La noticia del atentado terrorista en Barcelona el pasado 17 de agosto de 2017 corrió rápidamente por todos los medios. A pesar de la cercanía de la Iglesia de Montalegre a Las Ramblas, al no tener la calle Valldonzella acceso directo a Las Ramblas, no se produjo ningún afer a destacar, solamente la natural preocupación de los fieles que estaban en la iglesia. En aquella tarde, en Montalegre, en la misa vespertina se rezó por las víctimas de las cuales no se conocía todavía ni sus referencias ni las cifras, pero se sabía que se trataba de un acto criminal de grandes dimensiones, el cual no había acabado pues horas más tarde se produjo otro atentado, en Cambrils (Barcelona).
En la mañana del 18 de agosto de 2017, el prelado del Opus Dei que había visitado recientemente la ciudad condal, envió un mensaje, al cual nos unimos, a través de la cuenta de Twitter de la oficina de comunicación de la Prelatura:
“Cercanía, oración y afecto por cada una de las víctimas del trágico atentado terrorista. Imploremos el don de la paz y de la fraternidad a Nuestra Señora de la Merced”.
A lo largo del fin de semana, en Montalegre, en las plegarias de todas las misas se rezó por las víctimas mortales, heridos, familiares, así como por la conversión de los terroristas, entre otras plegarias. En ese sentido en la homilía de la misa solemne del domingo el celebrante hizo una breve referencia a estos hechos execrables, y pidió oraciones.
Isabel Hernández Esteban
Angela Gracia F.
Montalegre siempre fue, es y será un referente para muchas personas yo entre ellas, dado que hemos asistido con asiduidad a las actividades ordinarias y extraordinarias que en ella han tenido lugar a lo largo del tiempo (que ya son 50 años)
Lo consideramos algo muy nuestro, por unas cosas u otras, desde sus comienzos, la mente se llena de recuerdos gratos que nos ayudan a dar gracias a Dios y al Opus Dei por tantos beneficios espirituales recibidos con gran satisfacción.
Por citar alguna; aquellas Novenas a la Inmaculada, con una asistencia de tantas familias enteras, personas amigas y conocidas, diversas que acudíamos a venerar a la Virgen, acercándonos al Sacramento de la confesión para disponernos a recibir la Sagrada Comunión, con decoro, digna y devotamente, al final cantando la Salve Regina acompañada por los acordes del órgano, parecía la antesala del Cielo.
Cuántos sacerdotes santos han estado al servicio de las almas en ese templo, algunos ya están en el Cielo, siempre les recordaré no los enumero por no alargarme, cuanta ayuda espiritual daban a tantas personas, que se acercaban más a Dios por intercesión de la Virgen María.
Somos muchas y muchos los que agradecemos estos años de andadura que parecen muchos pero que serán más y más, Dios sabe cuántos y darán cosecha será abundante que solo Dios lo sabe.
Pido por los que dirigen esa labor que tanto ha crecido, para que siga alimentados con el Espíritu fundacional de San Josemaría y sus Hijos fieles seguidores sigan sembrando PAZ y ALEGRIA abundante y generosamente.
La presencia del cofre con los restos de D.José María Hernandez de Garnica también hacen de ese templo un relicario.
Muchas gracias y a seguir que vale la pena.
Una feligresa.