El día 1 de diciembre de 2020, día de San Eloy, patrono de la metalurgia, de los orfebres, joyeros y plateros, nuestra colaboradora Isabelita Hernández inició la actividad contemplando, como todos los martes, los Misterios Dolorosos.
El rosario
Utilizó los textos del Santo Rosario de San Josemaría, un rosario intenso, conveniente también para el Adviento, un tiempo fuerte. Después de cada misterio, el breve extracto leído invitaba a meditar. En presencia de Dios iniciaron el rosario en el Nombre del Padre….
- Para el primer misterio, La Oración en el Huerto, leyó:
Jesús, solo y triste, sufría y empapaba la tierra con su sangre. De rodillas sobre el duro suelo, persevera en oración… Llora por ti… y por mí: le aplasta el peso de los pecados de los hombres.
- Para el segundo misterio, La flagelación del Señor, leyó:
Suena el golpear de las correas sobre su carne rota, sobre su carne sin mancilla, que padece por tu carne pecadora. —Más golpes. Más saña. Más aún… Es el colmo de la humana crueldad.
- Para el tercer misterio, La coronación de espinas, leyó:
Coronado de espinas y vestido con andrajos de púrpura, Jesús es mostrado al pueblo judío: Ved aquí al hombre. Y de nuevo los pontífices y sus ministros alzaron el grito diciendo: ¡crucifícale!, ¡crucifícale!
- Para el cuarto misterio, Con la Cruz a cuestas, leyó:
Pero no lleves la Cruz arrastrando… Llévala a plomo, porque tu Cruz, así llevada, no será una Cruz cualquiera: será… la Santa Cruz.
- Para el quinto misterio, La muerte de Jesús, leyó:
Ahora tiene sed… de amor, de almas. Todo está consumado. Niño bobo, mira: todo esto…, todo lo ha sufrido por ti… y por mí. —¿No lloras?
La segunda parte de la actividad consistió en el COMENTARIO DEL CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA, el cual trataría sobre la AMABILIDAD y el EXAMEN DE CONCIENCIA.
Breve introducción a la Amabilidad
Si consultamos el Catecismo de la Iglesia Católica o el Compendio NO encontraremos el vocablo AMABILIDAD. En sus índices encontraremos palabras próximas como AMOR, AMISTAD.
No obstante, la amabilidad es algo bueno, en las letanías a la Virgen Santísima la llamamos MADRE AMABLE. Entendemos pues que es una característica de la conducta de la Virgen María, Ella perfecta en todo, entre todas las VIRTUDES también ES AMABLE.
Así que acudiremos al índice analítico del Compendio y buscaremos VIRTUDES. A virtudes hay muchas referencias. También podemos acudir al índice general que nos remite a:
La Tercera Parte Catecismo, llamada La Vida de Cristo. El capítulo primero está dedicado a la Dignidad de la persona humana. En uno de los apartados nos describe la vida ascética de la persona humana en LAS VIRTUDES, en los puntos 377 al 390: Prudencia, Justicia, Fortaleza y Templanza, como virtudes humanas. Y las teologales, Fe, Esperanza y Caridad.
Y para que seamos firmes en las teologales primero hemos de ser arduos practicantes de las humanas. Un resumen de los consejos prácticos de Santo Tomás de Aquino para practicar las virtudes son los siguientes: dormir, bañarse y hablar con un amigo. San Josemaría también decía: No hay orden sin virtud ni virtud sin orden.
Dormir: es necesario descansar y dormir lo suficiente para trabajar bien, mantener el temple, morderse la lengua, tener visión para ser justo, conducir sin atropellos.
Bañarse: es necesario cuidarse no solo ir limpio y bien arreglado sino también cuidar la alimentación y la salud.
Hablar con un amigo: es necesario hablar con Dios primero, ser sociables con las personas de nuestro entorno y más allá. Nuestra manera de vivir no es hacerlo en una cueva, hemos de ser amigo y amiga, confidentes, saber escuchar para que se nos escuche. Y si todo esto lo practicamos por amor a Dios, seremos AMABLES.
Pero ¿Qué significa ser amable?
Consultamos en el Diccionario de la Real Academia Española (RAE) y dice: AMABLE ES DIGNO DE SER AMADO, AFABLE, COMPLACIENTE, AFECTUOSO.
La colaboradora citó el libro EL PODER OCULTO DE LA AMABILIDAD en el que se describe esta virtud de mil maneras, o en 57 facetas como un diamante convertido en brillante.
Parece que la amabilidad consista solo en ser cortés, saludar, decir buenos días, o sonreír, cosa que si ahora hacemos con mascarilla no se ve, pero podemos mover la cabeza, ponernos la mano en el corazón, etc.
Pero es mucho más. La Sra. Hernández leyó diversas frases del libro citado:
- Ser amable significa, acudir en auxilio de otros que necesitan ayuda, si está en tu mano prestársela.
- La amabilidad devuelve a Dios a las almas extraviadas, abriendo corazones que parecían obstinadamente cerrados.
- La acción amable más nimia vale más que la peor acción.
- La amabilidad acaba con la tristeza y la pesadumbre de las almas.
- La amabilidad detiene la corriente de la ira, elimina el resquemor del fracaso y enciende la ambición valerosa.
El examen de conciencia
Está ligado a la conducta moral de todo católico y de toda persona de bien. En el ejercicio de nuestra libertad personal, los católicos tenemos unos mandamientos que deberíamos cumplir, unas obras de misericordia que deberíamos realizar, unas virtudes que deberíamos practicar, pero por encima de todo deberíamos AMAR A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS Y AL PROJIMO COMO A TI MISMO.
En el Catecismo el examen de conciencia está relacionado con el Sacramento de la Confesión, o de la Reconciliación como decía San Juan Pablo II o de la Alegría como ha dicho el Papa Francisco.
En la Segunda Parte del Catecismo, llamada la Celebración del Ministerio Cristiano, en su sección segunda se citan los Sacramentos de Curación, puntos 303, 304 y 374. El examen de conciencia es un acto propio que se recomienda hacer antes de confesarnos o bien con cierta periodicidad; es bueno anotar las cosas que surjan para hacer la confesión clara, concisa, y concreta.
La RAE nos ayuda a entender el concepto, la cual dice del Examen de Conciencia: La recordación de las palabras, obras y pensamientos con relación a las obligaciones que se tienen.
Con la finalidad de profundizar en la virtud de la amabilidad, la ponente distribuyó entre los asistentes un escrito con un examen de conciencia sobre la amabilidad para que cada cual lo haga, si lo desea, particularmente.
EXAMEN DE CONCIENCIA: ¿CÓMO ES MI AMABILIDAD?
PENSAMIENTOS AMABLES
- ¿Se niega mi corazón a perdonar a alguien que me ha ofendido?
- Cuándo otros me hacen daño ¿Recuerdo cómo ha perdonado Dios mis pecados?
- ¿He alimentado resentimiento hacia otros?
- ¿Me ha llevado mi susceptibilidad a mostrarme antipático ante los demás?
- ¿He creado un ambiente negativo dejándome llevar por mi mal humor?
- ¿Alimento deliberadamente pensamientos hostiles y vengativos hacia otros?
PALABRAS AMABLES
- ¿He procurado evitar el pecado de mi cónyuge?
- ¿He descuidado mi deber de evitar el pecado de quienes están a mi cargo o corregir sus fallos?
- ¿He dejado de evitar con mi silencio o mi consentimiento que se difame a otro, cuando podría hacerlo?
- ¿He dejado de instruir a alguien en la verdad religiosa?
- ¿He calumniado a otros atribuyéndoles pecados que no han cometido?
- ¿He mentido para obtener algún beneficio en perjuicio de otros?
OBRAS AMABLES
- ¿Tomo en consideración el hecho de que cuando muera, no me llevaré mis bienes conmigo?
- ¿He buscado dar publicidad a mi limosna o recibir elogios por hacerla?
- ¿He buscado ocasiones para vengarme de otros infligiéndoles daño?
- ¿He hecho daño a otros con mis arrebatos de ira o mi impaciencia?
- ¿He rezado a diario por mis padres, mi familia y mis bienhechores?
- ¿Procuro dar buen ejemplo?
(Extracto del libro El poder Oculto de la Amabilidad. Lawrence G. Lovasik, 3ra. Edición. 2015. Patmos. Rialp)
La actividad finalizó con el rezo de la Oración para el fin de la Pandemia del Papa Francisco:
Oh María, tú resplandeces siempre en nuestro camino como un signo de salvación y esperanza. A ti nos encomendamos, Salud de los enfermos, que al pie de la cruz fuiste asociada al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe. Tú, Salvación del pueblo romano, sabes lo que necesitamos y estamos seguros de que lo concederás para que, como en Caná de Galilea, vuelvan la alegría y la fiesta después de esta prueba. Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y hacer lo que Jesús nos dirá, Él que tomó nuestro sufrimiento sobre sí mismo y se cargó de nuestros dolores para guiarnos a través de la cruz, a la alegría de la resurrección. Amén. Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, no desprecies nuestras súplicas en las necesidades, antes bien líbranos de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita.
La Sra. Hernández convocó a los asistentes para un nuevo comentario el SEGUNDO MARTES DEL MES DE ENERO, EL 12 DE ENERO DE 2020, en el cual se comentarán LOS SACRAMENTALES.
Comunicación Montalegre