El día 9 de diciembre de 2014 se celebró en la Iglesia de Santa María de Montalegre la misa en sufragio por el siervo de Dios José María Hernández Garnica, en el aniversario de su tránsito. Realmente se cumplía el aniversario el día 7 de diciembre de 2014, no obstante como era la víspera de la solemnidad de Inmaculada Concepción de la Virgen Santísima, no pudo celebrarse hasta la referida fecha.
Celebró el rector, Mn. Francesc Perarnau, el cual en su homilía destacó que en el mismo año del Centenario de José María Hernández Garnica, se celebraba el Centenario del beato Álvaro del Portillo, del cual, como sabemos, se anunció en el pasado mes de enero de 2014 la celebración de la beatificación para el mes de septiembre del mismo año. Teniendo en cuenta este gran acontecimiento todos los esfuerzos se centraron en la preparación del referido evento. Así que las actividades que se habían pensado para el centenario del siervo de Dios, quedaron pospuestas para más adelante.
Pero es necesario destacar que muchos de los peregrinos que iban a Madrid para la beatificación pasaron por Barcelona por dos motivos. Por un lado, a ver la basílica de la Sagrada Familia, que es una gran catequesis, y por el otro, a visitar el sepulcro de José María Hernández Garnica. El rector recordó los diferentes grupos que acudieron a Montalegre, que rezaron ante el sepulcro y celebraron la santa misa en la capilla de la Virgen de la Medalla Milagrosa, tal como nos hicimos eco en otras noticias.
Prosiguió el rector diciendo que ahora no hay nada para que se interponga para seguir empujando y animando la causa de canonización del siervo de Dios. Ciertamente hay muchas causas de los santos abiertas, pero a Montalegre se le han confiado los restos de José María Hernández Garnica con el designio de la Providencia de que aquí se ha de empujar la causa del siervo de Dios. Y nos hemos de sentir implicados, protagonistas del mismo proceso, difundiendo la devoción privada, dando a conocer la vida de José María Hernández Garnica, sus virtudes heroicas y rezando la estampa. Y sobre todo, pedirle y pedirle favores, cuantos más pidamos, más se nos concederá. Finalmente escribir los favores o peticiones concedidas dirigiendo las cartas a Montalegre o a la dirección que pone la estampa. Con mucha seguridad el rector nos dijo que ¡vamos bien!, pues cada vez se reciben más cartas.
Acudió al templo un gran número de fieles, y ya comenzada la celebración eucarística, la nave de central estaba casi llena. Acabada la santa misa, se cantó el Virolai y a continuación el celebrante, ante el sepulcro, rezó un responso. A lo largo de toda la celebración se elevaron los cantos, acompañados del órgano romántico de la iglesia a cargo del músico Pep Masabeu.
Isabel Hernández Esteban