El 2 de febrero, a cuarenta días de la Navidad, se celebra la Presentación del Niño Jesús en el templo y la Purificación de la Virgen María, y de esta manera cumplir con la prescripción de la ley de la Antigua Alianza, recogida en el texto bíblico del Levítico. El nombre de Candelaria proviene de otro más antiguo ya que a esta fiesta la llamaban la fiesta de la luz, refiriéndose a que Cristo es la Luz del mundo; todo ello se representa actualmente con unas velas que se encienden en muchas de las celebraciones litúrgicas de aquel día.
En el mundo cristiano esta fiesta se ha ido arraigando e integrándose en las culturas y tradiciones de países, regiones y pueblos, con sus características propias. Sus orígenes más conocidos provienen de las Islas Canarias des del año 1497, pasando al otro lado del Atlántico a México, Perú, Chile, Cuba, San Salvador, etc.; en otros lugares de España ha arraigado especialmente en diversas poblaciones andaluzas donde encienden grandes hogueras.
En el actual 2011, se celebran las fiestas Decenales en Valls
En Catalunya, en Valls, capital de la comarca de Alt Camp, se celebra esta fiesta ya que la Virgen de la Candelaria es su protectora desde el siglo XIV, cuando el crecimiento de la población se interrumpió de golpe a causa de una epidemia de peste. Esta epidemia se repitió de forma muy virulenta entre los años 1333 y 1348. Esta devoción de raíz cristiana se incrementó con la fundación de les Fiestas Decenales, debido al legado del beneficiario de la comunidad de los presbíteros de la parroquia de San Joan, Josep Perellada Salabert, que se hizo efectivo a su muerte en el año 1788. Su albacea Pau Baldrich i Martí fue quien materializó su última voluntad.
Así, el día 28 de enero de 1791, pocos días antes de la fiesta de la Virgen, en casa del notario vallense Ignasi Casas, se reunieron una representación de la comunidad de presbíteros, presidida por el Dr. Jaume Cessat, el Dr. Pau Baldrich y los regidores del ayuntamiento de Valls. Se firmó el documento que estipulaba que cada diez años se haría una solemne procesión votiva en honor de la Virgen de la Candelaria. La imagen tendría que ser porteada por cuatro presbíteros de la ciudad, tendrían que asistir todos los sacerdotes de la localidad y el ayuntamiento procuraría que participasen todas las cofradías vallenses. Desde entonces, de diez en diez años, la ciudad de Valls ha reafirmado su voto comunitario. Durante las Fiestas Decenales la ciudad se viste de gala y numerosos actos culturales y lúdicos acompañan a los más estrictamente religiosos.
Patrimonio nacional
Las Festes Decennals de la Mare de Déu de la Candela de Valls el 5 de junio de 1991 fueron declaradas Fiesta Tradicional de Interés Nacional y el 4 de diciembre de 2010 fueron declaradas Fiesta Patromonial de Interés Nacional, por parte del Gobierno de la Generalitat de Catalunya.
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