Durante este mes, como muy bien sabéis, todos los fieles del mundo entero, estaremos muy unidos al Santo Padre y a los obispos reunidos en Roma del 4 al 25 de octubre dónde tratarán sobre “la vocación y misión de la familia en la Iglesia i en el mundo contemporáneo”.
Esta unidad será real y verdadera si va acompañada de nuestra oración y de nuestro trabajo bien hecho. El Papa Francisco nos ha pedido, en repetidas ocasiones, que le ayudemos en esta tarea. He aquí sus palabras: “Os pido, por favor, que no falte vuestra oración. Todos estamos llamados a rezar por el Sínodo. Invito también a rezar a quienes se sienten alejados, o que ya no están acostumbrados a hacerlo. Esta oración por el Sínodo sobre la familia es para el bien de todos.” Y continúa animándonos a recorrer juntos el camino sinodal no sólo con la oración sino también con la “compasión del buen Pastor por su rebaño, especialmente por las personas y las familias que por diversos motivos están «extenuadas y abandonadas, como ovejas que no tienen pastor» (Mt 9, 36). Así, sostenida y animada por la gracia de Dios, la Iglesia podrá estar aún más comprometida, y aún más unida, en el testimonio de la verdad del amor de Dios y de su misericordia por las familias del mundo, ninguna excluida, tanto dentro como fuera del redil.”
Mn. Xavier Argelich