En la tarde del sábado 16 de marzo de 2013, se produjo un incidente a la vista de los fieles que estaban rezando en la nave central de la Iglesia de Montalegre. Después del proceso de la limpieza, mientras el sacristán estaba arreglando el cortinaje que cubre un mural de pinturas alojado detrás de las siete columnas del presbiterio, el carril y el soporte de las cortinas se desprendieron cayendo sobre él. Gracias a Dios no se produjo ningún percance, salvo el susto inicial de Diego, y la sorpresa de algunos fieles. En conjunto son siete cortinas de unos cinco metros de altura, de un tejido recio y de color rojo coral. Debido a ello ha quedado a la vista un mural de pinturas que se imprimieron directamente sobre el estocado de la pared, refiriendo alegóricamente algunas escenas bíblicas.
Este mural se hizo hace unos 15 o 20 años. Más tarde, desde hace seis años aproximadamente, se decidió por la instalación de la cortina, como había estado en otras épocas. Se pensó así porque absorben la imagen de la Virgen, distraen a los fieles, y no tienen valor artístico ya que las representaciones no han guardado jerarquía ni primacía de los personajes que representan, incluso contienen algún que otro demonio y horcas, todo ello impropo para verse encima de un altar. No dudamos de la buena voluntad de sus autores ni de las personas que intervinieron en la decisión y ejecución de la obra, y ahí están, pero desde el momento en que se cubrieron la imagen de la Virgen santísima de Montalegre ha ganado la primacía que se merece. Después de la reparación correspondiente, el mural volverá a cubrirse.
Servicios Informativos Montalegre