En el conjunto de las actividades previstas en Montalegre para el año de la Misericordia en 2016, la conferencia del señor Josep Masabeu, pedagogo, músico y presidente de la entidad social del Raval “Braval”, fue el mejor broche del calendario de Montalegre.
El día 15 de noviembre a las 19.30 h, a cuatro días vista del cierre de la Puerta Santa en Roma el señor Masabeu ofreció la conferencia con el título “La Casa de Caridad y la Iglesia de Montalegre. Aproximación histórica”. La breve introducción corrió a cargo del rector de la iglesia, Mn. Xavier Argelich, ante un público fiel a las actividades de Montalegre. La conferencia además de situarnos en el pasado y en el presente de la Casa de la Caridad y de la Iglesia de Santa María de Montalegre, hizo posible que fuera más comprensible la labor social que se desarrolla en el barrio, y cómo ha evolucionado desde los inicios de la Casa de la Caridad hasta la actualidad, rompiendo los estereotipos a los que tenemos tendencia inclinarnos.
A continuación, transcribimos el texto completo de la Conferencia de Josep Masabeu en Montalegre
“LOS ORÍGENES
Desde tiempo inmemorial se conoce la existencia de una ermita dedicada a Santa María de Montalegre en el término municipal de Tiana, donde ahora está la Conreria. Allí se veneraba una imagen de la Virgen de Montalegre o de la Alegría.
En este lugar, a finales del siglo XII, era establecida una comunidad de monjas, llamadas Canonesas de Santa María de Montalegre, que en 1362 se trasladaron a Barcelona en la finca que hace esquina entre la calle Montalegre y Valldonzella. Allí edificaron el nuevo monasterio con una iglesia pública bajo la misma advocación de Santa María de Montalegre, en la que la primera Misa Solemne fue celebrada el 22 de noviembre de 1362.
La pequeña imagen de piedra que hay en la calle Montalegre esquina con Valldonzella es de finales del siglo XIV o principios del XV. Es dentro de una hornacina, en la fachada del edificio que fue Casa de Caridad -hoy Centro de Estudios y Recursos Culturales de la Diputación de Barcelona-, y es conocida con el nombre de Virgen de la Alegría o Virgen de Montalegre. Probablemente es la imagen más antigua de esta advocación.
El año 1593, al extinguirse la orden de las monjas de Santa María de Montalegre, en este edificio fue erigido el Seminario de la Diócesis de Barcelona que tomó el nombre de Colegio o Seminario Episcopal de Nuestra Señora de Montalegre de la Ciudad de Barcelona. El Seminario permaneció en este edificio hasta el año 1772, cuando se trasladó a la iglesia de Belén, en la Rambla, y el contiguo Colegio de Belén o de Cordelles, de donde habían sido expulsados los jesuitas.
El edificio de Montalegre fue destinado primeramente a Hospicio.
En 1743 se construyó el Pati Manning. Se ignora el autor del proyecto, aunque es una obra que sigue las líneas características que se encuentran en esta región. Debe su nombre al barcelonés Robert Manning que, en 1865, cedió un gran legado en el Hospital de la Santa Cruz y en la Casa de Caridad.
Por Real Orden de 8 de octubre de 1802 el Rey Carlos IV establece la Casa de Caridad.
Las “Ollas Públicas”
A consecuencia de la Revolución francesa y las guerras con Inglaterra, quedó dañada la economía española a finales del siglo XVIII, dejando un rastro de hambre y miseria.
Para paliar esta situación, el Capitán General Agustín de Lancaster -duc de Lancaster-, decidió adoptar una resolución que, aunque provisional, proporcionara los medios necesarios para atender las necesidades más urgentes. Creó una Junta de Auxilios y encabezó una suscripción pública con el fin de crear comedores – “Ollas públicas” – para atender a la gente más necesitada. Los resultados de esta colecta fueron notables y durante mucho tiempo se alimentaron muchos indigentes.
Con la firma de la paz disminuyeron las dificultades y la Junta que administraba esta ayuda disolvió las “Ollas Públicas”, y pensaron utilizar el remanente en la fundación de un asilo o casa de caridad.
La Real Orden de 08 de octubre 1802
Aprovechando la estancia en Barcelona del Rey Carlos IV, el Capitán General propone al Rey el 27 de febrero de 1802 la creación de la Casa de Caridad, y acompaña un estudio sobre la necesidad, gobierno, organización, etc. Acompaña también un plan de industrias en manufacturas y fábricas que aseguren su subsistencia económica.
El Rey otorga su permiso por Real Orden del 8 de octubre de 1802 que dirige al Conde de Santa Clara, Capitán General en este momento. La Casa de Caridad establece en este edificio, que se ampliará posteriormente con otras edificaciones que se levantaron en gran parte del solar de la antigua huerta del Palacio de los Condes de Vallfogona, situado en la actual calle de Ferlandina.
El Rey traspasa a la Casa de Caridad los beneficios de las Rifas y Bailes de Máscaras que habían sido concedidos anteriormente en las “Ollas Públicas”. Para recaudar fondos que permitan afrontar los primeros gastos, se organizan unas Rifas periódicas, llamadas Rifas del Cerdo, porque éste era el premio, además de una cantidad de dinero. Con la misma finalidad que las Rifas se celebraron Bailes de Máscaras en el Salón de la Lonja de Comercio, y también se previó la recaudación de limosnas.
El edificio es cedido el 15 de noviembre de 1803 en la Casa de Caridad, que comienza a funcionar el 30 de noviembre de 1803 con 189 pobres procedentes del Hospicio.
Una colaboración de todos
La iniciativa no es de la Iglesia, sino que, desde el primer momento hay interrelación entre la sociedad, las instituciones civiles y la Iglesia para colaborar en la atención de las personas que lo necesitaban.
A la hora de consolidar el trabajo y darle continuidad, entonces son las religiosas las que se pondrán.
Y se hace con un planteamiento “moderno” para la época: Combina lo que hoy llamaríamos la atención primaria (vivienda, acogida, comida, ropa,) y al mismo tiempo la promoción social, para que estas personas se incorporen a la sociedad.
Primero, dale un pez (atención primaria)
Al principio se adoptó el sistema de asistencia de celadores para los hombres y matronas para las mujeres.
El 12 de noviembre de 1829 se instalaron en la Casa de Caridad las Hermanas Carmelitas de la Caridad con la Madre Joaquina de Vedruna, que era la Fundadora del Instituto. Dirigían el Departamento dimg_3030e Mujeres.
El 28 de agosto de 1854 murió en la Casa de Caridad la Madre Joaquina de Vedruna, Fundadora de las Hermanas Carmelitas de la Caridad. Fue beatificada el 19 de mayo de 1940 por Pío XII, y canonizada el 28 de abril de 1959 por Juan XXIII. El Pati Manning hay una lápida conmemorativa que dice:
“Santa Joaquina Vedruna de Mas, Fundadora de la Congregación de las HH. Carmelitas de la Caridad, insigne educadora y apóstol de la caridad, entregando el alma a Dios en esta Casa el día 28 de agosto de 1854.
La Excma. Diputación Provincial de Barcelona en las fiestas de súper canonización. 28 de abril de 1959 “
La Junta deseaba que las Hermanas Carmelitas se hicieran cargo también del Departamento de Hombres. Las Constituciones de esta comunidad, dedicada exclusivamente a la atención de mujeres, no permitieron llegar a un acuerdo.
Ante la necesidad de acabar con las deficiencias existentes en la asistencia de los hombres y niños, la Junta llegó a un acuerdo con las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, que se hicieron cargo del Departamento de Hombres el 8 de septiembre de 1879.
Pocos meses después, el 17 de febrero de 1880, las Hermanas Carmelitas manifiestan el deseo de dejar el Departamento de Mujeres, por lo que el día 1 de mayo de 1880 toman posesión del mismo las Hijas de San Vicente de Paúl, unificando así la atención de la entera Casa de Caridad.
La atención médica de los asilados consta ya en 1806 con personal propio de la Casa. Entre el año 1833 y en 1867 se estableció un convenio con el Hospital de la Santa Cruz. A partir de ese momento la Casa de Caridad se vuelve a hacer cargo de los enfermos, con la colaboración de varios médicos. En 1871 se instala la Farmacia, con un farmacéutico titular, asistido por dos religiosas.
Y al mismo tiempo, enseña a pescar (promoción social)
En este marco, la instrucción elemental ocupaba un lugar privilegiado. Había una Escuela de Chicos y una Escuela de Chicas. Se comenzó con una enseñanza muy básico, con un par de maestros y ayudantes. Progresivamente se desarrolló un sistema escolar graduado, de los 2 años a los 14.
Se implantó un sistema de educación especial para disminuidos:
Escuela de Ciegos, Escuela de Sordo-mudos, Enseñanzas para Deficientes Mentales. Finalmente, a lo largo de los años apareció la Academia de Música y se introdujeron las enseñanzas de Dibujo y Educación Física.
Durante el tiempo de la Mancomunidad de Cataluña (1914-1923) se estableció una sección escolar de tres grados conocida por el nombre de Escuelas Catalanas de la Casa de Caridad.
Y también hubo un número de estudiantes que asistían a clase en varios establecimientos de la ciudad: Instituto, Escuela de Magisterio, Escuela de Comercio, e incluso en la Universidad y en el Seminario.
La enseñanza de la Música fue dirigido por grandes maestros del momento. Durante muchos años se formó una banda de música que adquirió renombre nacional, dando conciertos en muchas poblaciones de Cataluña y España, e incluso en Francia. Salían músicos bien preparados, que encontraban trabajo en la Banda Municipal de Barcelona y los Coros y Orquesta del Liceu.
Los Talleres
La educación elemental era el paso previo para la formación profesional.
Con el tiempo fueron surgiendo otros talleres, hasta los 18 que llegó a tener. Los talleres se dedicaban al aprendizaje de los internos, al tiempo su funcionamiento servía para la provisión de fondos para la Casa de Caridad, dado que hacían trabajos para el exterior. Se hacían manufacturas de algodón, fabricación de pan y galletas, fábrica de agujas, fábrica de porcelana, fábrica de fideos, carpintería, fontanería, fontaneros, sastrería, zapatería, corte y confección, imprenta, imprenta para ciegos, cerrajería, talleres de guarnicionero, torneros, espartería, pintura, cerería, electricidad, ebanistería, chocolatería, jabonería y taller de juguetes.
El taller que tuvo más vuelo fue la “Imprenta-Escuela”, que se instaló en 1872 y funcionó hasta 1969 en los edificios de la Casa de Caridad, aunque esta se había trasladado a los Hogares Mundet en 1957. En ella se ha realizado la publicación de muchos libros comerciales y muchos trabajos encargados por las Corporaciones Oficiales. En la Imprenta-Escuela se confeccionaron también la “Hoja del Lunes”, el “Boletín Oficial de la Provincia”, el “Diario Oficial” y otras publicaciones periódicas.
Fuentes de ingresos
Las fuentes de financiación del centro variaron a lo largo del tiempo, aunque siempre figuran entre ellas el trabajo de los internos, las subvenciones oficiales y las ayudas caritativas, ya sea regularmente o de manera extraordinaria, en forma de Donativos, Herencias y Legados.
Algunas de las modalidades que revistieron estos ingresos llegaron a formar parte de la vida cotidiana y de relación de la ciudad:
Baile de Máscaras y Fiestas en el Salón de la Llotja y en el Liceo, Las Rifas, Explotación de los baños públicos de la playa de la Barceloneta, Explotación de la plaza de Toros de la Barceloneta (llamada la “Antigua” o el “Torín” ), La Imprenta-Escuela, ya mencionado.
El Servicio de Pompas Fúnebres que, obtenido en 1838, se mantuvo hasta que expiró la concesión el día 1 de abril de 1956. La Casa de Caridad recibió la exclusiva de la conducción de los cadáveres en el cementerio en coches de caballos, desarrollando una verdadera industria funeraria que exigió un trabajo suplementario de sus talleres (especialmente los de confección y cerería), el mantenimiento primero de unas buenas caballerías y luego un buen parque automovilístico, e incluso la habilitación de una sala de autopsias y un depósito de cadáveres. También desarrolló el mismo servicio en las principales poblaciones de los alrededores de Barcelona. Algunos años los ingresos producidos por el Servicio de Pompas Fúnebres cubren la mitad de los gastos de toda la Casa de Caridad.
Un nuevo templo
Desde su creación en 1802, la Casa de Caridad utilizó para los actos de culto la antigua capilla de Santa María de Montalegre que había sido primero de las Monjas Canonesas y después del Seminario Diocesano.
El crecimiento de la población de la Casa de Caridad -unas 2.000 personas al finalizar el siglo XIX- pedía un templo más amplio para acomodar la. A finales de 1899 la Junta de Gobierno de la Casa de Caridad comienza a estudiar la posibilidad de construir un nuevo templo y recoge las primeras limosnas. La Junta desea que se pueda estrenar la nueva iglesia en 1902, para conmemorar el Centenario de la Casa de Caridad.
Se encarga el proyecto al prestigioso arquitecto barcelonés August Font i Carreras (1845-1924), que fue el arquitecto de la Casa de Caridad de manera gratuita desde 1899 hasta su muerte. Entre otros edificios destacados, August Font proyectó el cimborrio y dirigió las obras de la fachada de la Catedral de Barcelona.
La construcción se fue sufragando exclusivamente con donativos, tal como la Diputación estableció el 23 de octubre de 1900, autorizando la construcción con la “condiciones de que dichas obras se levantan a efecto sin gravamen de los recursos del Establecimiento ni de los demas fondos provinciales “.
Se utilizaron en la nueva iglesia todos aquellos elementos útiles provenientes de la antigua. Así, por ejemplo, las piedras, tejas y demás material procedente del derribo de la antigua iglesia y otros edificios contiguos. Con la piedra se construyó la fachada de la calle Valldonzella. La puerta que da al Patio Manning es la misma, ubicada en el mismo lugar pero a un nivel más elevado. Los dos grandes cuadros situados actualmente bajo del corazón, a lado y lado del cancel, habían formado parte del retablo de la antigua iglesia.
La iglesia fue bendecida el 15 de octubre de 1902, y comenzó seguidamente el culto. La consagración del altar fue realizada por el Cardenal Salvador Casañas, Obispo de Barcelona, el 23 de diciembre de 1902.
La Capilla de la Virgen de la Medalla Milagrosa, proyectada también por August Font, se inauguró el 27 de noviembre de 1908. Originariamente tenía entrada sólo por el Pati Manning.
El órgano fue construido por Lope Alberdi y Recalde (1869-1948), uno de los mejores organeros del momento. Es un órgano de concepción romántica. La fachada del órgano, de madera de cedro, fue diseñada por Enric Sagnier i Villavecchia (1858-1931), reconocido arquitecto, que era Vocal de la Junta de Gobierno de la Casa de Caridad. Fue bendecido e inaugurado el 27 de noviembre de 1927, fiesta de la Virgen de la Medalla Milagrosa.
Los vitrales. Un canto al amor y la misericordia
Los vitrales son los originales, los mismos que se realizaron en los diversos momentos de la construcción de la iglesia, capilla de la Milagrosa y sacristía. Son de una extraordinaria calidad. Los de la iglesia fueron realizados en 1902 por el vidriero Antoni Rigalt, que también realizó los de la Capilla de la Milagrosa en 1908. La mayor parte de los vitrales están formados por motivos geométricos y florales y combinando los colores. Todos son diferentes, y no hay ninguno repetido.
En total en Montalegre hay 81 vitrales de gran valor. En la nave de la iglesia, 62 y los 3 grandes rosetones; 12 en la capilla de la Milagrosa, y 4 en la sacristía.
Los de la parte superior de la nave están dedicados a diversos santos que destacaron en su vida para el ejercicio de la caridad. Al lado izquierdo de la nave encontramos los vitrales dedicados a San José Oriol, Santa Clotilde y San Jerónimo Emiliano. En el lado derecho, las vidrieras de Santo Tomás de Villanueva, San Francisco Javier y San Juan de Dios.
Las siete vidrieras del presbiterio, formando “pequeñas” ventanas redondas, representan las siete obras de misericordia corporales. En el vitral central está la figura de San Vicente de Paúl. De izquierda a derecha son: dar de comer al que tiene hambre, visitar a los enfermos, dar de beber al que tiene sed, acoger el que no tiene cobijo, vestir al desnudo, visitar a los presos, enterrar a los muertos.
Hay tres grandes rosetones, una en cada uno de los extremos del crucero y otra a los pies de la nave. Están formadas por motivos geométricos y florales, y en el centro destacan palabras referidas al amor. En el rosetón del crucero izquierdo, sobre la capilla del Santísimo, pone ‘Dilige’ (ama); a la del crucero de la derecha, sobre la capilla de confesionarios, pone ‘Miserere’ (ten compasión); y en la del pie de la nave, detrás del órgano, pone ‘Charitas’ (caridad).
La casa ‘Hijo de Eudaldo R. Amigó y Cia’ realizó en 1911 los cuatro vitrales de la sacristía, aprovechando las viejas vidrieras del antiguo templo, que tuvo que restaurar y completar.
Son cuatro vitrales con formas geométricas. En el centro cada uno lleva un motivo diferente. En uno hay el clásico anagrama de Jesús, en otro el anagrama de María; otro vitral tiene el Corazón de Jesús con una corona de espinas, y en el otro está el Corazón de María traspasado por una espada. Son los mismos motivos que se encuentran representados en madera en los relieves de la puerta principal.
La guerra civil respetó la fábrica y el órgano de la iglesia, pero comportó la destrucción de todas las imágenes, confesionarios y vasos sagrados, entre ellos dos ricas y artísticas custodias, una de ellas de gran valor.
La iglesia tuvo varias utilidades. En algunos momentos se pusieron camas y se utilizó como hospital. También era almacén de comestibles (patatas, sobre todo) y de las grandes bobinas de papel de la Imprenta-Escuela.
Restauración después de la guerra
Terminada la guerra se procedió a la restauración necesaria para reanudar el culto. La restauración fue encargada al arquitecto barcelonés Isidre Puig i Boada (1891-1987). Las obras consistieron en la remodelación del presbiterio, construcción de nuevos confesionarios, instalación eléctrica, repaso de goteras y nueva pintura de todo el interior.
El Altar Mayor, con su impresionante baldaquín, fueron realizados por el artista Jaume Busquets y Mollera (1904-1963). El baldaquino es todo él lleno de bajo-relieves de figuras de ángeles. En la parte interior está todo el texto del ‘Gloria in excelsis Deo’ de la Misa, escrito en los nervios del artesonado y las cintas que sostienen los ángeles en sus manos. La mesa del altar es -reformada- la misma que había desde el principio. Cada uno de los asientos de corazón -realizados con madera de noguera- que hay en el presbiterio tenían, antes de la guerra, una especie de pequeño baldaquino. En esta ocasión los baldaquinos se retiraron y se utilizó la madera para la construcción de los nuevos confesionarios. Todavía hoy se pueden ver las pequeñas columnas, los trabajados capiteles y los tímpanos de nogal “recolocados” en los confesionarios.
El verano de 1940 se instaló la imponente araña de hierro forjado en el centro del crucero, realizada por el herrero Benjamín Salas. En 1941 se desprendió de uno de los soportes, y muchas de las tulipas de cristal cayeron. Afortunadamente, en ese momento no había nadie dentro de la iglesia.
La decoración pictórica es sensiblemente actual, pero más recargada.
Como en la construcción de la iglesia, las obras se pagaron con donativos, procedentes algunos de ellos de miembros de la Junta y personal de la Casa de Caridad.
La imagen de la Virgen del presbiterio
En 1952, con ocasión de la celebración de los 150 años de la Casa de Caridad y los 50 años de la iglesia, se colocó la imagen actual del presbiterio, realizada en alabastro por el mismo Jaume Busquets y Mollera (1904- 1963), que ya había realizado el baldaquín y el altar en 1940.
La imagen fue pagada por la Caja de Ahorros Provincial de la Diputación de Barcelona.
El 29 de noviembre de 1952, a las 10 de la mañana, comenzaba la ceremonia de bendición de la imagen y la celebración de la Misa conmemorativa, oficiada por el Sr. Arzobispo-Obispo de Barcelona Dr. Gregorio Modrego Casaus.
Como recuerdo de este acto se colocó una pequeña lápida de alabastro en forma de escudo, enlazando el grupo escultórico con el pedestal de piedra nummulítica negra, donde hay grabada una inscripción, que traducida, dice así: ” A Dios Óptimo, Máximo. En el año del Señor 1952, a los tres días de las calendas de diciembre (29 de noviembre de nuestro calendario) el Obispo de Barcelona bendijo esta sagrada imagen en el 150 aniversario de la Casa y 50º de su iglesia “.
Traslado a los Hogares Mundet
En 1802 la Casa de Caridad comenzó con 189 internos, llegó a un máximo de acogidos en 1865 con 2528, y se trasladó a los Hogares Mundet 1957 con casi 2.000 residentes.
Iglesia confiada al Opus Dei
En abril de 1957, la Casa de Caridad empezó a abandonar los edificios para trasladarse a los Hogares Mundet. Como consecuencia, fueron cesando progresivamente los actos de culto en la iglesia, hasta quedar reducido a algunas bodas y una Misa los domingos y fiestas; y se fue produciendo un progresivo deterioro del templo.
Dada esta circunstancia, por escritura pública de 10 de junio de 1965, la Diputación de Barcelona hace donación de la iglesia en el Arzobispado de Barcelona, manifestando expresamente en la escritura que con esta donación se quiere garantizar “la Continuidad del culto público en la referida iglesia u oratorio público de la antigua Casa Provincial de Caridad de Barcelona, para atender al Servicio espiritual de las familias con residencia en la vecindad de dicha iglesia “. También manifiesta la Diputación que hace donación del templo para que el Arzobispado “por sí o por mediación de una institución religiosa, corresponda, de Conformidad con las disposiciones del Derecho Canónico, en la ordenación del culto en forma”.
Para ejecutar la voluntad expresada en las cláusulas de donación, el Arzobispado de Barcelona confía la iglesia al Opus Dei, que el 29 de junio de 1967, Fiesta de San Pedro y San Pablo, en la Misa anticipada vespertina del día anterior, toma posesión de la iglesia, y se restablece el culto. Por decisión del Sr. Arzobispo, el templo queda bajo la advocación de la Virgen de Montalegre. Su fiesta es el 31 de mayo, día en que se celebra la Visitación de la Virgen. ¡El año 2017 celebraremos los 50 años!
UNA NUEVA SITUACIÓN
La Acción Social Montalegre
Desde que el Arzobispado de Barcelona confió la iglesia de Montalegre a la Prelatura del Opus Dei en 1967, además de las tareas pastorales propias de la iglesia, se desarrolla una amplia iniciativa de solidaridad con los habitantes del Raval , en la que colabora un numeroso equipo de voluntariado.
Como sabéis, se desarrollan diversos tipos de actuaciones para mejorar las condiciones de vida de las personas del Raval. Estas actividades comprenden varios aspectos:
* Ayudas a la atención familiar primaria. Alimentos, ropa, muebles, material de limpieza. Se benefician habitualmente unas 600 familias
* Actuaciones en viviendas
* Personas mayores o sola. acompañamiento
* Escolarización
* Ayudas médicas y maternales
* Seguimiento de enfermos, especialmente los casos de sida, drogodependencia y alcoholismo
* Campaña “Alimentos de Navidad en el Raval”
* Ayudas para la inserción laboral
* Cursos: alfabetización, cocina, confección, gimnasia, etc.
* Campaña “Ningún niño sin Reyes”
* Otras ayudas puntuales
Todo esto se viene desarrollando ininterrumpidamente desde el año 1967. ¡Ahora hará 50 años! Y cristalizó en la Acción Social Montalegre. Y este esquema de trabajo fue muy bien hasta 1998.
Un punto de inflexión. 1998
Comienza a despuntar la inmigración, con un crecimiento y rapidez inesperada.
Años 1998 – 2008 – 2016
España 1% 11% 12%, Cataluña 3% 15% 16%, Barcelona 4% 17% 17%, El Raval 10% 48% 49%
CONCLUSIÓN
¿Qué hacer? Estamos ante una nueva situación. Hemos pasado de ser un país de emigrantes a un país de inmigrantes. ¿Cómo hemos de afrontarlo? Empezamos a mirar y estudiar lo que se hace en diferentes países que ya tienen mucha experiencia en inmigración.
Actualmente somos cuatro entidades coordinadas: la Fundación Raval Solidari trabaja la financiación, la Acción Social Montalegre ocupa de la atención familiar primaria, el Braval hace apoyo socioeducativo y el Terral apuesta por el desarrollo de la mujer.
El voluntariado es clave. Gente de toda edad, procedencia social, opinión y creencia ponen su experiencia y sus aptitudes al servicio de los demás. Hay adolescentes, estudiantes universitarios, madres de familia, profesionales y jubilados.
Y para terminar, voy a leer el final de un artículo que publicó el mes de enero, titulado: Exclusión social, yihadismo y misericordia.
A Braval, que es lo que yo conozco, tratamos de ayudar a niños y jóvenes de 30 países mediante el apoyo socioeducativo, con equipos de fútbol y baloncesto multiétnico, el refuerzo escolar y un conjunto de actividades que les arraigando en nuestra sociedad y facilita el ascensor social.
El factor clave es la relación personal de un voluntario con cada uno de los chicos. Una relación de amistad con un voluntario a quien ama y toma como referente. Esto es lo básico, lo que no puede faltar, es la herramienta imprescindible para la resolución real de los problemas. Y así lo hacen todas las entidades que ayudan.
En el Año de la Misericordia convocado por el papa Francisco, podemos verlo, además, desde otra perspectiva: todo esto que estamos haciendo es un modo concreto de vivir las obras de misericordia.
A Braval nos encontramos participantes y voluntarios de 9 religiones: católicos, evangelistas, adventistas, ortodoxos, musulmanes, budistas, hindúes, testigos de Jehová, judíos y personas sin religión. Todos con el mismo objetivo: ayudar a los demás, acompañarlos, darles una mano para salir adelante; en el fondo, amarlos. Y eso pasa por las obras de misericordia corporales: dar comida, vestido, acoger a los inmigrantes, asistir a los enfermos; y también por las obras de misericordia espirituales: enseñar al que no sabe, dar consejo, corregir y consolar. ¡Más de 15.000 horas al año de dedicación del voluntariado!
Primero la ayudas, tras la acompañas, tras las amas, la incluyes en tu vida; al final tú le das esperanza a él, y él te da esperanza ti. Es la satisfacción que encuentras.
Cuando ayudas, porque hemos llegado al núcleo del amor: recibes el amor de Dios a través de aquel a quien ayudas.
Venceremos la pobreza con la educación. Si añadimos la misericordia, estamos construyendo la paz. “
Isabel Hernández Esteban