Al finalizar el año de la misericordia y al inicio del Adviento, el Papa Francisco nos ha sorprendido con una maravillosa carta con este titulo que hace referencia al encuentro de la misericordia con la miseria del hombre. Es el misterio del amor de Dios que viene al encuentro del pecador. Y precisamente para esto nos preparamos durante el Adviento: la venida del Redentor. El nacimiento del Niño-Dios que viene a salvar a todos los hombres y mujeres de todos los tiempos, que viene en busca del descarriado, de aquellos que con tanta frecuencia nos alejamos voluntariamente de Él. Qué importante es prepararse lo mejor posible para celebrar este gran misterio del Amor misericordioso de nuestro Dios.
Siguiendo lo que el Santo Padre nos propone, podemos vivir este tiempo fuerte de la Iglesia haciendo nuestros sus paternales consejos: Escuchar la Palabra de Dios, en la que se recorre la historia de nuestra salvación como una incesante obra de misericordia que se nos anuncia, y ser transmisores de esta Palabra; Acudir al Sacramento de la Reconciliación, tan presente durante este año Santo transcurrido, en el que sentimos el abrazo del Padre que sale a nuestro encuentro para restituirnos de nuevo la gracia de ser sus hijos; Consolar, que es mantener viva la esperanza que proviene de la fe en el Señor resucitado. Consuelo que debe darse especialmente en las familias, ante sus retos y dificultades actuales.
El Papa concluye invitándonos a instaurar una cultura de la misericordia, plasmada en la oración asidua y en la práctica de las obras de misericordia. Estamos en el tiempo de la Misericordia para todos y cada uno, para que nadie piense que está fuera de la cercanía de Dios y de la potencia de su ternura.
Os animo a leer y meditar detenidamente esta preciosa carta del Santo Padre.
¡Feliz Navidad a todos!
Mn. Xavier Argelich