iglesia, las vestiduras, etc., de un puente, de un acueducto, de una casa… Nuestra colaboradora mostró el Libro Bendicional y leyó los títulos de alguna de ellas. Y comentó el uso del agua bendita a nivel particular: Para hacer la señal de la cruz al entrar en la iglesia, al entrar en casa, al ir a dormir y poco más.
Finalizamos la actividad con el rezo de la Oración para el fin de la Pandemia del Papa Francisco:
“Oh María, tú resplandeces siempre en nuestro camino como un signo de salvación y esperanza. A ti nos encomendamos, Salud de los enfermos, que al pie de la cruz fuiste asociada al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe. Tú, Salvación del pueblo romano, sabes lo que necesitamos y estamos seguros de que lo concederás para que, como en Caná de Galilea, vuelvan la alegría y la fiesta después de esta prueba.
Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y hacer lo que Jesús nos dirá, Él que tomó nuestro sufrimiento sobre sí mismo y se cargó de nuestros dolores para guiarnos a través de la cruz, a la alegría de la resurrección. Amén.
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, no desprecies nuestras súplicas en las necesidades, antes bien líbranos de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita.”
El rosario por la pandemia y el nuevo comentario se hará el SEGUNDO MARTES DEL MES DE FEBRERO
EL 9 DE FEBRERO DE 2021, el cual tratará de los MILAGROS DE JESUS Y DE LOS SANTOS
Comunicación Montalegre