El domingo de Ramos y de Pasión se celebró en Montalegre con júbilo y piedad. Acudieron muchos fieles a la iglesia.Se llenó la nave central de palmas, palmones, ramos de laurel y olivo. El incienso elevó los corazones al cielo. El celebrante inició la procesión dentro del templo y se dirigió al exterior por la puerta principal de la iglesia que accede al Pati Manning. Al pie de la puerta, antes de descender la escalinata, Mn. Xavier Argelich leyó las lecturas de la Conmemoración de la entrada del Señor en Jerusalén, mientras los fieles permanecían en el atrio porticado. El celebrante bendijo y aspergió agua bendita a los presentes y a todos los ramos y palmas. Fueron en procesión entonando cantos para volver al interior de la iglesia.
En la santa misa, se leyó el evangelio de toda la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo según san Lucas. La lectura fue dialogada entre el celebrante y un laico. La dirección de la liturgia correspondió a Mn. Juventeny.
A pesar del gran número de personas, incluyendo niños y niñas, se vivió con auténtico recogimiento, muy propio para adentrarse en la Semana Santa.
Comunicación Montalegre