En el santuario de la Virgen de Montserrat, patrona de Catalunya, el sábado 30 de mayo de 2015, a las 16.30 de la tarde, se celebró la santa misa de acción de gracias por la beatificación de Álvaro del Portillo, obispo y prelado del Opus Dei. La misa fue solemne, la presidió el Abad de Montserrat, Josep Maria Soler i Canals, y concelebrada por más de treinta sacerdotes de la prelatura.
Al inicio de la celebración, el Abad de Montserrat dio gracias a la Trinidad Beatísima por la beatificación de Álvaro del Portillo, que se proclamó en Madrid el 29 de septiembre de 2014. En la homilía, el abad dijo que Jesús se define como el buen pastor, que siendo hijo de Dios y a la vez plenamente hombre, se le ve conduciendo a su rebaño de hombres y mujeres de todo el mundo ya sean de su rebaño como los que aún no lo son, caracterizándose como un pastor lleno de amor por cada una de sus ovejas, protegiéndolas hasta dar su vida por ellas, alimentándolas y buscando la perdida. En cuanto al recuerdo del beato Álvaro del Portillo, el abad dijo que Álvaro se trabajó interiormente por amor, gastándose todo él, y recorriendo muchos países para llevar a cabo la evangelización. Álvaro estaba muy metido en Dios para poder meterse en el corazón de las personas, siendo un hombre de oración. El abad también dijo que todos debemos sentir la urgencia de dar testimonio de Jesús y de responder a la llamada de la santidad. Finalmente recordó la buena relación que Álvaro del Portillo tuvo con el abad que estaba en el monasterio en los tiempos difíciles de mediados del siglo pasado. E hizo referencia a la serenidad del beato y de la que se habló en los actos de la beatificación en Madrid, siendo la misma que traspiraban los fieles y los celebrantes que se reunimos en aquel acontecimiento.
Antes de la bendición final, el vicario del Opus Dei en Catalunya, Dr. Antoni Pujals, dio las gracias al abad por la buena organización del evento e invitó a todos los asistentes a ponernos en los brazos de nuestra patrona.
La celebración se realizó en la explanada con plena normalidad, a pleno sol, ante el santuario y duró 90 minutos. La organización colocó 3000 sillas, las cuales se llenaron sin excepción y alrededor se mantuvieron de pie muchos fieles. Cantó la Coral Polifónica de Puig-reig, acompañada de un grupo de músicos. La celebración se retransmitió en directo por Internet a través de las págines webs del santuario y la del Opus Dei.
Isabel Hernández Esteban