Entre las múltiples celebraciones y fiestas del mes de Junio nos encontramos con la de San Josemaría, el dia 26. En un discurso con motivo de la Canonización, el Papa San Juan Pablo II decía:
San Josemaría fue elegido por el Señor para anunciar la llamada universal a la santidad y para indicar que la vida de cada día, las actividades comunes, son camino de santificación. Se podría decir que fue el santo de lo ordinario. En efecto, estaba convencido de que, para quien vive en una perspectiva de fe, todo es ocasión de un encuentro con Dios, todo se convierte en estímulo para la oración. La vida diaria, vista así, revela una grandeza insospechada. La santidad está realmente al alcance de todos. (Juan Pablo II 07/10/2002).
En estas palabras queda condensado el mensaje del Fundador de la Obra: Todos estamos llamados a la santidad y cada uno puede y debe alcanzarla en el desempeño de su vida diaria. No existe en el mundo un grupo selecto de personas que estarían llamadas por Dios a ser santas, mientras que los demás se habrían de conformar con un simple ir tirando. La llamada a la santidad, como quedó bien claro en el Concilio Vaticano II, es para todos los hombre y mujeres del mundo. Alcanzarán esta santidad si procuran encontrarse con Dios en las cosas de la vida diaria, por muy sencillas o intrascendentes que pudieran parecer; procurando cumplir la voluntad que Dios tiene para cada uno en las circunstancias que le toca vivir.
Mn Francesc Perarnau