Durante el mes de abril de 2019 se han sucedido numerosas celebraciones en la cristiandad ya que en 2019 ha coincidido en el mismo mes dos semanas de Cuaresma, el Domingo de Ramos, la Semana Santa, el Domingo de la Pascua de la Resurrección y la Octava de Pascua. En Montalegre, además de todo ello, el mes de abril acaba con la celebración de la imposición del sacramento de la Confirmación a un grupo de niñas de un colegio de Barcelona.
En las semanas de Cuaresma, como en otros años, los jueves, ante Jesús Sacramentado, un sacerdote de Montalegre ha dado una meditación cuaresmal. Y todos los viernes, se ha rezado y cantado el Via Crucis, en definitiva, unas oraciones preparatorias más para los días santos que íbamos a celebrar.
En el Domingo Ramos, la liturgia correspondiente a la bendición de los ramos con agua bendita, aspergida generosamente por el rector, se celebró en el Pati Manning. Montalegre proporcionó numerosos ramos de laurel a los fieles. A su vez, los niños y niñas lucían sus palmas y palmones con rosarios de azúcar de colores. Mn. Argelich iba revestido con una capa pluvial roja, bordada con hilos dorados. Nos sorprendió la belleza del tejido, sin embargo no se trataba de una adquisición reciente sino de una joya bien guardada en un altillo de la administración de la sacristía puesta al día. No hizo falta esforzar el oído pues el celebrante, en esta ocasión, iba provisto de un amplificador de voz que facilitó la escucha de la lectura del Evangelio y las reflexiones del mosén. El séquito de presbíteros, monaguillos y todos los fieles procesionaron bajo los porches cantando con alegría al Señor. La celebración siguió dentro del templo. Continuó con la lectura de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, con tres lectores para hacer más inteligible los sucesos que se relataban.
El Jueves Santo suele impresionarnos por el respeto y adoración que se le brinda al Señor en la procesión y reserva de Jesús Sacramentado en el sagrario. En el ceremonial, corresponde al vicario cerrar el sagrario y librar la llave al rector, responsable de custodiar al Señor. Siete sacerdotes celebraron el oficio. Mn. Nubiola platicó la homilía.
El oficio del Viernes Santo se inicia con la postración de los sacerdotes en el suelo, rezando en privado, a lo que nos sumamos todos los fieles de la iglesia. La adoración al Cristo crucificado nos invita a hacer un acto de humildad y de agradecimiento por nuestra salvación.
La Vigilia Pascual en este 2019 se ha celebrado dos horas más tarde de lo habitual, pues, vigente el horario de verano, a las 8 de la tarde todavía hay luz solar. Por ello, las 10 de la noche se estimaba una hora más apropiada para la noche Pascual. El gozo de esta celebración adquirió un mayor sentido pues uno de los catecúmenos que se había preparado para el Bautismo en Montalegre, fue bautizado. El agua que se utilizó para bautizar a Marcos era del Río Jordán, de Israel, y del Santuario de Lourdes, en Francia, ambas aguas facilitadas por una colaboradora de Montalegre.
Reseñamos, por último, la celebración del segundo domingo de Pascua, instaurado por san Juan Pablo II como el Domingo de la Divina Misericordia. Acabó la Eucaristía solemne con la bendición solemne a las Familias presentes. A los pocos minutos, la soprano, señora Patricia Sendra, voz en los cantos de las celebraciones eucarísticas habituales de Montalegre, inició la interpretación de la obra de Wolfgang Amadeus Mozart, Exultate Jubilate K165, desde el coro de la iglesia, acompañada al órgano por el músico señor Pere Mateu Xiberta, todo un recital para la Pascua.
Isabel Hernández Esteban