Nos estamos preparando para celebrar los principales misterios de nuestra fe. Y lo hacemos, escuchando la Palabra de Dios. Abrimos los evangelios y descubrimos que los cuatro escritores sagrados narran la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Viernes Santo, como todos los años, proclamaremos la Pasión según San Juan. Domingo de Ramos, con lo que damos inicio a la Semana Santa, escucharemos, este año, el relato que hace San Mateo. Acudiremos estos días en estos textos Sagrados, nos pondremos en la presencia de Dios y dejar que su Palabra nos hable en la cabeza y el corazón.
Con matices diversos, los evangelistas recogen los momentos principales de la entrega total de Jesucristo para la redención de toda la humanidad. En su Sacrificio estamos presentes todos los hombres y mujeres de todos los tiempos. Cristo se entrega hasta la muerte para que tengamos Vida en Él, cargando con nuestros pecados, perdonando y así darnos la posibilidad de ir a su encuentro.
Nos puede ser de gran utilidad meditar la Pasión del Señor contemplando un santo Cristo, al igual que lo han hecho tantos santos. Mirar Cristo en la Cruz, con un corazón contrito y agradecido, nos llevará a comprender un poco más el valor de una vida de entrega a Dios ya los demás. Descubriremos el Amor inmenso de Dios para cada uno de nosotros y para todos.
El relato, sencillo y verdadero, los sucesos sufridos por Jesucristo nos deberían ayudar a descubrir la autenticidad de los hechos y de las palabras recogidas en los evangelios, apreciando el afán de la Iglesia para ser fiel a esta Palabra, y el esfuerzo que hace para que llegue a todos.
¡Feliz Pascua de Resurrección!
Mn. Xavier Argelich