Al terminar el discurso eucarístico, recogido por san Juan en su evangelio, se produce una gran desbandada de discípulos del Señor. No han entendido el valor y significado de las palabras de Jesús. Ante ese abandono masivo de seguidores, Cristo se dirige a los doce y les pregunta si también quieren dejarlo. Pedro contesta por todos: “¿A quién iremos? Tú tienes Palabras de Vida Eterna”.
Ante los horribles atentados terroristas del pasado 17 y 18 de agosto de 2017, nuestra reacción fue la de rezar, acompañar lo más cerca posible a las víctimas, socorrerles en lo que pudimos, y también, rezar y perdonar a los causantes de la barbarie. Y continuamos haciéndolo. Pero esto no impide que reflexionemos y nos preguntemos qué pasa en nuestra sociedad.
Ante tal panorama, me vino a la cabeza la escena evangélica que acabamos de recordar. Son tantos los alejados de Dios, los que no conocen al verdadero y único Dios. Continuamos en desbandada. Y la solución nos la sigue dando Pedro después de tantos siglos: “A quién iremos, Tú tienes palabras de vida eterna”. Palabras de Verdad, de Caridad, de Amor, de Paz, que nos conducen a la auténtica libertad y felicidad. No nos dejemos engañar, Él es quien tiene palabras de vida eterna, no de muerte y destrucción. La Palabra de Dios nos lleva a vivir conforme a lo que somos y a construir una sociedad que nos lleve a alcanzar la perfección en Cristo.
Procuremos poner los medios para conocer bien esas palabras de vida eterna. Las distintas catequesis nos ayudarán a ello.
Mn. Xavier Argelich