En el día del Centenario del Venerable Siervo de Dios Álvaro del Portillo, el primer sucesor de San Josemaría al frente de la Obra, se celebró una misa de acción de gracias en la Iglesia de Santa María de Montalegre el 11 de marzo de 2014, a las 19 horas. Fue presidida por el vicario del Opus Dei en Cataluña, Dr. Antoni Pujals, y concelebrada por el rector de la iglesia, Mn. Francesc Perarnau, y Mn. Manuel Mallol, siendo el maestro de ceremonia Mn. Joan Juventeny.
La iglesia se llenó de fieles habituales del templo así como de miembros, cooperadores y simpatizantes de la Prelatura del Opus Dei. Era un día grande porque, en el año del Centenario, el Papa Francisco había hecho pública la fecha de la beatificación de Álvaro del Portillo para el próximo 27 de septiembre de 2014, en Madrid ciudad en donde nació el 11 de marzo de 1914.
Como dijo el Dr. Pujals al inicio de la santa misa, no se trataba de una misa en sufragio por el alma de Álvaro del Portillo pues la Iglesia ya había dictado el decreto de las virtudes heroicas de Álvaro del Portillo, cosa que daba paso a su beatificación, ni tampoco una misa en su honor, porque aún no estaba beatificado, sino una misa de acción de gracias por el bien que todo ello supondrá para la Iglesia, porque ya tenemos la certeza de la santidad de Álvaro del Portillo.
Por otra parte, en su homilía, el Dr. Pujals recordó apuntes biográficos de Álvaro del Portillo, en momentos tan difíciles del desarrollo del itinerario jurídico del Opus Dei y en medio de los combates de la Segunda guerra mundial. Destacó de las virtudes heroicas que se describieron en el decreto de virtudes, la de la fidelidad a Dios, a la Iglesia, a San Josemaría, a la Obra y al sacerdocio. La fidelidad de Álvaro del Portillo, de hacer siempre la voluntad de Dios, fue indiscutible durante toda su vida. Presidió la Obra a lo largo de 19 años, y su celo apostólico hizo posible iniciar el Opus Dei en 20 países más.
En este sentido, el Dr. Pujals nos invitó a seguir, como Álvaro del Portillo, el camino que Dios nos ha preparado para ser santos e irreprochables y especialmente en estos días de Cuaresma siendo más exigentes con nosotros mismos; que velásemos más por las personas que nos rodean, y que rezásemos por el Papa Francisco, como él nos pide, sobre todo ahora que está haciendo sus ejercicios espirituales.
Recordando unas palabras sobre la fidelidad, del Santo Padre Benedicto XVI, dijo”La fidelidad a lo largo del tiempo es el nombre del amor”.
Una representación de la coral masculina del Colegio Monterols de Barcelona, con el organista de Montalegre, señor José Masabeu, interpretaron los cantos de la misa, Victòria! tu regnaràs, Jo crec en vós i Rosa d’Abril, elevando así el gozo de aquella celebración, pero manteniendo todo el rigor del tiempo cuaresmal. Como es habitual otros colaboradores de la iglesia ejercieron de ministros.
Isabel Hernández Esteban