Madrid. Durante la lectura del Santo Evangelio en la celebración de la Vigilia de Oración en el aeropuerto de Cuatro Vientos, cerca de las nueve de la noche del sábado 20 de agosto, se inició un aguacero con rayos y truenos , y un fuerte viento, que obligó al Santo Padre a parar la lectura de la homilía que tenía prevista. Le protegieron con unos paraguas, después de haber volado por los aires el solideo. El Santo Padre en voz baja, pero por los labios lo entendimos, dijo “Aquí nos quedamos”. Mientras tanto los dos millones de jóvenes cantaban y bailaban, y gritaban todo tipo de mensajes de apoyo al Vicario de Cristo. Incluso se fue la señal de televisión y de sonido. Poco a poco, sin embargo, la tormenta amainó y el Santo Padre pudo continuar la homilía, reiniciando sus palabras con: “Vuestra fuerza es superior a la lluvia”. Posteriormente, y sin haber terminado, tuvo que marcharse ya que los bomberos alertaron del peligro que suponía una estructura metálica del escenario que había quedado afectada por el fuerte viento. Una vez que los bomberos arreglaron lo necesario, el Santo Padre, ya revestido, salió de nuevo para hacer la Adoración Eucarística, la cual fue espectacular en la Custodia de Arfe, de Toledo. En la despedida añadió: “Hemos vivido una aventura juntos…”, y así fue, deseándoles buenas noches. Tampoco pudo circular con el papamóvil por las calles que se habían habilitado en el recinto, dada toda la movida que supuso la tormenta.
Se adjunta el link del texto de la homilía que la Santa Sede ha colgado en su web como texto oficial, en el que faltan las improvisaciones referidas, entre otras.