En la iglesia de Santa María de Montalegre, en Barcelona, se celebró la festividad de San Josemaría con una misa solemne en la tarde del día 26 de junio de 2015.
La presidió el obispo auxiliar del arzobispado de Barcelona, Monseñor Sebastià Taltavull, y la concelebraron el vicario del Opus Dei, de la delegación en Cataluña, Dr. Antoni Pujals; Monseñor Lluís Clavell; Mn. Joan Carreras, y el rector de Montalegre, Mn. Francesc Perarnau. Además de la solemnidad de la celebración se traspiraba un gozo inmenso en todos los fieles que allí nos congregamos.
El obispo auxiliar inició la celebración recordando que no solo celebrábamos la festividad de San Josemaría sino también que él es un intercesor ante Dios, al que podemos pedir que vivamos en un mundo más habitable y, a la vez, su misericordia.
En la homilía el obispo auxiliar hizo un llamamiento a la santidad y al apostolado. También nos presentó la carta encíclica del Santo Padre Francisco llamada Laudato si, en relación a nuestra casa común que es el mundo.
Nos exhortó que descubriéramos en los signos de los tiempos qué es lo que nos pide Dios. Por un lado, guardar y cuidar la tierra; unir nuestro espíritu con el suyo; y perder el miedo a echar las redes del apostolado. Recordó que la santidad es cosa de todos los días. Dios nos ha puesto en la tierra para que la trabajemos, en cambio hay familias que no tienen trabajo ni casa.
Monseñor Taltavull continuó diciendo que el mundo es bueno, pero está desfigurado por el pecado, y lo vemos en el deterioro de la vida humana, en la degradación ambiental y en el rechazo a las personas. Ante esto se debe insistir en no separar el amor a Dios del amor a las personas, pues el fundamento de todo está en la caridad, en el mandamiento del amor. La pesca milagrosa del apostolado se debe hacer a la manera de Dios. Primero debemos reconocer que somos pecadores, nos abriremos al Evangelio, glorificaremos a Dios, caminando hacia una nueva conversión,
Detalles de la celebración de la festividad
El templo estaba al completo. También la grada, los laterales y hasta la capilla del santísimo, se llenaron. Tanto es así que a la hora de la distribución de la comunión, la distribuyeron seis sacerdotes.
Durante la santa misa, la coral Canigó acompañó con sus cantos, interpretando, al momento del beso a la reliquia del santo, los Gozos de San Josemaría. Dirigió la celebración el maestro de ceremonias habitual de Montalegre, Mn. Juan Juventeny con el apoyo de otros colaboradores laicos de la iglesia. A la salida, Monseñor Taltavull, acompañado del rector, saludó a los fieles. Por otra parte, tanto el Dr. Pujals como el obispo auxiliar atendieron a los medios de comunicación, los cuales estaban interesados en los motivos de la festividad de este santo universal.
Isabel Hernández Esteban