Por Domènec Melé
Publicado el 14 de diciembre de 2012 en la revista “TEMES D’AVUI”
El día 11 de octubre de 2012, coincidiendo con la solemne inauguración del Año de la Fe, el Papa Benedicto XVI publicaba algunos recuerdos suyos en el L’Osservatore Romano. Entre otros, destacaba la importancia de un documento conciliar, El Decreto Digniatis humanae sobre la libertad religiosa. Aunque considerado como “documento menor”, supuso una gran aportación para clarificar la posición de la Iglesia respecto al reconocimiento de la profesión y práctica religiosa. Este documento superaba la anterior doctrina de la tolerancia de las religiones no verdaderas, sin dejar por ello de defender la verdad.
Profundizando en la fe y en su tradición más antigua, el Concilio armonizó las enseñanzas de la Iglesia con el pensamiento filosófico y muchos ordenamientos jurídicos modernos que defienden la libertad de culto. Benedicto XVI recordó que los primeros cristianos rezaban por el emperador, pero no lo veneraban. Y, desde este punto de vista –añadía- se puede afirmar que “el cristianismo trajo al mundo con su nacimiento el principio de la libertad de religión”. Así, pues, desde la tradición cristiana se pudo reivindicar “la libertad a la convicción religiosa y a practicarla en el culto, sin que se violara con ello el derecho del Estado en su propio ordenamiento”.
El Concilio proclamó la libertad religiosa en base a la dignidad humana y los derechos innatos de la persona. “Esta libertad –explica el Concilio– consiste en que todos los hombres han de estar inmunes de coacción, tanto por parte de individuos como de grupos sociales y de cualquier potestad humana, y esto de tal manera que, en materia religiosa, ni se obligue a nadie a obrar contra su conciencia, ni se le impida que actúe conforme a ella en privado y en público, sólo o asociado con otros, dentro de los límites debidos”. (Digniatis humanae, 2) Esta doctrina de la libertad religiosa, aunque encontró reticencias en Mons. Lefebre y sus seguidores, ha sido entendida y aplicada con éxito en estos casi cincuenta años desde la promulgación del citado documento, en 1965.
Paradójicamente, en estos años, como ocurrió en tiempos pasados, muchos cristianos han sido víctimas de la intolerancia religiosa y de la falta de libertad para profesar y practicar su religión. Unas veces abiertamente, con iglesias incendiadas y cristianos asesinados, como ha ocurrido en los últimos meses en Egipto, Pakistán, Nigeria, Siria e India, entre otros países. En otros lugares está prohibido el ejercicio público de la religión o se discrimina a los cristianos de diversos modos. Por último, se ataca a la libertad religiosa ofendiendo a los cristianos mediante ataques verbales o psicológicos, insultos, ironías y burlas. Eso se encuentra incluso en países donde la libertad religiosa está reconocida en sus ordenamientos jurídicos.
Estas consideraciones nos han llevado a elegir la libertad religiosa como tema de portada de este número de Temes d´avui. Incluye un trabajo del profesor Arturo Bellocq en el que se profundiza en el derecho a la libertad religiosa. Otras contribuciones revisan la situación de la libertad religiosa en el mundo (Isidoro Ramos) en la India (Luis Pons), en el mundo musulmán (Xavier Vilella y Joan García-Llobet), en Europa (Remedios Falaguera) y en España (Francisca Pérez-Madrid). Presentamos también una entrevista en exclusiva con el sociólogo italiano Massimo Introvigne, coordinador del Observatorio para la Libertad Religiosa de Roma, establecido recientemente recogiendo la idea de Benedicto XVI de que Roma tenía un papel especial que desempeñar en la defensa de la libertad religiosa, en particular en la denuncia de la persecución de los cristianos perpetrados en el mundo. En el caso de moral se alude también a la libertad religiosa en un aspecto de la ley de salud propulsada por el presidente Obama.
Siguiendo la tarea de comentar documentos y desarrollos del Concilio Vaticano II, se presenta un trabajo sobre la misión de los laicos a cargo del profesor Arturo Cattaneo. Como tema de actualidad la Profesora María Elósegui comenta la reforma de la asignatura de Educación para la ciudadanía.
Montserrat Gas nos ofrece un estudio en el que se pregunta, qué significa casarse. Por su parte, Josep Vall explora la nueva guía ética para políticos en el contexto de iniciativas llevadas a cabo por “minorías creativas”. El número concluye con la habitual sección de reseñas y notas de libros recientes.
Domènec Melé
Director de Temes d’Avui