«Antes muerta que sencilla, ay! Que sensilla» esta frase unos más que otros la hemos oído ya que es parte de una canción que cantaba una niña pequeña muy graciosa, pero nosotros lo que también hemos escuchado estos días decir a gente del raval es «antes muerta que deudora «!
Y el hecho es que estos días que hemos pasado de tanto frío hemos pensado en algunas personas y familias que conocemos del raval, que no tienen calefacción, y hemos intentado conseguir algunas estufas o radiadores eléctricos para que pudieran pasar mejor las noches, sobre todo por los más mayores , que son más frágiles y débiles y tienen menos energía en el cuerpo y sufren más el frío.
Y nos hemos encontrado que cuando se los llevamos a casa se queda como decoración, porque saben que consume mucha electricidad y hace que suba mucho la factura y no las querían encender por miedo a no poder pagar las facturas que llegarían después.
Algunas mujeres mayores incluso ya no querían aceptarlas, porque sabían que no las pondrian en marcha porque suficientes dificultades tienen ya para pagar el recibo normal, como para hacerlo subir con un consumo adicional.