Y tocaron las doce de la noche del día 24 de diciembre del 2010, preludio de otras noches muy frías, del inicio de un invierno que se prevé auténtico, a pesar del tan comentado calentamiento de la tierra. Aquí en la iglesia de Montalegre nos congregamos familias, amigos y vecinos del barrio del Raval, porque todos juntos queríamos celebrar esa Noche Santa, llena de luz. En aquella hora se inició la Misa del Gallo, con toda la solemnidad requerida y con la alegría que reporta la propia fiesta porque “Hoy nos ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor” .
En la homilía el rector, Mn. Francesc Perarnau, nos explicó su significado mesiánico. Dios entra en la historia humana, se hace hombre, nace en el sí de una familia, y entra a formar parte de la sociedad. La luz que sorprende a los pastores con el anuncio del Ángel del Señor es el símbolo, pues Dios se ha hecho hombre para iluminar nuestra vida y dar sentido a nuestro dolor, a nuestros sufrimientos, injusticias, enfermedades, etc. Con esta Luz tenemos respuestas, porque Jesucristo es la respuesta. Por último añadió, que en estos días es más fácil rezar pues cantar un villancico delante del pesebre, el mismo que tenemos en casa, ya es hacer oración; allí le podemos pedir cosas y poco a poco iremos creciendo en vida interior. Además hemos de rezar por las personas que sufren, por problemas económicos, o de salud o porque tienen la familia muy lejos y no pueden reunirse, ya que siempre la oración produce consuelo.
Los cantos los dirigió la soprano Sra. Patrícia Sendra, la cual colabora forma habitual en la misa solemne de los domingos: Les dotze van tocant, El noi de la Mare, Santa Nit i Adeste Fideles, en la adoración al Niño Jesús. Al órgano, el Sr. Josep Masabeu, también muy conocido en la iglesia ya que, entre otras cosas, y con ocasión del centenario escribió el libro “Santa Maria de Montalegre, Església de l’antiga Casa de la Caritat, Centenari 1902-2002”, del cual se puede leer un extracto en esta web.
Una vez acabada la adoración al Niño Jesús, el rector invitó a todos los fieles a seguir la celebración cantando más villancicos en la sala polivalente. Allí fuimos obsequiados con un dulce y salado resopón, y con cava brindamos que por siempre gocemos de una Navidad llena de amor y paz.
Isabel Hernández Esteban