El día 15 de junio, acercándose el fin de las actividades antes de las vacaciones de verano, se han celebrado una serie de aniversarios ciertamente entrañables. Por un lado el rector de la iglesia Mn. Francesc Perarnau, hacía pocos días que cumplía 25 años de su ordenación sacerdotal, y Mn. Juan Marcé y el fiel colaborador de la Acción Social Jordi Campañá cumplían este año 80 años de edad! Pero lo más importante es que ambos siguen en la brecha, tanto en la iglesia como en la acción social. También, aunque no estaban presentes, celebrábamos los cumpleaños de las ordenaciones sacerdotales de Mn. Manuel, 25 años, y del Mn. Julián, 50 años.
Con estas referencias el rector iniciaba la Santa Misa: Todo hizo pensar que era bueno celebrarlo con una misa de acción de gracias con todas aquellas personas que habitualmente colaboran. Fue concelebrada con Mn. Marcé, y entonó los cantos y condujo el órgano el buen amigo de la Casa, José Masabeu.
En la homilía, el rector dijo que era una tradición muy antigua celebrar las buenas cosechas, porque eso significaba no pasar hambre, y se hacía dando gracias a Dios. Aquí Montalegre hemos recogido la cosecha, cerramos el curso y nos reunimos para dar gracias por todo lo que hemos hecho y hemos recibido. A continuación fue repasando las actividades que se desarrollan en la pastoral de la iglesia y en la acción social, expresando la gratitud a los colaboradores y colaboradoras, haciendo especial mención a los que por un motivo u otro no estaban presentes, colaboradores en tiempo y dedicación así como en donativos. Dio las gracias por el esfuerzo de todos ya que de todo ello se han beneficiado muchas personas, más allá de las que conocemos. Además, esta labor conlleva evangelización, y se hizo eco de las palabras de San Pablo: Ay! de mí si no anunciara el Evangelio … añadiendo que La Eucaristía, que quiere decir Acción de Gracias, es la oración cristiana por excelencia para dar gracias a Dios por todos los dones recibidos, y el mayor es la posibilidad de la vida eterna.
Acabada la misa fuimos invitados a un piscolabis de verano, en la sala polivalente, donde pudimos intercambiar las experiencias del curso, y sobre todo conocernos entre nosotros ya que la diversidad de horarios y actividades nunca hace posible un encuentro fraterno como éste.
Isabel Hernández Esteban